martes, 30 de septiembre de 2008

Pringando en la oficina

Esta mañana era la única pringadita que iba por la calle a las 8:15 de la mañana. Eso sí, he aparcado en la misma puerta. Por supuesto, no había nadie en la oficina.

He terminado una cosa que era urgente para Pequignet y contestado un par de correos de Credit Suisse, que sino se ponen como una furia.

A las 10:15 estaba lista. Paso rápido por la gasolinera para dejar pagada la cuenta de la luz antes de irme. Y de ahí a desayunar algo a Paul, que estaba que me moría de hambre.

Al llegar a casa, he intentado dormirme una siestecita pero no ha podido ser. Estaba agotada, me dolía la cabeza pero no conseguía dormirme, un coraje espantoso.

He sacado la tarjeta de embarque para mañana, así no hay problemas de ningún tipo. Cuando tres cuartas partes del país se está yendo de vacaciones, mejor no arriesgar. Por la tarde, he ido a imprimirlas a la oficina. Algo de bueno tenía que tener eso de estar al mando de la llave, jeje.

Luego he estado planchando cosas para llevarme al viaje y charlando con mis padres, mi tía y mis sobrinos. Esta vez hemos conseguido ponernos de acuerdo.

Por la noche he quedado con Omar, Andrés, Jeremy y Margarita. En principio, íbamos a ir a Casa, el sitio del otro día pero, al final, hemos preferido cercanía. Yo no iba a aguantar mucho, Jeremy tampoco que el pobre trabaja mañana a las 7. Así que nos hemos quedado en el Radisson de Media City. Intentamos ir a la terraza de arriba, que es muy agradable, pero está cerrada aún; abren mañana.

Y de ahí, dejo a cada uno en su casa y me vuelvo a la mía para terminar la maleta. A la vuelta contaré qué tal en Estambul. Todo lo que oigo es positivo, espero que no defraude.

Hasta el 5 de octubre, si Dios quiere.

lunes, 29 de septiembre de 2008

De cumple

Hoy, por ser mi cumpleaños, me he regalado unos minutos más en la camita. Ayer le dejé la llave a April, de recepción, con toda la intención del mundo.

Nada más llegar, tenía un correo de Gelynne, de recepción de Euro, felicitándome por mi cumpleaños, un encanto. Detrás, ha venido April, Dany y Sindhu. Yo empezaba a estar avergonzada, soy así de pava.

El resto de la mañana no he parado de recibir mensajes, correos y felicitaciones, ¡qué gusto! Entre los que se acuerdan, que son muchísimos, y que el facebook es un chivato, no he parado en todo el día.

Joe y Rayan se han estado haciendo los despistados hasta que me han sacado dos tartas para que soplara las velas. Es la tradición aquí. Todos se reían de lo roja que estaba, normal. Pero me ha encantado el detallazo. Luego me han confesado que lo sabían desde ayer pero querían darme la sorpresa. Son todos un encanto.

Al dejar la oficina, he bajado con Lama. Me decía que, si esta noche anunciaban que Eid (final de Ramadan) es mañana, entonces no tendremos que venir a la oficina. Así que todos pendientes de las noticias, claro. Eso sí, si mañana es fiesta, tendremos que venir un sábado para compensar el día extra.

Por la tarde, he pasado por casa para charlar con mis padres. Por lo visto estaban mis tíos y sobrinos también pero se han cansado de esperar a que yo llegara. Mañana ya hemos quedado a una hora fija. Con la que sí he hablado un rato es con Marta y las niñas, que están para comérselas.

Efectivamente, se ha confirmado que Eid es mañana. Los observadores de la luna han llegado a la conclusión de que ya es la hora. Esto es un poco de pitorreo. Digo yo que se sabrá con antelación cómo está la luna, ¿no? Astrológicamente se puede predecir. Nuestra Semana Santa también depende de la luna y lo sabemos con años de anticipo. Bueno, que mañana voy a ser la única pringada en la oficina. Tengo que cerrar un par de cosas. Y, claro, el supuesto sábado a mí no me va a tocar.

Luego me ha llamado mi prima Rosario. La verdad es que no he parado en todo el día. Me he ido a ver a Emilie a su casa, que está haciendo maletas y sigue con su resfriado, pobre. Ha venido también Susana y Osama.

Hemos intentado ir a tomar algo al paseo de JBR pero, como eran ya casi las 12, estaba todo a punto de cerrar. Desde ahí he hablado con Dani y Laura y, luego, de vuelta a casa, a dormir. Bueno primero a contestar más mensajes y correos.

Muchísimas gracias a todos de nuevo.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Reunión cancelada

Sabiendo que la semana dura sólo cuatro días, se levanta una con otro cuerpo, ya podían ser todas igual. Además, la mitad de la gente está fuera ya, así que espero sea tranquilita.

He empezado a recibir mensajes de felicitación por mi cumpleaños, que es mañana. ¡Qué alegría que la gente se acuerde!

En general, el día en la oficina ha ido bien. Teníamos reunión con L'Oreal a las 4 en sus oficinas. A mí, durante el fin de semana, se me había olvidado y he venido en vaqueros. A eso de las 3 he ido corriendo a casa a cambiarme y, cuando estoy llegando de nuevo a la oficina, me llama Joe para decirme que la habían cancelado, manda narices. Es la tercera vez que nos lo hacen. Lo peor es que Maya, de MPG, lo sabía desde las 2 y no se le ocurre decirnos nada. Menos mal que no nos hemos plantado en las oficinas, quedaríamos fatal. Eso sí, vendemos integración.

Total que he estado terminando unas cosas y a las 5 he salido corriendo para ir a Misa. Ya me he anotado el día y la hora a la que no tengo que ir porque, lo siento, este cura italiano me saca de mis casillas. Habla a dos por hora y como si fuéramos imbéciles. Eso le quita la afición a cualquiera.

