jueves, 12 de agosto de 2010

Tomorrow inshalla

Es la frase que llevo escuchando desde el domingo y significa, literalmente, "Mañana si Dios quiere". En nuestra cultura, interpretaríamos que en el 99% de los casos, será mañana porque la coletilla de "si Dios quiere" es sólo por prevenir. Pero aquí es al contrario, en el 99% de los casos no llega mañana. Eso se termina sabiendo con experiencia y, después de tres años aquí, ya sé yo que la mudanza llegará cuando ellos quieran. Y eso que las cajas están en el puerto desde el viernes pasado. En fin, habrá que armarse de paciencia una vez más.
Lo bueno es que, generalmente, es un país muy serio en el que todo el mundo es bastante honesto, así que por esa parte estoy muy tranquila. Nadie se va a quedar con mis cosas. Pero quiero tenerlas en mi casa YA.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Empieza el Ramadán

Después de las típicas idas y venidas de todos los años, queda confirmado que hoy empieza el Ramadán. Y es que, como depende de la luna y aquí no hay forma de que apliquen la astronomía, pues tenemos que esperar a que el comité de observadores de la luna (tal cual) determine si es luna nueva o no.

Ahora que a es mi tercer Ramadán, voy a aprovechar para contar un poco el verdadero objetivo de este sacrificio. De nuevo adelanto que es mi punto de vista, fruto de lo aprendido de mi marido y amigo musulmanes; lo que escriba aquí no está escrito en piedra, claramente. Cada uno tendrá su propia interpretación.

Todo el mundo sabe que, durante este mes, no pueden comer o beber nada mientras el sol esté fuera. Aunque para muchos no tenga ningún sentido, sobre todo hoy en día, para ellos es un período de reflexión en el que rezan y leen el Corán con más recogimiento. Es un parón al año para recapacitar sobre la vida que llevan y agradecer lo afortunados que son por tener lo que tienen. El hecho de dejar de comer y beber es un puro acercamiento hacia los que menos tienen, una forma de vivir la pobreza. De hecho, una parte muy importante del Ramadán es la caridad. Sin ella, todo el ayuno no sirve de nada; no está completo y, por tanto, no es aceptado por Dios.

También es una época en la que deben guardar más la compostura en lo que a enfados se refiere; no alterarse, discutir o pelear. En general, ser más humilde.

Como parte del recogimiento, en los lugares públicos no se permite música alta, las discotecas están cerradas y en los bares la música está muy bajita también; es una señal de respeto.

Este, digamos, es el Ramadán idílico; el que, desgraciadamente, vive cada vez menos gente. La cruda realidad de este mes es, por ejemplo, que cada día se tiran toneladas de comida a la basura en los restaurantes, porque cocinan más de la cuenta. O que el índice de accidentes sube debido a la prisa y agresividad con la que conducen para llegar a casa a romper el ayuno. O lo mal que siguen tratando al personal de servicio porque les consideran inferiores. Pero, como siempre digo, al final se trata de cada uno con su conciencia, que nadie está a salvo de ella.

Y esto, señoras y señores, dura todo un mes. Aunque aún no sabemos si será un mes de 29 o 30 días. De nuevo, tendremos que esperar a que el comité confirme cuándo es la próxima luna. Es casi más importante saber el final que el principio. Para los que ayunan porque termina su sacrificio y, los que no ayunamos, para saber cómo van a caer los dos días de vacaciones que tenemos.

En fin, Ramadán Kareem a todos, qu es la forma en la que se felicitan mutuamente.

martes, 10 de agosto de 2010

Despedida de Jon

Por la mañana tocaba madrugón para ir a la Embajada. Yo tengo que renovar mi pasaporte y Osama su visado para España, que ahora es más fácil. Hoy no estaba Marga pero he conocido a Benilde, que es un auténtico encanto. Ya está actualizado mi expediente y pedido mi pasaporte.

Es el último día en Dubai de nuestro compañero Jon. El viernes vuela de vuelta a Londres. La verdad es que, aunque haya sido poco tiempo, le he cogido cariño, es muy simpático y gracioso. Y, sin duda, le vamos a echar mucho de menos en el despacho.

Para despedirnos, hemos ido a tomar algo a “Loca” un sitio mexicano en Dubai Marine, donde vimos el partido de España-Honduras.

Ahí hemos estado de charla, que siempre viene bien después del trabajo. Además, Lety y yo hemos estado contándole cosas a Sean, un chico nuevo que acaba de llegar a Dubai. Es un poco extraño ponerle al día de todo el proceso de aterrizaje en un país nuevo. Sobre todo, con las peculiaridades de éste. Lo que impresiona es darse cuenta de cómo el ser humano se adapta a cualquier circunstancia, es increíble. Ahora nos parece increíble que alguien nuevo no sepa cómo se alquilan los apartamentos aquí (pagando un año por anticipado), o el convalidar el carnet de conducir, si se puede alquilar un coche mientras tu visado de residente está en proceso, etc. En fin, un montón de cosas por las que uno no sabe ni por dónde empezar. Suerte que aquí en Dubai hay muchas facilidades y, al ser casi todo el mundo de fuera, pues la gente ayuda y da consejos; que siempre se agradece.

En fin, que hemos despedido a Jon como se merece y se le echará mucho de menos.