domingo, 28 de febrero de 2010

Durmiendo en casita

Es el último día que me despierto en mi estudio. Y vaya despertar, porque, como ya no hay nada, el despertador ha sonado a toda pastilla, por el eco que hay. He pegado un salto en la cama, del susto.

He aprovechado el viaje a la nueva casa, para llevar unas cuantas cosas más.

Los de Ikea han llegado a las 9:30 con todos los muebles. Mientras ellos empezaban a montarlos, yo me acerqué al supermercado a por zumo, agua y unas galletas. Al menos mientras trabajan, que tomen algo. Lo han agradecido mucho.

Yo les he estado ayudando. Sólo he puesto las patas a las camas porque a las 11:00 ha llegado Deborah, la chica de las cortinas. Me la recomendó Carlos. Ha tomado todas las medidas del salón y de nuestro futuro cuarto. A mediados de esta semana me dará el presupuesto definitivo. Qué caro es esto de montar una casa.

He hecho otro viaje a la otra casa para traer lo que falta. Y corriendo a ducharme porque tenía una reunión a las 16:00. Digo tenía porque me ha llamado Houda para cancelarla, menuda alegría me ha dado.

Cambio de planes entonces, me he conectado con mis padres, mi hermano y mi prima Lola, que estaban todos de rescada, después de la gran boda. Me han mandado fotos, así he podido ver lo guapos que estaban todos.

Luego ha venido Emilie a ver los muebles y nos hemos ido las dos a la vez. Ella a hacer otros recados y yo a KA Internacional a ver una tela de cortina que se me antojó hace tiempo. Buenas noticias: allí me hacen el cabecero que estoy buscando y me lo forran con la tela que yo quiera. No sale mal de precio. Pero las cortinas del salón van a salir por una pasta porque necesito metros para aburrir. Ya miraré distintos sitios, que esto es una ruina.

Para terminar el día, he subido al estudio a terminar de recoger las últimas cosas y dejarlo bien limpito, que mañana entrego la llave. Cuando ya creía que lo tenía todo, zas, falta el congelador. Esto es como un cuento sin fin, parece que no terminamos nunca.

Ha venido Osama a ayudarme a llevar las últimas cosas. Parece mentira que se haya terminado. Aunque ahora me queda lo más divertido: colocarlo todo, jajaja.

Hemos estado viendo en la tele la clausura del "Dubai Shopping Festival", que en cristiano son las rebajas. Aquí hacen un show de todo. Nuestro interés sólo era ver si nos había tocado algo en los diferentes sorteos de los centros comerciales. Pero nada, ni si quiera para las cortinas. Otra vez será.

Por cierto, como era de esperar, Djokovic ha terminado el partido hoy ganando. Gana su segundo título consecutivo. Espero que el año que viene no tenga mudanza y pueda verlo en directo.

sábado, 27 de febrero de 2010

Tormentón tropical

Hoy se casa mi prima María "la chica", como solía llamarle mi abuela. Otra que me toca vivirla en la distancia, una pena. Eso sí, ya estoy compinchada con mi hermano para intentar vivirla más de cerca, entra caja y caja.

A las 10:00 me he venido al piso nuevo, que vienen a instalar el satélite, teléfono e internet. Menos mal que Osama ha venido también porque yo de conexiones no eniendo.

Luego hemos ido a desayunar que ya nos moríamos de hambre. Y a seguir con más mudanza. A ver si logramos terminar todo hoy.

Por la tarde, mientras colocaba los zapatos en el armario, me ha llamado mi hermano para hablar con mi prima, ya casada, qué fuerte. También me ha mandado una foto en exclusiva para comprobar lo guapísima que iba. Ya mañana me comentarán más en detalle. ¡Enhorabuena prima! Ahora, a disfrutar del viaje, la mejor parte.

Ha venido Emilie a echar un vistazo al piso pero no ha podido ver más que cajas la pobre. Mejor que venga mañana, cuando Ikea ya haya instalado el resto. Se verá más habitable la cosa. Aunque estamos venga a meter cajas y esto sigue teniendo eco, jajaja.

Ya hemos desalojado la cocina también, ahora sólo me queda el baño y algunas cosas del armario, que lo haré mañana ya. Entre otras cosas, porque ha caído el tormentón del siglo que, en sólo 30 minutos, ha dejado algunas zonas completamente inundadas. Hemos tardado unos 40 minutos en llegar a nuestras casas. La rotonda de al lado de mi oficina, por ejemplo, ni siquiera se ve, sólo el móvil gigante de Nokia que tienen ahí puesto como publicidad. Lo más gracioso de todo, aunque peligroso, es que los conos esos de obras, los blancos y rojos, iban navegando a la deriva por mitad de la carretera, un show.

Por supuesto, la final de tenis se ha tenido que suspender. Djokovic iba ganando 7/5, 2/0, así que supongo que mañana dejará zanjado su segundo título consecutivo en Dubai.

Hoy ya sí es la última noche en mi estudio, sin cortinas ni nada; hay eco por todas partes.

viernes, 26 de febrero de 2010

Empezando la mudanza

Amanezco a las 9 para empezar a meter cosas en cajas, hasta que Osama se despierte y vayamos a Ikea, otra vez, a devolver un edredón y sellar el ticket de la anterior compra. Ahora, durante las rebajas, hay sorteos en todos los centros comerciales. Por cada 6o euros que se gasten, te dan una papeleta. Así que no podemos desperdiciar los 1,600 euros que nos hemos gastado en Ikea. Al menos, ponemos de nuestra parte para que nos toque.

Después, hemos comido en el Lemongrass, que hacía mucho que no íbamos. Está considerado el mejor restaurante thailandés de la ciudad, y no seré yo quien lo discuta, porque está todo riquísimo. Lo mejor, los zumos naturales, mmmmm. Yo me he tomado uno de sandía, fresas y lima, que me ha dejado nueva.

Paso rápido por Satwa para comprar las últimas telas de mis tías y al mall a recoger unas cosas. Allí hemos quedado con Carlos, que nos dejaba su súper coche para transportar los sofás y la tele, menos mal.

El primer viaje era para habernos grabado: yo iba sentada detrás, tumbada en el sofá y Osama conducía con una de mis butaquitas como copiloto. Nos tendríamos que haber hecho una foto, pero no estábamos para eso.

Hemos estado dando varios viajes hasta que, a las 22:00 hemos ido a llenarle el coche de gasolina y devolvérselo.

Por hoy, se han acabado los viajes, mañana más.

jueves, 25 de febrero de 2010

Partidazo de Djokovic

Hoy me he plantado en la oficina a las 8:15. Quiero dejar terminadas las dos cosas que me quedan urgentes para poder salir pronto y llegar a ver el partido de tenis.

Durante toda la mañana no he parado. Primero he terminado el plan de Evian y luego he seguido con la estrategia de Kidville, una especie de guardería-parque infantil que abrirán a principios de junio. Es la presentación que me han puesto el domingo por la tarde.

A mediodía saltaba la noticia: el acuario del Dubai Mall se había roto. Como siempre, la falta de fuentes hace que la gente de rienda suelta a la imaginación: que habían desalojado todo el mall porque incluso el aparcamiento estaba inundado, que estaban los peces por el suelo, etc. Y, por supuesto, las bromas, claro. La más comentada: "Barra libre de shushi en el Dubai Mall esta noche". Al final, resulta que no ha sido para tanto. Vamos, es cierto que el acuario tiene una fisura y han desalojado parte el centro comercial porque había agua por todo el suelo. Pero los animales están bajo control.