De ahí he quedado a tomar algo en un sitio nuevo: el Deli shop, en Grosvenor House. Ahora nos ha dado por explorar y conocer nuevos sitios, que los de siempre cansan un poco. Éste nos ha gustado pero tampoco para tirar cohetes.

Después nos hemos subido al bar 44, que no es mucho de mi devoción pero entre semana está mucho mejor, he de reconocer. La pobre Emilie tiene un resfriado tremendo y el martes por la mañana se va a París por trabajo. Nos ha estado contando la agenda que tiene y más vale que se recupere. Eso sí, en noviembre se va con su departamento a Brasil, de viaje de incentivo por el esfuerzo durante el año. Ahí sí que no nos da ninguna pena.

Y a casa temprano, que he estado charlando con mis padres, después del fin de semana en Madrid con jura de bandera incorporada. A ver si encuentras las fotos y me mandas alguna.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Tarde de cine

Anoche, cuando ya estaba dispuesta a dormir, mi vecino con ganas de marcha. Así que terminé durmiendo como a las 5 de la mañana, una gracia. Eso sí, hasta las 2 de la tarde no me he puesto en marcha.

Empiezo por arreglar un poco el estudio, como todos los fines de semana. Chatear un rato por el messenger y ver el correo. Llamar a Sarvin para felicitarla por su cumpleaños. Larga ducha, algo de comer y dispuesta a salir a la calle.

Primero a la Clínica de depilación láser, que me confirman que ya he terminado, se acabó por fín, libre.

Luego no había muchas ganas de demasiado jaleo así que nos hemos metido en el cine a ver Tropic Thunder. Bastante tonta y absurda pero, para un sábado por la tarde con sueño, te echas unas risas.

Y poco más, de ahí a dormir. Menos mal que esta semanita sólo tiene tres días.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Aprovechando el viernes

Esta mañana me he levantado temprano y descansada, un gusto. He estado limpiando los armarios, que los tenía un poco sucios. Aquí entra polvo por todos sitios, es un horror.

También he aprovechado para bajarme canciones por Internet, que tenía una lista bastante completita.

Me ha llamado Alfonso Estévez, con el que solía trabajar, para charlar un rato. Da gusto que aún se sigan acordando de una.

Luego he ido con Emilie al Mall a hacer un par de recados y comprarle el regalo a Sarvin, que mañana es su cumpleaños.

De ahí, hemos ido a la Villa 4 a despedirnos de los becarios, que se vuelven a España el domingo. Sólo estaba Álvaro y luego ha venido Sergio. Intentaremos pasarnos mañana para decir adiós a Darío y Pablo.

Seguimos la ruta hasta casa de Laura y Dani, para regarles las plantas y tirar un par de cosas que tenían en la nevera y se estaban poniendo malas. En la puerta tenían los periódicos de la última semana, a la basura también.

Y ya, al Al Manzil, al patio. Habíamos quedado allí con Susana, Bego, Katya, Giussepe. Emilie y yo hemos sido las primeras en llegar y nos ha tocado esperar a que nos dieran mesa. Mientras tanto, he llamado a mi prima Rosario, pero estaba con el baño del enano. He tenido más suerte con Marta y Marcos, que he charlado toda la familia, incluyendo a mi ahijada que me ha dicho claramente cómo se llama.

Después se me ha ido la cabeza y he llamado a mi hermano para preguntarle por la jura de bandera de mañana. Ha flipado en colores, claro. No entendía qué me estaba pasando pues por la mañana, en el messenger, le hablaba todo el tiempo de mañana, jajaja. Lapsus de los que me vienen a mí de vez en cuando.

En la mesa, se nos han ido uniendo gente: Maan, Osama y ¡Saleh! Que hacía una eternidad que no veíamos, me ha hecho muchísima ilusión. A ver si después de Ramadan organizamos más cosas. Nos hemos reído un rato resolviendo problemas matemáticos. Aquí dejo uno a ver quién es capaz de resolverlo:


1 1 1 = 6

La ecuación de arriba es cierta. Para solucionarlo, se puede utilizar cualquier operación matemática.

A las 12 nos hemos dividido porque se unían Omar y Getto y ya no cabíamos en la mesa. Como suele pasar en estos casos, la mitad de la gente se va quedando por el camino. Yo he estado a punto pero, al final, decidí pasarme un ratillo antes de ir a casa.

Nos ha costado un poco llegar porque Osama no tenía las coordenadas muy claras. 45 minutos de coche hasta llegar a un sitio nuevo, Casa, por la zona de Jumeirah. El sitio es chulísimo, con pufs en el suelo para tirarse tranquilamente y umar shisha. En el coche, Emilie y yo no podíamos parar de reírnos. Íbamos siguiendo a Osama y no parábamos de hacer cambios de sentido. Menos mal que nos ha dado por reírnos.

Tal y como avanzamos, hemos estado media horita, ni siquiera nos hemos tomado un zumo. Y, a las 2:30, de vuelta a casa, que estábamos muertas. Los chicos se han quedado resolviendo problemas de lógica y matemáticas, ingenieros que son.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Il yoom al khamis

O lo que es lo mismo: hoy es jueves, en árabe

Esta mañana me ha dado un coraje horroroso despertarme. Estaba soñando con mi ahijada, Lola. La pobre estaba castigada en la terraza pero no paraba de charlar, contándome, sin ningún remordimiento, lo que había hecho.

En la oficina, Georges, para variar, ha estado metiéndose conmigo a cuenta del herpes. Es la broma fácil está claro.

De nuevo, sin parar en todo el día, pero de buena naga. Cuando, a pesar del trabajo, las cosas salen bien, no me importa estar más tiempo.

