Esta mañana, mientras esperaba a que llegara la de la agencia inmobiliaria de mi edificio para ver mi estudio, he estado poniendo cosas en cajas. A lo tonto, he llenado 4 cajas ya. Claro que, sólo con la docena de juegos de sábanas de mi madre, ya tengo para 3 cajas.
Ya en la oficina, la mañana ha sido movidita, no he parado. Primero reunión con un soporte, luego con Houda para darme un briefing nuevo y Khalil, de Evian, llamando cada media hora con sus preguntas básicas.
He bajado a comer con Carlos al solecito, que el aire de la oficina está a tope y nos quedamos helados.
Por la tarde, he estado terminando un plan de medios para Air France, que lanzan la nueva ruta: Abu Dhabi-París.
Me he ido prontito porque había quedado con otra chica que quería visitar mi estudio. Esta era mucho más agradable y simpática que la otra y parece que sí se lo va a quedar, a ver.
Luego me he cambiado para ir a clase de tenis con Jacob. Como Osama no ha podido venir, he terminado reventada, me ha hecho correr como una tonta. La segunda parte de la clase, me ha enseñado a sacar. Tiene más paciencia que el Santo Job vamos. De los 20-30 que he tirado, han salido unos 4 buenos y 3 muy buenos, así que puedo estar contenta.
Derecha a casa a darme la gran ducha, que hoy he sudado la gota gorda. Ha venido Osama para terminar de enviar las guías en inglés y mirar un par de cosas para el piso nuevo.
He intentado llamar a mis padres pero, por alguna razón, el messenger no funcionaba y, para colmo, me quedé sin saldo en el teléfono. Mañana me contarán de la escapada a Madrid de mi madre.
lunes, 22 de febrero de 2010
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