He terminado justo a tiempo para irme a las 17:00 en punto. El partido empieza a las 19:00 y, antes, tenemos que recoger las entradas en algún sitio que no sé dónde es.

Llegamos allí y, después de dar varias vueltas, una chica encantadora nos ha encontrado las entradas. También nos ha llevado a ver a Mariane, entrenador de Djokovic, que quería saludarnos, un encanto. A su lado estaba el jugador, al que hemos dado ánimos para el partido, muy simpático.

Aunque no ha empezado muy bien, ha perdido el primer set 6-2; como a mitad del segundo set, ha cambiado totalmente el partido. Djokovic se ha metido de lleno y ha terminado ganando 6-4 y un contundente 6-0. El último set ha sido una exhibición de buen tenis, da gusto.

Al salir, hemos vuelto a dar las gracias a Mariane, que nos ha ofrecido entradas para mañana. No creo que podamos ir porque estaremos en plena mudanza. Otro año será, espero.

Del Irish Village, la mar de animados, nos hemos ido a Ikea, que aún teníamos que comprar un par de cómodas y aprovechamos para que lo incluyan en el envío del domingo. También hemos comprado una mesa y unas sillas para la terraza, chulísimas.

Por la autopista, yendo al piso nuevo a dejar las almohadas y edredones, me ha llamado mi primo Fernando, que viene la semana que viene a todo plan. Menudas conexiones que tienen algunos, jeje. Espero que, en su apretada agenda, tengamos tiempo de vernos más de un día.

Cada vez que voy a nuestro nuevo edificio me gusta más. Son todo detalles. Le hemos dicho al conserje que Ikea vendrá el domingo, para preguntar si hay algún ascensor de servicio o si tienen un área de carga y descarga. En seguida, no hay problema, no se preocupen, nosotros les enseñamos el camino, ustedes esperen en su casa, etc. Vamos, el día que me toque dejar ese edificio, me llevo a Mustak, el conserje, conmigo. Es encantador.

Y ya en mi casa, he caído que hoy será mi penúltima noche aquí. Vamos, como si me diera pena; si no veo la hora de mudarme.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Seminario de Facebook

Hoy ha sido un día de locos, sin parar.

Como a la 1 nos teníamos que ir a un seminario de Facebook, pues toda la mañana corriendo para terminar un par de cosas urgentes.

El seminario ha sido en el Hotel Jumeirah Beach y la verdad que había mucha más gente de la que yo creía. Han venido dos empleados de Facebook, que están en su oficina de Londres. Nos han estado explicando los últimos cambios en la comercialización del site y las distintas posibilidades para nuestros anunciantes.

Estaba incluida la comida, en plan buffet, muy rica. Después de comer, tocaba la presentación más comercial, más orientada a esta parte del mundo. Y hemos terminado con una sesión de preguntas, donde nos hemos hartado de reír. Había una cantante libanesa, que ninguno conocíamos. Totalmente operada y con silicona hasta en el cerebro. Al parecer, a la chica le ofenden algunos comentarios negativos en Facebook y quiere que, desde la plataforma, se puedan bloquear esos usuarios, porque ella lo único que quiere es potenciar "la paz y el amor entre los usuarios". Telita con la intervención. Ha sido, sin duda, la anécdota de la tarde.

De vuelta a la oficina, no parábamos de comentarlo con los compañeros, que se partían de risa.

Antes de irme a casa, he adelantado todo lo posible para que mañana no me den las uvas en la oficina.

Aprovechando que Osama también ha salido temprano, hemos llevado todas las cajas que tengo ya hechas al nuevo piso, para adelantar y tener el fin de semana un poquito más libre. Justo al llegar, nos acababan de conectar la luz y el agua.

Nos hemos quedado cenando en el barrio, en Wagamama claro. Y luego a nuestras respectivas casas.

Ya en mi estudio, he estado haciendo la guía en español y, al ver mi correo, ¡sorpresa! Tenemos dos entradas para el partido de Djokovic mañana, menudo alegrón. Gracias, primo, otra vez.

martes, 23 de febrero de 2010

Luz, agua, internet y tele

Menuda semanita más larga llevamos, al menos a mí se me está haciendo eterna.

Salma no viene hoy, está con fiebre en casa. Yo me he dejado el teléfono en casa, muy típico mío, jeje.

Antes de ir a la oficina, he pasado por Du, que es la compañía de telecomunicaciones que tiene la exclusiva en nuestro edificio. He ido a pedir el alta en internet y televisión. Tenían una promoción y nos han incluído la línea fija de teléfono también. Vienen el sábado por la mañana a instalarlo. Es gracioso porque, aunque hay dos compañías que ofrecen los servicios, Du y Etisalat, se reparten las zonas de la ciudad. Así que siguen actuando en forma de monopolio, no podemos elegir la que queramos.

Hecho esto, a la oficina a seguir currando en los cambios de Evian y la propuesta de Houda. Que, por cierto, me ha puesto una reunión el domingo, que lo había pillado de vacaciones. Es a las 4 de la tarde, espero que me de tiempo.

Mi madre no se ha conectado así que no hemos podido tener el chateo matutino. Yo pensaba que era porque ya estaba en Madrid pero no, se les había estropeado Internet.

Hoy he comido con Claudine por fin. Nos hemos bajado con nuestros sandwiches a un banco al solecito. En la oficina siguen teniendo el aire a tope.

A las 3, he ido con Reem, de MSN, a Chanel, para presentarle unos conceptos creativos que habían preparado. El muy caradura de Fidaa, el cliente, se ha querido adueñar de una idea mía de hace mes y medio. Claro que yo no me callo una.

De vuelta a la oficina, he estado terminando un par de cosas y, a la vez mirando unos muebles de segunda mano, que tienen muy buena pinta.

He salido pitando para DEWA, el servicio de agua y luz de Dubai. Ya la he dado de alta y pedido la baja de mi estudio para el martes que viene. Otro paso hecho.

Ya en casa, he charlado un rato con mis padres, que ya han recuperado la conexión. Mañana tampoco tendremos chateo porque estará en Madrid, a ver si encuentra todo lo que busca.

Ha venido Osama a cenar algo rápido y luego hemos ido a ver a Ban, que se queda esta noche a dormir en Dubai.

lunes, 22 de febrero de 2010

Practicando el servicio

Esta mañana, mientras esperaba a que llegara la de la agencia inmobiliaria de mi edificio para ver mi estudio, he estado poniendo cosas en cajas. A lo tonto, he llenado 4 cajas ya. Claro que, sólo con la docena de juegos de sábanas de mi madre, ya tengo para 3 cajas.

Ya en la oficina, la mañana ha sido movidita, no he parado. Primero reunión con un soporte, luego con Houda para darme un briefing nuevo y Khalil, de Evian, llamando cada media hora con sus preguntas básicas.

He bajado a comer con Carlos al solecito, que el aire de la oficina está a tope y nos quedamos helados.

Por la tarde, he estado terminando un plan de medios para Air France, que lanzan la nueva ruta: Abu Dhabi-París.

Me he ido prontito porque había quedado con otra chica que quería visitar mi estudio. Esta era mucho más agradable y simpática que la otra y parece que sí se lo va a quedar, a ver.

Luego me he cambiado para ir a clase de tenis con Jacob. Como Osama no ha podido venir, he terminado reventada, me ha hecho correr como una tonta. La segunda parte de la clase, me ha enseñado a sacar. Tiene más paciencia que el Santo Job vamos. De los 20-30 que he tirado, han salido unos 4 buenos y 3 muy buenos, así que puedo estar contenta.