Hemos recibido un correo de felicitación por las últimas cuentas ganadas. Al menos, los jefes están un poco más contentos, eso siempre anima.

Me he venido directa a casa, a ver si pillaba por fín a Ana en Skype. He tenido suerte y hemos estado charlando un rato, poniéndonos al día. Es un lujo esto de las nuevas tecnologías, así echo menos en falta a la gente.

Luego he hablado con mis padres también, que mañana se van de nuevo a Madrid. Estaba mi tía Rosario, un poco preguntona como de costumbre, jajaja. Un pequeño chateo con Marcos, que no para de trabajar el pobre, y con mi hermano que está tres cuartos de lo mismo.

Y, después, para empezar el fin de semana, hemos quedado en el paseo de JBR a tomar algo en una terracita. Se ve que el tiempo está mejorando bastante porque empieza a haber mucha gente fuera ya. Aunque hoy hacía aún un poco de humedad. Por eso tampoco hemos durado demasiado. Bueno también que se nota el peso de la semana y estamos todos agotados. Ha habido incluso un amago de ir al cine pero, claramente, nos íbamos a dormir en medio de la sala.

En vista del panorama, nos hemos ido a casa, mañana será otro día.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un año aquí

Hay que ver cómo pasa el tiempo, ya llevo un año aquí. El mismo día de la Vírgen de la Merced, patrona de Jerez. Muchas felicidades a todas las Mercedes.

En la oficina, un no parar hoy. Me han dado las 20:30 y porque la cabeza ya no me daba para más. Han llegado todas las creatividades de Credit Suisse y, por cada formato, hay tres diferentes, así que una locura.

Por la mañana ha venido Mark, de Al Bawaba, a hacernos una visita. También era casualidad porque Joe quería comentarle un problema con una web que redirige a un site en Israel. Parece una tontería pero aquí el bloqueo es una cosa muy seria. Por ejemplo, desde ningún país árabe se puede marcar el prefijo de Israel, no hay opción de llamar.

No me lo he terminado de creer pero, por fín, después de 20 mails y dos llamadas de teléfono a París, ha llegado el formato de YSL correcto. Hemos podido empezar la campaña.

La de Saks también está a punto. Si no fuera por el horario de Ramadan, estaría online hoy mismo.

Por la tarde, he estado con Credit Suisse al 100%. En pleno apogeo, ha venido Alain a mi oficina a charlar un ratillo. Resulta que se vuelve a Líbano a finales de Octubre. El pobre contándome lo que le había costado volver de vacaciones, que había roto con su novia de hacía 5 años, etc. Y yo, claro, agobiada porque quería terminar, que estaba agotada. Pero, claro, tampoco era plan de decirle al pobre chaval: "Oye, corta el rollo y déjame terminar" Jajaja. La verdad es que es un tío muy majo.

Pensaba irme directa a casa, estaba muerta de sueño. Pero luego he pensado que eso era lo que siempre hacía en Madrid y no conseguía desconectar. Me iba a dormir con las cosas de la oficina en la cabez y me levantaba la mañana siguiente exactamente igual. Así que me he ido al hotel Al Qasr, que estaban Jeremy, Margarita y Osama. Jeremy acababa de salir del Spa, estaba de lo más relajado. Hemos estado un rato en Kouba, un sitio muy agradable, y a eso de las 22:30 cada mochuelo a su olivo.

Llegando a casa, me he conectado para charlar con mis padres pero deben estar celebrando el Santo de una de mis tías Mercedes. Tampoco he hablado con Anita, que llevamos ya dos días de intento.

Y mañana jueves, ¡jueves!

martes, 23 de septiembre de 2008

Más campañas

Llevamos una racha estupenda últimamente. Que siga, que siga. Hoy nos han aprobado la campaña para Saks 5th Avenue. Además ésta es de las que ha costado bastante. La cliente es un poco especialita y exigente. Incluso llegó a pedir propuesta a otra agencia y comparar con la nuestra. Menos mal que al final se arregló y ya está en el barco.

Houda ha traído hoy un dulce típico del Líbano, hecho por ella. Es como una mousse pero hecha con arroz, cacao, azúcar y leche de coco. Al parecer, es tradición que la madre lo haga cuando ha dado a luz, a modo de celebración. Yo no me he atrevido a probarlo.

Hemos renido reunión con D1g, otro de los soportes. Nos han estado contando anécdotas de la competencia y vaya tela. Con estas historias, uno se viene arriba, desde luego.

También me ha tocado pelearme con la de YSL de Francia. Llevamos desde la semana pasada esperando una creatividad y la han enviado mal. Pues la cabezota de ella sigue sin asumir que está mal hecha. Lo peor es que, en vez de solucionar el problema, se dedica a perder el tiempo discutiendo sobre quién tiene razón. La cliente de aquí está de los nervios ya porque la campaña tendría que haber empezado el domingo y estamos aún con la creatividad.
Después del día de curro. Me he ido a casa a terminar de prepararme algo de cena, berenjenas rellenas, y a intentar hablar con Anita. Debía estar celebrando el cumpleaños de su padre.

Le he dado un poco a la plancha, un trabajillo manual para hacerme un cuadrito muy mono con unas flores secas, y a dormir tempranito.

Por cierto, me ha salido un herpes "precioso" en el labio, para variar un poco. Me he acercado a la Farmacia porque me quedé sin Zovirax. Otra cosa para la lista que le tengo que enviar a mis padres, jajaja.

lunes, 22 de septiembre de 2008

De charla con las chicas

Hoy hay poco que contar porque en la oficina no ha pasado nada del otro mundo. Sólo una anécdota con la pobre Georgia, de la oficina de Madrid. Ha estado media mañana intentando hacer una videoconferencia con Dany hasta que le he tenido que decir que aquí no tenemos equipo de vídeo. Ya le podrían haber avisado antes a la chiquilla, que ha estado perdiendo un tiempo estupendo en esta tontería.