Derecha a casa a darme la gran ducha, que hoy he sudado la gota gorda. Ha venido Osama para terminar de enviar las guías en inglés y mirar un par de cosas para el piso nuevo.

He intentado llamar a mis padres pero, por alguna razón, el messenger no funcionaba y, para colmo, me quedé sin saldo en el teléfono. Mañana me contarán de la escapada a Madrid de mi madre.

domingo, 21 de febrero de 2010

Totalmente frustrada

Ya estamos en la última semana de febrero, muy fuerte. A ver si llega ya el 30 de abril, que estoy de lo más desmotivada, qué pocas ganas de nada.

La buena noticia es que parece que la campaña de Hyundai está aprobada por fin. Aún no sabemos si online también pero pinta que sí. Así que nos esperará otra temporatida entretenida.

A mediodía he ido a las oficinas de Emaar, la empresa constructora de nuestro edificio, para ver lo del alquiler de la plaza de garaje. Mientras esperábamos nuestro turno, el muy caradura me dice que tendremos que pagarla nosotros. Después de otra discusión, me he vuelto a la oficina hecha una furia. Se pone muy gallito cuando está solo, pero delante de las hermanas del dueño todo es posible.

He llegado justo a la hora de comer y me he bajado con Carlos a La Moda. Entre plato y plato, hablaba con el dueño, con el director de la agencia inmobiliaria, con Osama, etc. Planteando distintas soluciones y, sino, nos devolvían el dinero. Al mismo tiempo, iba buscando pisos en el mismo edificio y he cerrado dos visitas para las 16:30 y las 18:00.

Ha venido Emilie, muy maja, conmigo a verlos. Nos han gustado los dos, quizá más el primero, porque es más espacioso aunque tenga peores vistas.

Me he ido directa a Misa y, por el camino, me ha llamado el dueño de la agencia para decirme que no hay solución posible, que o nos lo quedamos con una plaza o nos devuelve el dinero pero sin la comisión de agencia, es decir 1,200 euros menos. Para colmo, me dice: "En dos años y medio que llevas en Dubai, ¿no sabes que los apartamentos de dos habitaciones tienen sólo una plaza de aparcamiento?" Ahí es cuando he saltado como un tigre, a mí nadie me llama estúpida. Eso sí, cuando he colgado, me ha salido toda la rabia junta y me he puesto a llorar como una niña de cinco años. No por la plaza, que ojalá todos los problemas fueran esos, sino por la impotencia de no poder hacer nada al respecto. Parte de la culpa es nuestra por no haber luchado el incluir ese apartado en el contrato, aunque se lo dijimos. Pero bueno, de todo se aprende.

Luego, ha venido Osama y nos hemos dado un paseo hasta la terraza del Address a tomarnos un zumito y un hommos. Entre eso y la charla con mi tía Mercedes, me he desahogado un ratillo.

De vuelta a casa, he hablado con mis padres, aunque no he durado mucho, estaba agotada ya. Así que he caído en la cama como un bebé. Mañana se me habrán ido las esporas.

sábado, 20 de febrero de 2010

A punto de anular el contrato

Vaya noche más mala he pasado. Soñaba que mi amigo Fede se había muerto, un horror. Vamos, que me he despertado llorando como una magdalena. Menos mal que dicen que, cuando sueñas con la muerte de alguien, le alargas la vida. Pero menudo mal rato.


Ha estado el día bastante movidito. Hasta el punto de que casi nos quedamos sin el apartamento. Este Farshad es un mentiroso compulsivo. Suerte que hemos tenido a las hermanas del dueño delante, para solucionarnos los problemas.


Por supuesto, a las 11:00 no teníamos señales del señorito. Nos manda un mensaje para quedar sobre las 3 de la tarde, otra gracia.


Mientras, hemos ido a Ibn Battuta para comprar unos pantalones para Osama, que al pobre le queda todo grande.


Hemos comido allí mismo y, a las 3 en punto, estábamos en la recepción del edificio. Por supuesto, no había señales de Farshad. Subimos al apartamento para tomar medidas y, al menos, podeir ir a Ikea. Pero no había nadie. Y eso que, supuestamente, estaban quitando los muebles.


Mientras esperábamos a que vinieran, el de seguridad nos enseñaba nuestra plaza de aparcamiento, que ahora parece que sólo hay una. Ahí es cuando hemos entrado en cólera.


A las 4, por fin, han llegado la madre y hermana del dueño, encantadoras las dos. Mientras llegaba Farshad, le explicábamos la situación a ellas. También estaban molestas porque les habían mentido.


Total, que les hemos dicho que, sino hay dos plazas de aparcamiento, tal y como nos prometieron, rompemos el contrato ahora mismo. Al final, nos van a solucionar el problema, alquilando una plaza más. Por supuesto, nosotros no vamos a pagar nada, que lo haga Farshad con su comisión.


Después de las discusiones y, gracias a que tenemos todo el apoyo de las dueñas, hemos tomado medidas para poder ir a Ikea. Mientras, los de la mudanza, vaciaban el apartamento.


Como era de esperar, en Ikea hemos estado unas dos horas y media. Pero ya tenemos lo más básico: el segundo sofá del salón, las camas para los dos cuartos y la mesa de la tele. Nos falta el comedor, que en Ikea no había nada que nos convenciera. Más adelante, tendremos que volver mil veces a por más cosas. El domingo que viene, nos los traen e instalan. Aquí son así de serviciales.

De vuelta, hemos quedado con Nico, la hermana del dueño, para que nos diera las llaves. Encantadora, nos ha vuelto a decir que no nos preocupemos, que se solucionará.

Hemos cenado con Emilie en Wagamama, ya en nuestro barrio. Así le enseñábamos el piso por fin. Nosotros también lo hemos estado explorando mejor, viendo las cosas con detalle y hemos terminado encantados los tres.

Antes de irnos, hemos estado charlando con el portero, que es un encanto. Si es que se nota que en Emaar saben hacer las cosas. Nos reciben como si estuviéramos en un hotel de 5 estrellas, una pasada. De momento, no tenemos queja. Ahora sólo queda solucionar lo del segundo aparcamiento.

viernes, 19 de febrero de 2010

Las historias de Uns

Aprovechando que me he levantado temprano, he estado ordenando un poco la casa, tirando papeles que no sirven, etc.

He quedado con Osama para desayunar en Java U antes de ir a casa de sus padres a comer.

De camino, hemos parado a comprar unas flores para Uns, que acaba de llegar de Boston, y otras para Ban, que está con gripe la pobre.

Después de comer, Uns nos ha estado contando sus aventuras durante el viaje a Boston. Vaya arrogantes y mal educados que son estos americanos, no entienden de modales. Aunque no haya sido una buena experiencia, lo de haber estado participando en un seminario en Harvard va a quedar genial en su CV.

Nuestra intención era irnos a Ikea a comprar los muebles, pero como no tenemos llaves del piso aún, pues hemos ido a dar una vuelta por diferentes tiendas de muebles para ver si veíamos algo que nos gustara. Total, el catálogo de Ikea nos lo sabemos de memoria, jeje.

Luego hemos pasado por nuestras casas para cambiarnos, que tenemos cena para celebrar que Emilie se queda.

Hemos ido al Café Belga, que está en el Hotel Milenium, cerca de nuestro nuevo barrio. La especialidad son los mejillones, que los preparan de diferentes formas. Pero, en general, no nos ha gustado demasiado; bastante caro. Nos ha costado lo mismo que en el Griego y allí, además de comer infinitamente mejor, tomamos dos botellas de vino. Así que no creo que repitamos.

Nos hemos retirado temprano porque parece que a las 11:00 quedaremos para que nos den las llaves. Digo parece porque yo ya no me creo nada.

jueves, 18 de febrero de 2010

Esperando a que nos den las llaves

Llega otro fin de semana, que ya lo tenemos especialmente ocupado con mi mudanza y las compras de Ikea.

Hoy tenía una reunión en Chanel pero la hemos tenido que aplazar a la semana que viene porque MSN no había terminado con las creatividades.

A pesar de tener al de Hyundai aquí, hemos pedido manakhesh como todos los jueves, faltaría más. Los que sí lo han probado son los dos de global que han venido a ayudarnos.

Yo no he estado especialmente ocupada hoy. Mientras terminaba un plan para Chanel, iba mirando en Ikea los sofás, las camas, las mesas de comedor. Así vamos a tiro hecho el fin de semana.

Durante todo el día, hemos estado a que el agente nos llamara, pero no hay forma. Al parecer, aún siguen quitando los muebles.

Para ganar tiempo, de la oficina me he ido directamente a casa de Emilie, que está al ladito de nuestro piso. He pasado por Wagamama porque me moría del hambre.

Mientras cenaba en la terraza de Emilie, le mandaba un último mensaje a Farshad. Parece que lo dejamos para mañana. Un gracia, vamos.

Se ha unido Flor y hemos estado ahí un rato de charla, muy agradable, como siempre.

Luego he ido a casa de Osama a ver unos episodios de Friends, para desconectar y empezar el finde con buen pie.

miércoles, 17 de febrero de 2010

¡Emilie se queda!

En la oficina, los pobres de MPG siguen trabajando como animales. Se han ido a casa esta mañana, a las 6, para volver a las 10:00. Hoy estaban casi todos los equipos metiendo horas en Hyundai.

Ha venido uno de los creativos a preguntarme unas cosas sobre español. Le están preparando una pequeñ broma a Ángel.

Me he estado riendo un rato cruzándome unos correos con Dalal. Emilie ha recibido una oferta de trabajo aquí y estamos alineando fuerzas para convencerla.

A mediodía, he quedado a comer con Angelica. Claudine iba a venir también pero al final la han liado con otra comida. Hemos estado en La Moda, en la terracita. Que estamos las dos extrañadas de que haga tanto calor en pleno febrero. Además, aquí no ha llovido nada, al contrario que en mi tierra, que les están saliendo escamas.

Al llegar a la oficina, he caído en que era Miércoles de Ceniza, que en mi agenda aparecía como el 24 de febrero. Por ahora, no he empezado mal la cuaresma, no.

Por la tarde, me escribía mi roomie para decirme que se queda en Dubai, ha aceptado la oferta. ¡Qué alegría más grande! Me he ido directa a su casa para darle un buen abrazo y celebrar, aunque la gran celebración vendrá el viernes.

Ha venido Dalal también y nos hemos estado riendo sin parar. Da gusto verle esa cara a Emilie. Además, bastante gracioso, va a estar trabajando para dos marcas españolas: Bimba & Lola y Custo. Mejor no le ha podido salir.

Luego he ido a casa de Osama, que no ha salido de la oficina hasta las 21:30. Hemos visto una peli para despejarnos: Alguien voló sobre el nido del cuco. Un clásico que nunca había visto. La verdad, no me ha gustado nada.

Ya en mi casa, no he podido hacer ni el entrenamiento de la DS, estaba muerta.

martes, 16 de febrero de 2010

Seminario de Chalhoub

Hoy toca ir al seminario anual de Chalhoub. Lo organizan todos los años para resumir los resultados del 2009 y las previsiones para el 2010. También suelen invitar a un par de conferenciantes, siempre relacionado con el mundo de la economía y el sector comercio.

Yo sólo he asisitido a las sesiones de la mañana. Después de comer, me he vuelto a la oficina, que paso de quedarme hasta las mil. Además, me ha llamado esta mañana uno de una agencia inmobiliaria para venir con una chica a ver mi estudio. Más me vale recoger un poco, que lo tengo un poco desastroso.

En la oficina están todos taquicárdicos. El cliente de Hyundai está aquí y no paran. Esperemos que vaya mejor la cosa.

Por la tarde he tenido una reunión con Paul, que era nuestro cliente en Jaguar. Lo dejó el pasado diciembre y ahora hace proyectos de consultoría por cuenta propia. Está ayudando a Teka a buscar agencia y ha venido a darnos más información de cara al concurso.

He salido pitando para ir a recoger mi casita. A las 19:00 han venido a verlo, no sé qué le habrá parecido porque la chica era un poco rara, no hablaba nada de nada. Han visto el estudio en 5 minutos, no se necesita más, y se han ido.

Yo me he puesto a trabajar en la guía en inglés. Luego he charlado con mis padres, que hoy tenían allí a mi tía Rosario con los nietos, mi príncipe incluído. Me ha dicho que va a venir a recogerme al aeropuerto en marzo, que se fumará el cole, qué morro tiene.

Osama se ha unido a la conversación y, cuando han colgado, ha estado corrigiendo unas cosillas de la guía. Otra cosa terminada.

Antes de dormir, he vuelto a leer un rato, que estoy perdiendo el hábito y no puede ser.

lunes, 15 de febrero de 2010

Contrato firmado

Esta mañana me he quedado frita. Pero frita de verdad. El despertador ha sonado, como todas las mañanas, a las 7:30. He debido de apagarlo porque, cuando he abierto el ojo, eran las 9:08. He pegado un salto en la cama, que casi me caigo.

Total, tampoco en la oficina andamos con un estrés de campeonato. Los de offline sí, pobres; aún andan liados con Hyundai. Para colmo, el cliente viene mañana. Se han llevado todo el día poniendo más mesas en la oficina, para engañar al cliente diciendo que somos más. Lo que no sé muy bien es quién se va a sentar en las mesas. Entiendo que traerán a gente de Euro. Esto es un cachondeo.

Al mediodía hemos ido a firmar el contrato de nuestro piso, ¡qué emoción! Ahora sólo falta que saquen los muebles y, el miércoles, nos dan las llaves y las tarjetas de acceso para la piscina, gimnasio y aparcamiento. No veo la hora de mudarme. Este fin de semana tocará ir a Ikea a por mi cama provisional.

El resto de la tarde ha estado relajadilla también. Con Ángel he ido a ver a Nitish, del departamento creativo, que me está ayudando con las invitaciones en árabe, un encanto. Hemos estado eligiendo el papel, toda una aventura; no sabía yo que era tan difícil.

Antes de irme, he dejado cerradas un par de cosas porque mañana no iré. Tenemos un seminario de Chalhoub, que no sé ni para qué voy. Pero bueno, es mejor obedecer hasta el final, ¿no?

En las clases de hoy, nos lo hemos pasado genial. Primero, le hemos dado cañan al derecho y al revés. Luego, en las voleas, Jacob me ha animado muchísimo porque dice que mi volea del revés es perfecta, estaba emocionado. Más lo estaba yo, claro. Al final, hemos estado jugando Osama y yo pero el muy hijo de su madre no hacía más que tirarme las bolas de esquina a esquina. He terminado muerta, claro, de tanto correr.