El resto del día ha pasado sin grandes sobresaltos, trabajando cómodamente.

Me ha llamado Laura. Por lo visto estaba lloviendo en Madrid. A ver si con eso le entran más ganas de volver. Que os echamos muchísimo de menos.

Por la noche, hemos hecho quedada de chicas en casa de Emilie. Yo he sido la primera en llegar, luego Silvie y, finalmente, Susana. Hemos estado charlando sobre nuestro tema preferido: política. Cada una sobre la situación de su país, un par de regalos. Lo peor de todo es que ahora resulta que la crisis es psicológica. Digo yo que todos los hechos que evidencian la situación económica del país serán mentira, ¿no? La tasa de paro más alta de los últimos 15 años, la inflación subiendo por las nubes, empresas cerrando por falta de negocio, las terrazas de verano en la costa vacías este año, etc. Sí, todo es psicológico. Pero lo grave del asunto es que la población se lo cree.

En fín, que estamos la mar de bien aquí, tan lejos, y ahorrando para la vuelta.

En vista de que no arreglábamos ni España ni Francia, hemos dado paso a los vídeos musicales, que tanto entretienen. En noviembre hay tres conciertos en cartel: Kily Minogue, Marron 5 y Queen.

Y, lo mejor, la vuelta a casa. Cruzar la calle y ya estoy prácticamente en mi cama.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Dos nuevas campañas

Me he levantado con unas agujetas tremendas. Debe ser de la "pechá" de limpiar que me di ayer, subiendo incluso a un taburete para poder limpiar los cristales de la terraza, jajaja. Cuando se lo he contado a Joe, no podía parar de reírse. Está claro que como limpiadora no me puedo ganar la vida.

Hoy ha sido un día de buenas noticias. Nos han aprobado dos nuevas campañas para dos clientes nuevos, no está mal. No son grandes presupuestos pero algo es algo. A ver si nos vamos recuperando de la sequía veraniega.

Ha vuelto Houda a la oficina después de la baja maternal. La han recibido con una cesta enorme de chocolates. Lógicamente, hemos picado todos, claro.

De la oficina, me he ido directamente a Misa. Allí he visto a Luis y María José, que ya han vuelto de vacaciones. Hemos quedado en vernos un día de estos.

Y, de camino a casa, he parado en el supermercado para comprar cosas que me hacían falta. Ahora estoy hecha una cocinitas. Es más sano y más barato esto de comer en casa. También he comprado una nueva tarjeta para el teléfono que tenía antes, así lo uso para cuando vengan mis padres y otras visitas. Que sino, con el móvil español, es carísimo.

He charlado un rato con mis padres y poco más. Entre semana hay que acostarse temprano. Que hoy me he levantado con mucho sueño. Así aprovecho y leo un rato antes de dormir, que tengo la lectura totalmente abandonada.

No me puedo olvidar de la nueva lección que ha dado Nadal, ¡campeón! Parece que ganamos la Davis los años bisiestos :-)

sábado, 20 de septiembre de 2008

Vecino nuevo

Esta mañana tocaba zafarrancho de combate, he estado limpiando el piso a fondo, que siempre lo dejo para el siguiente fin de semana. Por dentro no estaba del todo mal pero la terraza era horrible. En la primera pasada de fregona me he dicho: "Anda, pero si el suelo era blanco" Jajaja. Estaba de color teja, el maldito polvo del desierto. Entre eso y las obras del centro comercial de en frente, voy lista.

Entre medias, he estado charlando un ratillo con mis padres, que están de rachas de bodas, no paran. También se ha unido mi tía Yolanda, que estaba de paso por casa.

Después he comido en casa, se ha acercado Emilie pero ya había comido. Y luego me he acercado a Ikea, que tenía que comprar varias cosas.

Saliendo de casa, sorpresa, me encuentro a Diego en el hall del edificio. Resulta que, desde hace 3 semanas, es mi vecino. Y yo diciéndole el otro día por messenger que a ver si nos veíamos. He ido a ver el piso rapidito y la verdad es que está genial, es enorme. Además, se ha montado una terracita de lo más agradable, este sí que sabe.

De vuelta de Ikea, me he pasado por Jumeirah para quedar con Javi y darle el bizcocho. Hemos estado tomando algo tranquilo. Osama se ha unido, que venía del dentista, y nos ha traído unos quebabs iraquíes, riquísimos.

El calor nos ha echado de la terraza y a las 10:30 hemos tirado cada uno para nuestra casa. A dormir temprano para empezar la semana con fuerza.

viernes, 19 de septiembre de 2008

A la peluquería

Hoy me he levantado tempranito, a eso de las 10:00 estaba ya en marcha.

Me he ido directamente al Mall, a cortarme el pelo. Como era temprano, así no tenía problemas de sitio. Con esto del Ramadan, la gente a esa hora está durmiendo, estaba el mall vacío, un gusto.

He comprobado que aquí controlan bastante las medidas. Cuando dices dos dedos, cortan sólo eso. El caso es que me lo han dejado como yo quería, muy bien.

Después de dar varias vueltas por el mall, me he ido a casa a comer algo y echarme un ratín. Dormir no he dormido, pero he estado viendo "Desayuno con diamantes". Muy tranquilita en el sofá, para eso está el fin de semana.

Por la tarde ha venido Susana a casa para ir viendo el plan de Estambul. A ver si le pregunto a mi tío José Ignacio que creo que se lo sabe de memoria.

Mientras charlábamos, le estaba haciendo otro bizcocho a Javi, que le debió gustar el anterior. De pura casualidad, he encontrado las bandejas del horno. Estaban en un cajoncito que sale del propio horno. Suerte que estaba agachada y lo he visto de pura chiripa. Así que por fín tengo bandejas.