Ya en casa, la gran ducha, aunque el agua no tenía demasiada presión. Ya ni me molesto en quejarme, para lo que me queda... jajaja

He hablado un ratillo con mis padres y comprobado que Uns ha llegado de USA. A ver qué nos cuenta el fin de semana.

domingo, 14 de febrero de 2010

Ahora sí que tenemos casa

Esta mañana ha venido Joe con un regalo para Salma y para mí, por San Valentín. Es un bolígrafo rojo con cascabeles, muy gracioso. Así hemos estado entretenidas toda la mañana.

Yo no he parado de coger el teléfono. Por una vez, los agentes me devolvían las llamadas. Osama también estaba llamando a gente. Además, anoche volvió a ver el anuncio del apartamento que visitamos el jueves. No entendemos muy bien a qué están jugando. Pero hemos quedado con él para verlo a las 13:00.

Mientras Osama quedaba con ellos, yo iba a ver otros dos pisos, que no me han gustado nada de nada. Luego me he reunido con ellos y, claro, ha flipado un poquito al verle. Ya nos ha contado la historia del viernes. Y, aunque él no haya tenido la culpa, le hemos hecho ver que no fue profesional su forma de tratarnos; nos tendría que haber llamado y explicado. Al final, todo arreglado, dueño convencido y depósito pagado. Mañana firmaremos el contrato, genial. Así que ¡ya tenemos casa! Dejo unas fotos de las vistas desde el salón.



De vuelta a la oficina, he pasado a por un sadwich, que estaba muerta de hambre.

Estaba aquí Fidaa, de Chanel. Como es San Valenín, ha venido con una camisa blanca con un corazoncito bordado en rojo. Tremendo.

He terminado una cosa para Evian y he salido pronto para ir a ver a Emilie. Hoy le han contestado que no de un trabajo que le apetecía mucho. No quiero ni pensar en lo que pasará en las próximas dos semanas. Ahora que vamos a ser vecinas de nuevo, se vuelve a París.

Esto es lo malo de Dubai. La gente viene y va, no es una ciudad para toda la vida.

Ya en mi casa, he charlado con mis padres para contarles del piso y de la sorpresa del fin de semana. Luego he estado chateando con mi prima Marta, aunque Jaime con sus lloros nos interrumpía de vez en cuando.

sábado, 13 de febrero de 2010

Todo lo bueno llega a su fin, una pena

Pero qué bien se duerme aquí. Sólo se oyen los pájaros, qué gusto. Me he despertado sobre las 7 o así, que se veía la puesta de sol desde la cama, un placer. Luego he vuelto a planchar la oreja hasta las 9.

Habíamos quedado con los chicos en el desayuno, antes de salir para el mini-safari. Christelle, simpatiquísima, nos ha llevado por los diferentes carriles para ver las gacelas y los orix. También nos ha estado contando la historia de este resort, que lleva 11 años abierto.

Luego, vuelta a la suite para recoger las cosas, menuda pena. Ya toca volverse a Dubai. Aunque, para aprovechar al máximo, nos quedamos un rato en la piscina y, después de comer, un buen masaje en el SPA.

Nos han dejado como nuevos, qué gustazo. Ya nos podemos volver a Dubai totalmente relajados.

La experiencia no ha podido ser mejor, la verdad. Como es tan exclusivo, sólo tiene 42 suites, te hacen sentir como en casa todo el tiempo, es una maravilla. A ver si podemos repetir pronto.

De vuelta a Dubai, iba haciendo llamadas a inmobiliarias a ver si conseguíamos ver algún apartamento pero no ha habido suerte. Todos nos decían que volverían a llamar pero ninguno lo hacía.

Así que nos hemos quedado en casa de Osama viendo un par de capítulos de Friends. Me he vuelto a casita temprano. Parece mentira pero estoy cansada, será de no hacer nada.

viernes, 12 de febrero de 2010

¡Sorpresa!

Llegó el día de la sorpresa, por fín. Y aún estoy perdida, aunque creo que pinta que vamos a Musandam, en Omán.

Primero, tocaba levantarse temprano para quedar con el chico de ayer y pagarle la señal del apartamento. Pero no ha habido forma de que contestara al teléfono. Para hacer tiempo, Osama ha ido a pelarse.

Antes de quedar con Jad, hemos visto otro apartamento por si acaso. También nos ha gustado mucho pero la segunda habitación no tiene armarios, así que nada.

Farshad, el agente de ayer, seguía sin dar señales de vida. Le hemos mandado un mensaje para quedar el sábado.

Hemos quedado con Jad y Aki para ir rumbo al destino desconocido. Ninguna de las dos teníamos ni idea de dónde íbamos. Para colmo, mientras conducía, yo iba diciendo dónde creía que iba y Osama, para despistarme, me decía que no tenía ni idea. Cuando, en realidad, iba muy bien encaminada.

Al coger la salida, no podía creérmelo: ¡vamos a Al Maha! Es un resort en mitad del desierto, rodeado de arena y con suites independientes en forma de tienda beduina. Pero claro, con todo lujo de detalles, es impresionante. Está en mitad del Centro de Conservación del Desierto de Dubai, pura naturaleza vamos.

Para empezar, te recogen en la entrada del parque. Tienes que dejar tu coche allí, eso sí, en un aparcamiento cubierto. Y te llevan al hotel en un 4x4 a través del desierto, a unos 5 km.

Por el camino, Christelle, nuestra guía, nos va explicando las diferentes actividades que tenemos y su recomendación. Ya están planeadas: paseo en camello para ver el atardecer y mañana un safari para ver los animales.

Al llegar al edificio principal, donde está la recepción, nos reciben con una toallita fresquita y un zumo de frutas. Por supuesto, nos llaman por nuestros nombres, increíble.

A Osama se le había olvidado la cartera en el coche. Pues no hay problema, rápidamente mandan a alguien a recogerla.

Mientras, nos llevan a nuestras suites. Allí ya flipamos del todo. Tienen piscina privada, con temperatura controlada por supuesto. Por la noche, la suben un poco para que no esté tan fría, increíble. Están pendiente de todo detalle: unos prismáticos, un plato con frutos secos, un atril con un bloc y lápices de colores para pintar, etc. Ahí dejo unas fotos, que hablan por sí solas.




Hemos comido en la misma habitación, que nos han preparado la mesa con lo que habíamos pedido, increíble.
A las 17:00 hemos ido a montar en camello para ver el atardecer. Íbamos dos por camello, muy divertido. Un paseíto de 20 minutos hasta llegar a una de las dunas donde nos esperaban con un champán, fresas y frutos secos. Están en todo, es alucinante.
Después de ver la maravillosa puesta de sol, vuelta en camello al hotel. Un bañito para quitarme la arena y recogemos a los chicos para ir a cenar.
Antes, el idiota de Farshad me ha mandado un mensaje para decirme que había otro interesado en el apartamento y pagaba el depósito esa misma tarde. Va listo si cree que me va a arruinar el fin de semana. Mañana nos pondremos a buscar de nuevo y ya está.
La comida está buenísima. Yo he tomado un paté y un pescado, que estaba riquísimo. El camarero, encantador, sabía de antemano que era alérgica a la leche, he flipado. Me iba dando alternativas para los platos que tuvieran queso o nata, un encanto.
Por supuesto, existe la opción de ir a cenar en mitad del desierto. Ellos preparan todo, con alfombras y cojines; te dejan allí con un teléfono inalámbrico para que, cuando quieras volver, vayan a recogerte.
Hemos estado a punto pero nos han dicho que en esta época hay un poco de viento y no garantizan que estemos lo suficientemente bien. Ya volveremos.
Después de cenar nos hemos dado un paseíto para poder bajar la comida y a darnos un chapuzón en la piscina. A dsifrutar toca, que estoy encantada con mi sorpresa.

jueves, 11 de febrero de 2010

Parece que tenemos piso

Esta mañana me reía yo solita de lo pava que soy. Cuando bajaba en el ascensor, intentaba recordar si había aparcado en la primera o en la segunda planta del aparcamiento. He tardado un minuto en darme cuenta de que el coche lo había dejado anoche en la oficina, ¡qué despiste más grande! Así que me he ido dando un paseíto de lo más agradable.