Por la noche iba a quedar con Emilie para hacer plan tranquilo, peli o algo parecido. Como ha pasado toda la tarde en Karama, ha llegado reventada así que me he puesto la peli yo solita.

A ver si termina ya el Ramadan y empiezan a abrir las terrazas. Tampoco soy yo de salir mucho, hasta las tantas, pero en una terracita de charla se está muy agradable. También tiene que mejorar el tiempo, que aún hace mucha humedad.

Y esto es todo señores.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Cenando en japonés

Como todos los jueves, me levanto con una energía especial, aunque hoy estaba muy cansada.

Por la mañana hemos tenido reunión con Kelly, la chica que se encarga ahora de Time Out Dubai. La pobre ha llegado de su Londres natal hace sólo 4 meses. Hemos estado comentando las cosas buenas y malas de Dubai. Como todos los ingleses, cree que esta ciudad es un poco dictatorial, sólo porque la ley se cumple. Supongo que conocería a su compañera de trabajo que fue deportada por un calentón en la playa. Si en el resto de países se cumpliera la ley como aquí, otro gallo cantaría.

El resto del día ha estado tranquilo pero sin parar de trabajar. Lo bueno es que, al menos, se trabaja a gusto. Lo malo es que ya nos han dicho que no hemos ganado Apple, lástima. Ahora nos queda Nokia, a ver qué tal se da.

He salido de la oficina corriendo para ir a casa a charlar con mis padres. Hoy tenían a mi sobrino Íñigo en casa. El tío ha estado más charlatán que de costumbre. Está empeñado en que viene a verme con mis padres. Y su hermana dice que quiere venir a Dubai un día a verme, va lista la pobre. Como el que va a echar el día en el campo, jajaja.

Por la noche, hemos ido a cenar al japonés de Emirates Towers con Dani, que se va mañana. Nos han puesto en un tatami de estos reservados. Te sientas en el suelo, comodísimo. Pero no con las piernas cruzadas sino que, debajo de la mesa, hay un hueco para cololar las piernas.

Emilie ha venido con Leyla, una compañera de Chalhoub que lleva aquí 4 meses también. Luego ha aparecido Bego, que últimamente no le vemos el pelo, está trabajando demasiado, pobre.

Hemos hecho un amago de ir a un bar en la planta de arriba en el hotel pero estaba demasiado lleno. Además, había cansancio generalizado, así que a casita, que mañana será otro día.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Una cucaracha intrusa

Hoy me he levantado con el tiempo justo, menos mal que me había lavado el pelo anoche porque sino, no me habría dado tiempo. Con esto de tener la llave de la oficina, es doble estrés.

Hemos tenido reunión con Pardis, de Air France y el responsable de la web en la región. Ya podrían ser todos los clientes como ella, un encanto. Hemos estado viendo posibilidades de hacer cosas más novedosas para el año que viene, interesante.

A mediodía, la anécdota la ha protagonizado Rayan. Ha bajado a comer a La Moda y se ha encontrado una cucaracha en la comida, pobre. Lo peor de todo es que, cuando la ha visto, ya estaba terminando el plato. Es más, ha estado a punto de comérsela, aggggggg. Lógicamente, no le han cobrado la comida, sólo faltaba. Eso sí, no creo que aparezcamos por ahí en un período de tiempo. Al menos hasta que se nos olvide.

Por la tarde, nos habían puesto una reunión a las 4 en Jebel Ali, luego la retrasaron a las 4:30. Al final, ha ido solo Joe, tampoco tenía sentido que fuéramos los dos. Era en las oficinas de Clearasil, para ver la campaña de octubre.

Después de una cena temprano, hemos ido al patio del Al Manzil, cerca de la torre más alta del mundo. Emilie, Osama y Ban querían fumar shisha y, en teoría, en ese patio no hace demasiado calor. Pues hoy, con la humedad que estaba cayendo, no se estaba nada bien ahí, demasiado calor. Entrábamos de vez en cuando en el hotel para tomar "aire fresco", jajaja. En una de las entradas, Osama nos ha traído un spray vaporizador de agua, gran invento. De vez en cuando nos echábamos por la cara y, la verdad es que algo aliviaba.

Cuando ya no hemos podido más, de vuelta a casa.

martes, 16 de septiembre de 2008

Día húmedo

A las 7:30 de la mañana se han puesto a instalar el suelo en el piso de arriba, por poco los mato. Aún no sé qué están haciendo pero me pega todo un ático enorme. A ver si un día de estos subo a cotillear :-)

En la oficina ha sido un buen día, de los que se trabaja a gusto. Por la mañana hemos tenido reunión con Elliot y su jefe, de Arabian Business. El primero deja la empresa y ha venido a despedirse y contarnos quién le va a sustituir.

Y el resto del día comprando planes: Credit Suisse, YSL y Mango. A ver si así recuperamos un poco el ritmo, que en agosto estábamos fatal.

He salido corriendo de la oficina a casa para prepararme algo de cenar porque estaba que me moría de hambre. No me ha dado tiempo ni a comer hoy.

Primero he charlado con mi amiga Ana. Y luego, mientras cenaba, con mis padres. Tenía prisa porque había quedado en pasar por casa de Emilie antes de ir a casa de Sarvin, que había organizado noche de juegos.

Emilie ha cambiado los muebles de sitio y le ha quedado mucho mejor. Más mona, me ha traído un té riquísimo de París, oh la la! Ahí hemos estado de charla un rato. Omar me ha llamado que estaba llegando a casa de Sarvin pero me ha dado pereza arrancar. Eran ya las 22:30 y sabía que me iban a dar las mil. Otra vez será.

Así que he cruzado la calle para volverme a casa :-)

lunes, 15 de septiembre de 2008

Chateando con Marta

Hoy mi adorable compañero ha venido de un humor muy raro, hasta las 12:30 aproximadamente no me ha dirigido la palabra. No sé muy bien qué mosca le habrá picado pero no es mi problema.

A las 11:00 han venido los de Ameinfo, un site local, para ver cómo se presentaba el último trimestre del año, etc. Jamie nos ha estado contando que el otro día fue al Atlantis a nadar con los delfines. Es el hotel que han abierto hace poco en el extremo de La Palmera y parece que es también de 7 estrellas. Hay habitaciones sub-acuáticas, en la que estás rodeado de mantas, tiburones pequeños y miles de peces. Incluso tiene su propio parque acuático. Eso sí, la habitación cuesta unos 5.600 euros. Otra pasada más de esta ciudad. Aquí dejo unas fotos.

¿Entiende ya la gente por qué me duele la boca de decir que no son moros sino árabes? Creo que la diferencia es abismal, ¿no?





Vuelta a la realidad. Después de que Jamie nos dejara con los dientes largos, he estado haciendo un par de cosas para Credit Suisse. Y a las 3 hemos tenido otra reunión, esta vez con un cliente: Pequignet. Pero antes me he pegado la gran charla con mi prima Marta, que ya tenía ganas. Me ha enviado unas fotos de mi ahijada que me la como.

Al salir de la oficina, he pasado a echar gasolina, que sigo alucinando con lo barata que es.

Luego tocaba investigar la terraza del hotel que han abierto hace poco al lado de mi oficina. Han puesto también una carpa de Ramadán y me habían dicho que estaba muy bien. Así que hemos estado allí unos cuantos: Sarvin, Camelia, Jeremy, Margarita, Osama y Maan. Dani tenía cena, Susana se había ido al gimnasio y con Omar no hemos conseguido hablar. Como hoy hacía muchísima humedad, empezamos dentro. Pero, después de un rato, la banda que tocaba en directo nos ha echado porque nos estaba doliendo la cabeza. El que cantaba gritaba de una manera que nos estaba volviendo locos.

Fuera estaba más agradable pero el calor era insoportable. Así que, en vista del panorama, nos hemos largado a casa sobre las 11:30. Ya repetiremos cuando mejore el tiempo.

Y ya tengo billete para Navidad, por fín. Eso sí, he pedido también un día suelto de vacaciones, para estar con mis padres cuando vengan, y me lo han dado por aquello de darme un favor. Al parecer, sólo podemos dividir los 35 días en tres etapas. Vaya norma más estúpida. Me he pillado un rabote de cuidado.

domingo, 14 de septiembre de 2008

De vueltas con la llave

Esta mañana me he dicho a mí misma: "Ahora que me he librado de la llave, voy a quedarme un ratito más en la cama" Y menos mal porque, aunque he llegado a las 9, Prashant no ha llegado hasta las 9:15. Llego a haberme levantado a la hora y lo mato. Claro, me ha tocado la llave de vuelta por aquello de vivir cerca de la oficina. No me libro ni de broma.

Mientras esperaba en recepción, he visto llegar a Jihan, una chica de Euro que ha tenido mellizos, dos niños. La pobre no estaba nada animada con la vuelta, no me extraña.

El día ha estado más o menos tranquilo hasta que, de buenas a primeras, Joe ha vuelto con las suyas. Me revienta cuando me trata como si yo fuera estúpida. Pero bueno, yo intento que no me afecte y ya está. Me limito a hacer mi trabajo lo mejor que puedo. No es él precisamente el que tiene que evaluarme, sino Dany. El día que él no esté contento, entonces dejaré la empresa.

La buena noticia es que me han aprobado una campaña para YSL que debe empezar lo más pronto posible.

Me ha hecho mucha ilusión recibir un correo de Manuela, antigua cliente. Da gusto que se acuerden de una. Me han venido muchos recuerdos buenos a la cabeza. Si, en el fondo, soy una sentimental.

Por la tarde he ido a la que parece la última sesión de depilación láser. La chica que me ha atendido hoy le ha dado caña al láser porque ha dolido un poco más que de costumbre.

He pasado por casa rápido para dejar puesta una lavadora. Mi adorable vecino se había dejado la llave puesta por fuera. Así que, como buena acción del día, he llamado a la puerta para avisarle.

Luego he quedado con Omar y Osama en el Café di Roma. Omar nos ha estado contando de su apartamento, ¡qué bien! Este fin de semana a amueblarlo. Con lo que me gustan a mí estas cosas, jajaja. También hemos estado charlando de política. Omar y yo rajando de nuestros respectivos países, la situación en la que están. Claro que luego nos dábamos cuenta que Iraq está bastante peor. Es lo bueno de tener amigos de distintas nacionalidades, se aprende muchísimo y se abre la mente.

Los he dejado de charla para irme a casa a hablar con mis padres. Nos hemos puesto al día y ya he empezado a pedirles que me traigan cosas, con lo que queda aún por delante. Pero así no se me olvida nada.
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También me he encontrado a Laura en el Messenger, por fín. Hemos estado hablando un rato, ¡qué ganas de que vengáis! Y el peque va a llegar pisando fuerte, miedo me da lo espabilado que puede estar, jajaja.

Y ahora a dormir, que ya toca. Mañana no puedo quedarme estos 15 minutos de más en la cama, maldita llave.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Ramadan tents

Esta mañana tuve intención de ir a Ikea con Emilie, pero me ha dado pereza. Además, últimamente, parece que vivo allí; el fin de semana pasado también estuve. Sí he ido a Ibn Battuta a hacer algo de compra.