El día ha estado bastante más tranquilo que el resto de la semana. Hoy Joe ha venido más tarde, no sé qué asunto tendría entre manos.

Yo he tenido una reunión con Khalil, de Evian. Tiene algunas preguntas que sacan de quicio a cualquiera, de verdad. Y eso que ya voy armada de paciencia.

A mediodía me he escapado a ver dos apartamentos. Hemos quedado con Nadia, que es toda una profesional, da gusto con ella. Pero los que nos ha enseñado no nos acababan de gustar, una pena. Estamos intentando ver uno en una torre, pero no hay forma; cada vez que llamamos, ya se han alquilado.

El resto de la tarde he estado terminando unas modificaciones del plan de Evian. Al mismo tiempo, iba llamando a algunos agentes para intentar entrar en las famosas torres. Milagrosamente, lo he conseguido.

A las 17:30 he salido pitando para ir a ver un apartamento en "The Links", que así se llama el edificio. Nos ha encantado. Y eso que no estaba nada bien amueblado. Pero ya nos ha dicho que el dueño nos quita cuantos muebles queramos. Tiene unas vistas maravillosas al campo de golf.

Como somos tan cabezotas, hemos querido ver otro en el edificio de al lado, que también tiene fama de ser estupendo. Nos acercamos a verlo pero no nos convence. El salón es enorme, demasiado grande, mientras que las habitaciones son enanas. Así que decidido: nos quedamos con el de la planta 24. Mañana iremos a pagar la señal para que nadie nos lo ventile.

Luego he quedado con Emilie y Miriam, una antigua compañera del colegion inglés donde estudié. Aunque era 3 años más pequeña que yo y ya hace unos 19 que dejamos ese colegio, nos hemos reconocido las caras estupendamente, parece mentira. Ella llegó a Dubai hace 3 meses para incorporarse al Acuario del Dubai Mall. A ver si a partir de ahora quedamos más a menudo.

He terminado el día muerta y matada, esta semana me ha pasado factura. Así que directa a casa, a hablar un ratito con mi madre y a dormir temprano. Antes, a hacer la mini-maleta, aunque aún no tengo ni idea de dónde voy. He intentado hablar con Aki, la novia de Jad, para ver qué se iba a llevar ella, porque vamos los 4 juntos. Pero tiene tan poca idea como yo.

Mañana os contaré la sorpresa por fin.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Bukra al khamis

Eso, que significa "mañana es jueves", es lo que digo todos los miércoles al dejar la oficina. Pues esta mañana, al llegar, es lo primero que he dicho. Para que os hagáis una idea de las ganas que tengo de fin de semana. Ha sido mucho trajín el que llevamos estos días.

Hoy, a pesar de haber tenido otra llamada con el cliente, parece que la cosa está más tranquila. Al menos para nosotros, porque aún no han llegado a la parte online. Sólo la han tocado por encima. Además, nosotros no tenemos datos para hacer las evaluaciones así que nos libramos un poco.

Por la tarde, con otra llamada, ya les han vuelto a liar. El pobre Carlos está que ya no puede más. Otra noche en la oficina, y van 4 seguidas. Es desesperante.

Lo más gracioso del asunto es que el cliente viene la semana que viene a Dubai. No sé qué van a hacer en la oficina porque le han dicho que somos una barbaridad de gente trabajando en la cuenta y no llegamos ni a la cuarta parte del número que han dado. Les veo contratando a actores, jeje.

He aprovechado la calma para salir prontito, que no sabemos cuándo volverá a pasar.

Ha venido Osama a recogerme para ir a cenar con sus tios, que se lo prometimos el sábado. Les hemos llevado a la zona del río, para dar un paseíto y cenar unas tapitas árabes muy ricas.

Se estaba muy bien, aunque caía un poco de humedad. Al final nos hemos quedado como un pollo.

Luego les hemos dejado en su hotel y vuelta a Marina. Yo iba tan cansada que era incapaz de recoger mi coche en la oficina. He caído en la cama como un bebé.

martes, 9 de febrero de 2010

Practicando la volea

Menudo aburrimiento con el mismo cliente. Espero que esta semana esté terminado ya el plan con todas las revisiones posibles. Eso sí, cuando lo aprueben, si es que lo aprueban, nos va a dar algo. Poner esas dos campañas en marcha va a ser una auténtica pesadilla. Y seguimos sin contratar a nadie para online, esto va a ser la guerra.

He comido pasta delante del ordenador, con Carlos. Comentando lo mal que está España, nos ha entrado un poco de bajón. Tal y como están las cosas, más vale que nos quedemos por aquí una temporadita. A ver si en la madre patria se convocan elecciones generales de una vez, bastante falta que hace. Es una auténtica tristeza leer las noticias.

Después de comer, ya he terminado con Hyundai. Por ahora, claro, porque fio que mañana habrá más cosas que modificar.

Salma me ha ayudado con el plan para Evian, que lo tenía que haber enviado el jueves pasado pero, claro, como no lo hiciera mientras dormía, no sé cuándo. También he estado adelantando algo de Chanel; otro al que tengo abandonado.

Me ha llamado Nadezda, la chica de la inmobiliaria. Ya nos está buscando algunos apartamentos para visitar por la zona que queremos. Es una auténtica profesional, así da gusto. A ver si conseguimos escaparnos a mediodía para ir viendo algunos.

Hoy sí que no estaba dispuesta a perderme la clase de tenis. Los 10 primeros minutos he estado sola, que Osama ha llegado tarde. He estado jugando con Jacob, practicando el revés y la derecha. Luego, hemos aprendido la volea, tanto del revés como del derecho. La verdad es que cada vez nos lo pasamos mejor.

Luego a casa, a darme la gran ducha y a dormir prontito, que aún tengo que recuperar sueño. Ya queda menos para el viernes.

lunes, 8 de febrero de 2010

Más Hyundai

Da gusto levantarse a las 9:15 de la mañana, aunque yo habría podido seguir, por supuesto. Pero ya me desquitaré el fin de semana en el destino sorpresa. Es mi siguiente motivación.

Me he levantado tan tarde porque tenía consulta a las 10:30 y, con lo que hemos currado en estos días pasados, he decidido ir directamente.

Al llegar a la oficina, como ya eran las 11:50, no había quien aparcara, ha sido mortal. Tanto que he tenido que dejarlo en el valet parking, apoquinando 8 euros.

Ha habido otra llamada con los de Korea y nos han vuelto a pedir más cosas. De momento, sólo se han centrado en offline, no han tocado la parte online. Pero, como nos las vemos venir, tenemos que ir reaccionando a tiempo.
Menudos últimos meses me esperan. Eso sí, no puedo estar más convencida de la decisión que tomé hace tiempo.

Por supuesto, hemos comido delante del ordenador y a toda pastilla, para poder seguir con la cuentecita de las narices. Si no se mintiera tanto en los concursos, no estaríamos en estas.