Vuelta a casa a dejar las cosas y a Misa de 17:30. Hoy ha estado mejor, este cura me gusta más que el italiano, que es un poco pesado.

Luego he ido com Emilie y Osama al hotel Habtoor, a la tienda de Ramadan. Durante este mes, es bastante típico poner unas carpas gigantes, con aire acondicionado, donde se comen las típicas cosas árabes, se fuma shisha, etc. En general, un sitio agradable donde charlar un rato, sentados cómodamente en los sillones. Se han unido Susana y Maan, que nos ha seguido contando su viaje por Estados Unidos este verano. Nos hemos echado unas risas. Al menos esta vez no me he quedado dormida, jajaja.

Mira si son listos los de esta carpa que te obligan a consumir 80 dhs (15 euros) por persona. Así se aseguran que la gente come y bebe, porque la shisha no está incluída.

Y de ahí a casa a descansar para afrontar la semana.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Karting

Ritual de todos los viernes: levantarse tarde, marear un rato en casa, limpiar el estudio y poner la lavadora. Chateando un ratín con mi hermano y mi prima Lola.

Luego me he hecho pasta para comer, con champiñones y atún, riquísimos. Hay que ver que, en vez de mushrooms, cuando quiero decirlo en inglés digo champions; me sale ahí un spanglish un poco raro, jajajaja.

Por la tarde, le he estado dando a la plancha por fín, que ya no tenía más opción. También he estado haciéndole un bizcocho a Javi, que esta tarde iba a verle. Me ha llamado para ir al Autódromo a correr en los karts.

A eso de las 19:30 nos hemos ido para alla con él, Silvia y Dani. Las chicas nos hemos quedado en la grada viendo cómo Javi dominaba el circuito. Lo más gracioso era ver cómo se salían todos en una de las curvas, sobre todo al principio. En las siguientes vueltas ya han ido controlando.

Luego han intentado correr de nuevo pero tenían que esperar una hora y cuarto, así que nos hemos ido al Club de Polo a tomar algo. Primero lo hemos intentado en la terraza pero no servían nada de alcohol fuera y los pilotos pedían cerveza a gritos, jajaja.

Ya a las 11, nos hemos vuelto cada uno a su casa. Yo he pasado a ver a Emilie. Hemos intentado ver Caramel, una película libanesa que tiene fama de buena. La verdad es que no sé dónde está la grandeza porque yo me he quedado frita a la media hora. Era lenta de narices. Menos mal que vive al lado de mi casa, cruzando la calle literalmente, porque con la modorra que tenía en lo alto, no estaba yo para mucho movimiento.

En resumen, que llevo dos días que me duermo por las esquinas, jajaja. A ver mañana dónde me toca. Me empiezo a parecer a mi amiga Belén.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Emilie está de vuelta

Hoy me ha pasado tres cuartos de lo mismo que ayer, estaba en el quinto sueño cuando ha sonado el despertador. Pero los jueves una se levanta con una fuerza diferente, ¡es fin de semana!

En la oficina más de Credit Suisse, ¡qué hartan me tienen! La buena noticia es que el famoso documento está terminado. Ahora, el siguiente paso, es la estrategia. Me da pánico más que miedo. Pero bueno, disfrutemos de estos días tranquilos.

Controlando la campaña de Air France, que termina mañana. Por cierto, me tengo que comprar los billetes de Navidad YA. Pero como estas dos semanas no he parado ni un segundo, no he podido. Espero que en el fin de semana me de tiempo.

La buena noticia del día es que, a partir de ahora, Prashant, del departamento de administración, se encarga de la llave. Así que yo me libero por fín. Con llegar siempre alrededor de las 8:45 estará arreglado.

He enseñado a Joe a crear los spotlight Tags, estaba la mar de contento. Y a casa, que no veo la hora de liberarme, jajaja.

Me he ido a casa de Emilie a verla, que ya está de vuelta. La pobre se ha encontrado el apartamento lleno de humedad, ha tenido que tirar hasta las almohadas porque estaban medio negras. Ahí estaba poniendo lavadoras como una loca, menuda faena. Y todo porque había apagado el aire acondicionado.

Nos hemos puesto al día con una de esas charlas largas, contándonos este mes y medio. Hemos cenado Wagamama y, después, nos hemos ido al Radisson a tomar algo en la terracita. Hacía un poco de calor pero para eso había un ventilador enorme, bastante mejor.

Se han unido Geto, Osama y Dani. Yo me estaba quedando frita en el sofá así que, en vista del panorama, me he retirado a casa a dormir, cual cenicienta.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Terremoto

Estaba profundamente dormida e incluso soñando cuando ha sonado el despertador. De esos días que dices: ¿qué es ese ruido? Incluso ni sabía qué día de la semana era, una faena.

En la oficina ha bajado un poco el ritmo, pero no demasiado. He estado todo el día sin parar un minuto. Para colmo, a las 3, ha habido un terremoto y nos han tenido que desalojar. De repente, Joe y yo nos hemos mirado como diciendo, "¿tú estás moviendo la mesa?" Lo gracioso es que, cuando hemos llegado abajo, ya todo el mundo subía; habíamos sido los últimos.

Después del pequeño parón, de vuelta al tajo. La verdad es que hay poco más que contar de la oficina. Todos consultando las noticias y, al parecer, ha sido el rebote de un terremoto en Irán. Por lo que me comentaba Claudine, siempre que hay uno en ese país, afecta a Dubai.