Por la tarde hemos tenido reunión con Air France para ir planteando el 2010. Ahora mismo, lo más urgente, es la campaña de promoción de la nueva ruta: Abu Dhabi-París.

He tenido que llamar a Jacob para aplazar el tenis a mañana, que pienso ir sí o sí. Luego no he salido tan tarde, a las 20:30; pero pintaba peor la cosa.

Con estos horarios que llevo últimamente, no me da tiempo de hacer nada. Sólo he ido un ratito a casa de Osama y, ya en la mía he charlado un rato con mis padres antes de dormir. Aunque ya sabía que los viajeros habían llegado bien, me han puesto al día de lo cansados que estaban, pobres. Pero bueno, que les quiten lo bailado, ¿no?

domingo, 7 de febrero de 2010

Café en vena

A las 4 de la mañana estaba el impresentable de mi vecino dando guerra otra vez. No veo la hora de mudarme, en serio. En cuanto encuentre casa me mudo vamos, no pienso esperar ni un día extra.

He ido a la oficina como un zombie, claro; no podía ni con mi alma. Han caído dos cafés para poder espabilarme, que se me caían los ojos.

Nada más terminar la llamada con Korea, malas noticias. Hay que profundizar en el análisis y responder a todos los porqués que les han surgido. Así que hoy nos toca currar como negros de nuevo.

A mediodía me he escapado a comer con mi tía Blanca, que le ha dado por plancharme la ropa, que mona. Pero ha venido de vacaciones, no quiero que haga nada.

La tarde ha sido mortal de necesidad. Analizando, estimando, analizando más, sacando datos de donde no tenemos. Lo hemos tenido que dejar para tontos. Además, como el cliente no está aquí físicamente, es muy difícil. Todo es por teléfono o por correo electrónico.

Me han terminado dando las 22:30 en la oficina. Mientras yo curraba, Osama se ha llevado a la familia al mall a terminar con las últimas compras y a cenar en un árabe, para despedirse del humus.

Nos hemos reunido en el aparcamiento del mall para ir directos al aeropuerto. Menuda rabia no haber podido disfrutar de la última tarde con ellos. Pero el 30 de abril está cada vez más cerca, no veo la hora de que llegue.

En el aeropuerto, no han podido llevarse las bolsas de golf que les regaló Osama. Por lo visto en Brittish Airways, sólo pueden facturar un bulto por persona. Cada vez están poniendo más dificultades para viajar, de verdad. Suerte que existen otras compañías que facilitan las cosas, por ejemplo KLM y Emirates.

Después de despedirnos, hemos tirado cada uno para nuestra casa. Hoy, literalmente, he llegado reptando a la camita, no podía ni con mi alma. Tenía hambre pero no era capaz de hacerme ni una tortilla, ya desayunaré mañana.

sábado, 6 de febrero de 2010

Terminando con las compras

Hoy toca comida en casa de los padres de Osama. Como aquí se come pronto, a las 13:00, había que salir temprano para comprar antes unas flores y unos dulces.

Han venido también unos tios de Osama que vienen en Londres y vienen una vez al año. Como dicen ellos, para coger algo de sol. Por ahora, poco sol llevan porque está nubladísimo.
Para variar, nos hemos puesto como el quico, menuda forma de comer. Han hecho un plato especial que es como una tortilla enorme de arroz.

Después de comer, con una modorra tremenda, nos hemos ido a Misa de 17:00 en la Parroquia de St. Mary's, que como vayamos con el italiano, nos dormirmos todos, jajaja.

De allí hemos ido a Karama a comprar relojes a nuestro amigo Sameer. Menudas risas nos hemos echado a la hora de pagar. Para poder pagar con tarjeta, nos ha llevado a la tienda de al lado y, típico de mi tia Blanca, ha terminado comprando más cosas. Sameer no podía parar de reírse.

No hemos terminado tan tarde como me esperaba, así que mejor. Nos fuimos a cenar al Royal Miraga por fin, cenita tempranera a base de tapitas árabes. Por supuesto, no podía faltar la shisha. Esta vez han probado sabores nuevos: limón, naranja y fresa. Emilie ha estado cenando con nosotros también.

Desde allí he hablado con mis primas, Marta y Lola, que estaban comiendo juntas hoy, qué envidia. Me ha cogido el teléfono mi ahijada, que me la voy a comer un día.

A las 22:30 ya nos hemos retirado, que los currantes madrugamos mañana. Menuda pena que se vayan ya. Menos mal que yo voy en un mesecito de nada.

viernes, 5 de febrero de 2010

Compras y más compras

Hoy también nos toca un día movidito. Hemos amanecido tempranito para no perder mucho tiempo.

Primero hemos ido a ver el Burj Al Arab de cerca, para que se hagan la foto de rigor. Mi hermano, con la bandera del Xerez a cuestas para los sitios emblemáticos, está fatal.

Hemos dejado a los chicos en el Al Qasar dispuestos a acabar con las existencias del brunch, aunque no creo que lo consigan. No están preparados para ese nivel.

Nosotras, con Osama, nos hemos ido a la parte de los zocos a comprar pashminas y telas. Primero, al zoco textil. Hemos comprado unas cuantas para llevar a toda la familia, que no es pequeña.

Paramos a comer en una cafetería, que nos hemos tomado unos zumos de sandía buenísimos. Ya hemos recuperado energía para seguir con las compras.

Siguiente parada: Satwa. A por las sedas, que hemos comprado unas 15 telas o más. Para nuestra alegría, estaban de rebajas. Así que hemos arrasado.

Los comilones nos esperaban en el Dubai Mall, que han intentado subir a la torre pero no quedaban entradas. Bueno, al más puro estilo Dubai, si pagaban 80 euros, podían subir sin problemas, sin hacer cola. Pero las entradas corrientes, de 20 euros, ya se habín terminado. Menuda forma de hacer negocio.

Aprovechando las grandes rebajas, hemos hecho unas compritas varias antes de salir a ver la fuente. Están impactados también con el espectáculo.

Los chavales se han ido a Sega Republic mientras nosotras nos encontrábamos con Emilie. Luego nos unimos todos a cenar en un sitio de pescado que hay justo en la terraza de la fuente. No pienso volver, desde luego. El servicio no ha podido ser peor. La camarera filipina era una borde de cuidado, no dejaba de repetirnos que cerraban a las 11 en punto. También hay que ser imbécil para cerrar a esa hora en un sitio tan turístico y durante el fin de semana. Ellos sabrán. A mí no me vuelven a ver el pelo.

Aunque parezca mentira, después de cenar hemos seguido comprando. La culpa es de Emilie, que me dijo que en Massimo estaban las cosas a 70 dirhams, 14 euros al cambio. Yo me he comprado una blusa verde de seda, monísima. Han venido Maan y Jafar a saludarnos, que iban de camino a un bar por la zona.

Ya eran las 12 de la noche, con la tontería. Íbamos a tomar un completo en el patio de un hotel cerca pero al final se han quedado sólo Tomás y Javier, que el resto estábamos muertos.

Llegando a casa, nos los hemos encontrado, que llegaban en un taxi. Por lo visto, como estaba lloviendo, el patio lo han cerrado. Así que se han quedado sin completo, una pena.

jueves, 4 de febrero de 2010

Sin parar un segundo

Ahí he dejado a mi tía Blanca durmiendo como un tronco y yo me venía a a la oficina como una pringada, a terminar el marrón.

Toda la mañana he estado con el plan para Hyundai hasta que a las 12:30 lo he terminado por fín. Luego he ayudado a Joe con el del otro modelo.

Mientras, los visitantes estaban en el Mall of the Emirates dando un paseo. El tiempo no podía estar peor, con tormenta de arena. Me da a mí que se van a quedar sin playa.

Sobre las 14:30 me he escapado un momento a verles para comprar una tarjeta de teléfono, que la que tenía ya no funciona, debe estar caducada. Allí los he dejado en manos de Macho, el guía del desierto, que se los lleva a dar un paseo y bajar dunas con el coche.

De vuelta en la oficina, he empezado a trabajar en el plan de Evian para que la semana que viene no tenga el mismo problema que esta; nada de terminar planes a toda pastilla.

He salido prontito para comprarles desayuno para estos días, aprovechando que no habían llegado aún. Antes de salir, me ha escrito Joe para decirle que hemos ganado la cuenta de Bvlgari; buenas noticias.

Macho los ha dejado de nuevo en el mall. Venían encantados de la vida, han disfrutado de las dunas como enanos.

Me he reunido allí con ellos para cenar en Karam, un libanés buenísimo. La idea original era ir al Royal Mirage pero temíamos que fuera a llover.

Tia Blanca y yo hemos ido a chequear un par de tiendas que están al 60% y 70% de descuento. Aquí, cuando hay rebajas, son las de verdad, se encuentran chollos buenísimos.

Osama se ha unido a cenar con nosotros, que venía del gimnasio. Se ha encargado él de pedir las tapas, que para eso es su terreno. Para variar, nos hemos puesto como el quico, es que está todo buenísimo.

Después no podía faltar el completo, claro. Para no repetir, esta vez hemos ido a una terraza en Atlantis, que se está de vicio. Los chavales con su gin-tonic y su shisha y mi tia con su mojito y, por supuesto, otra shisha. Nos hemos hartado de reír. Con este trío, la diversión está asegurada.

A la 1:30 nos hemos ido a casa, que estábamos reventados, sobre todo los que hemos trabajado hoy.

miércoles, 3 de febrero de 2010

¡Ya están aquí!

Esta mañana he estado tan feliz hasta abrir el correo de la oficina; nos ha llegado un marronazo de los que hacen historia. Tenemos que preparar dos planes bastante grandes para dos lanzamientos de Hyundai. Y, ¿para cuándo? Para mañana antes de las 12:00, claro.

Así que ha sido un día movidito. Nos hemos puesto los tres a currar en los planes como locos. Menos mal que me han ayudado ellos dos, sino, me toca quedarme toda la noche.

Entre plan y plan, con el agobio, al menos nos hemos echado unas risas, que es la mejor terapia para el agobio.

Por supuesto, hemos comido delante del ordenador, no quedaba otra. Además, no sé si es por el agobio, pero hoy tenía más hambre que nunca. Debía ser el esfuerzo intelectual, jajaja

Hemos terminado a las 20:30, bueno no del todo porque aún estamos esperando un par de propuestas de soportes.

Duraid, de Jeeran (una de las páginas web que utilizamos) nos invitaba a cenar hoy, después de decirlo durante un año. Además, nos ha traído un regalo a cada uno: un iPod shuffle. Todo un detalle, la verdad. No nos lo esperábamos, es un regalazo.

Nos ha llevado a un libanés en la zona del Burj Dubai, perdón Khalifa, que no me acostumbro. Se llama Mezza House. La verdad es que hemos cenado divinamente, a base de tapitas árabes, que me encanta.

Yo les he dejado allí charlando y me largué al aeropuerto a recoger a mi hermano, mi primo y mi tía. Quedé con Osama en la gasolinera para ir juntos.

Han tardado un rato porque, al parecer, la cola en el control de pasaportes era tremenda. Debe ser que el turismo está remontando porque últimamente, estaba mucho mejor la cosa. Me he arrepentido de no haberles contratado el servicio de bienvenida.

De camino a casa, les iba enseñando los diferentes edificios, aunque de noche sólo se ven luces y más luces. Aún así, debe impactar mucho la llegada.

Ya en casa, los chicos se han instalado en su apartamento y nosotras nos hemos ido a mi casita. Una charlita antes de dormir, que nos han terminado dando las 2 y pico de la mañana. Vamos, que en 6 horas tengo que estar de nuevo en la oficina.

A ver mañana cómo se lo pasan.

martes, 2 de febrero de 2010

Un día más

Hoy me he levantado que parecía que estaba en la plaza de un pueblo antiguo. En la obra de en frente de mi casa están tirando unos tubos de acero por el suelo y suena exactamente igual que un campanario de una Iglesia antigua.

En la oficina está la cosa mucho más entretenida, con bastantes proyectos por terminar. Se esperan unos días moviditos, la verdad.

Me ha llamado Pierre, el jefe global, para comentar mi salida de la compañía. La verdad es que ha estado encantador, dejándome la puerta abierta para cuando quiera volver.

He comido con Yves-Michel, que me ha contado cosas interesantes. Puede abrirse una oportunidad de trabajo ahí, a ver qué pasa. Hay que dar tiempo al tiempo.

La tarde ha estado bien movidita, terminando una cosa urgente para Mango y preparando una petición de material para Chanel. A este paso, me voy a plantar en el 30 de abril sin darme cuenta. No veo la hora de que llegue.

He salido de la oficina directa a la gasolinera, que ya estaba en reserva. Ahora han cambiado la medición de galones a litros, así que me entero más. Han entrado 51,11 litros en el depósito y me ha costado sólo 13 euros, de risa ¿no? Y eso que ha subido. Recuerdo que, cuando llegué, eran unos 9 euros.

En casa, he calentado una crema de calabacín para cenar, mientras recogía la casa para mi invitada, que la tengo un pelín descuidada. Mañana vendrá Lilly para darle un buen repaso.

Qué ganas de ver a la familia mañana.

lunes, 1 de febrero de 2010

Vuelta al tenis

No sé porqué pero hoy me ha costado horrores levantarme. Además, como no plancho, pues el vestirse se convierte en un dilema. Estoy desarrollando una creatividad nunca vista, jajaja.

Por la mañana he estado chateando con mi hermano, que ya le queda menos. El miércoles por la noche llegan. Por cierto, que ya tengo sus entradas para el golf, por duplicado; puede elegir.

He terminado un informe para Credit Suisse. Bastante sencillo puesto que en 2009 sólo tuvimos una mini-campaña.

Hoy toca de comer pasta, que por la tarde tenemos clase de tenis y Jacob, el profesor, nos dice el menú del día. Es graciosísimo.

Ya tengo cerrada la comida con Yves-Michel mañana. A ver qué nos contamos y cómo pinta la cosa. Yo tengo que tener mis opciones abiertas, desde luego.

Por la tarde me he hartado de reír con una foto que me ha mandado Marcos. Es de mi ahijada, Lola, con su hermano sentado en la sillita de su muñeco. Están para comérselos.

A las 18:30 me he largado a casa a cambiarme. Mientras llegaba Osama, he estado haciendo mi sesión diaria de la DS así, cuando vuelva, me dedico a la lectura.

En clase, hemos notado que el lunes pasado nos la saltamos; estábamos más lentos. Pero la mejor parte es cuando hemos jugado el uno contra el otro. Nos lo hemos pasado muy bien, que es de lo que se trata.

Nada más llegar a casa, me he dado la gran ducha. He hablado un rato con mis padres y a leer hasta que me he quedado frita.