Por la tarde-noche, he acompañado a Osama al dentista, que le tenían que hacer el implante. Mientras esperaba a que saliera he llamado a los de Salik, la empresa que gestiona los peajes de la autopista. Es todo automático, pones una pegatina en el coche y funciona con un sistema pre-pago. Yo lo había hecho a principios de junio pero me parecía raro que no se me hubiera agotado el saldo aún. Al parecer, mi cuenta no ha sido creada. Sólo espero que no se les ocurra multarme porque puedo arruinarme. Las multas funcionan de la siguiente manera: primera vez que pasas el peaje sin tener saldo son 100 dhs. (18 euros), la segunda ya son 200 dhs. (36 euros) pero, a partir de la tercera, son 400 dhs. cada vez (72 euros). Esperemos que todo vaya bien.

Esta mañana ha vuelto Emilie, ¡qué bien! Esta noche no hemos podido vernos porque había quedado ya con Silvie. Pero mañana sin falta quedamos largo y tendido.

Después de dejar a Osama en su casa, me he ido a la mía a dormir, que ya estaba reventada. Eso sí, he charlado un ratín con mis padres para ponernos al día.

Y mañana jueves por fín.

martes, 9 de septiembre de 2008

Parece que el tiempo mejora

Ya ha vuelto Joe de vacaciones. Un encanto, me ha traído un set de posavasos del Líbano, muy bonitos, de madera. Ha estado flipando cuando le he puesto al día de todo lo que teníamos.

El día ha estado un pelín más tranquilo pero Credit Suisse sigue siendo un infierno. No terminamos de rematar el documento. Cada vez que lo envían, vienen de vuelta con nuevas correcciones, un horror. Al menos, Chris, de MC, es mucho más agradable que Rubi, de MPG Internacional. Esa suerte tengo.

En cuanto he salido de la oficina, sólo pensaba en cenar algo y ver a gente. Primero hemos ido al Planet Holywood, aunque no nos ha gustado mucho la comida a ninguno. Otro sitio al que ponerle la cruz, junto con el mexicano de JBR.

Y de ahí, he recogido a Omar en su casa y hemos ido al Mina A'Salam a tomar algo. Nos hemos sentado en la terracita, que parece que el tiempo está mejorando, aunque aún hace calor y, sobre todo, humedad.

Más tarde se han unido Osama y Sarvin, que habían tenido un Suhoor con los de su empresa. Nos hemos quedado de charla un rato allí e intentando resolver los trucos matemáticos de Osama. Vaya cabecita que tiene.

Mientras estábamos allí, Emilie me ha enviado un mensaje diciendo que llega mañana en lugar del jueves.; no puede vivir sin nosotros, jajaja. Ya sólo nos faltan Laura e Ignacio.

De nuevo empiezan a darme las uvas en esta ciudad. Hoy he terminado a la 1:15.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Charlando con la familia

Como tengo otra vez la llave, no sirve eso de quedarse 10 minutos más en la cama. No entiendo esta norma de tener sólo dos llaves, ¿qué puede pasar si todos tenemos una? ¿y por qué no pondrán un sistema de apertura con tarjeta? Total, ya la tenemos que usar para fichar al entrar y salir.

Hoy mi paciencia ha estado al límite todo el día. Primero la agencia creativa que está desarrollando las piezas para la campaña de Al Aan TV. Les he tenido que explicar 4 veces cómo se inserta la función que permite que los usuarios hagan click en el banner. Todo esto, gracias a la ayuda de Ma. Luz, que se está ganando el cielo conmigo. Al final, por fin, las han enviado bien a las 4 de la tarde. A todo esto, el cliente nervioso porque tendrían que haber estado online el jueves pasado. Como si fuera culpa mía. Lo bueno es que de todo se aprende.

La siguiente, con una chica de un soporte, que lleva dándome la tabarra toda la semana pidiéndome unos datos. Irene, no sabes lo que me acuerdo de ti, en serio. Aquí no tengo a nadie con quien comentar estas cosas, jajaja.

Y, por último, Didier. Teníamos que terminar de corregir el maldito documento de Credit Suisse. Yo necesitaba su ayuda para una tontería del programa. Pues, cuando he ido a preguntarle, tenía que comer, luego el cigarro de turno y, cuando vuelvo a su sitio, me lo veo leyendo una revista de coches. Por poco se la estampo en la cara. Y luego se queja porque los de la oficina de Londres no son flexibles con los plazos. Manda....

He chateado un ratín con Iria, que me ha estado poniendo al día con las novedades de la oficina.

Luego me he llevado un capón de una cliente gracias a mi querido compañero. Menos mal que llega mañana y le va a tocar lidiar a él porque yo ando un poco perdida.

A media mañana ha venido Houda con su hijo mayor, que no ha parado de corretear por toda la oficina. Con toda su cara, lo ha dejado aquí unas dos horas. Maya y Youmna le han estado haciendo de canguro. Lo más fuerte de todo es que tiene una Filipina interna en casa.

Después de la oficina, he pasado por el súper a por agua. Ahora es un gustazo ir de compras a las 6 ó 7 de la tarde. Como están todos comiendo en casa, no hay nadie. Los centros comerciales están vacíos. Lo que resulta más raro de todo es ver las cafeterías y los sitios de comida cerrados. Hasta que se pone el sol no los abren.

Qué gusto llegar a casa temprano y poder hacer cosas con calma. Además había quedado con mis padres y mi tío Luis, que está de visita, en charlar por Messenger. Antes de que llegaran, he estado hablando con mi amiga Ana, que hacía bastante que no charlábamos, aunque siempre estamos al día por correo.

Después de hablar con mis padres, he llamado a mi prima Lola, otra que hace tiempo que no sabía de ella. A ver si sale lo de venirte en marzo, nos lo pasaríamos genial.

Y luego plan tranquilo. Tendría que haber planchado pero me ha dado mucha pereza, mañana.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Vuelta al tajo

Esta mañana me he levantado de milagro porque la alarma no estaba puesta. Lo peor es que, después de tanto correr para llegar a las 8:30, resulta que la maldita llave no ha llegado hasta las 9; 30 minutos de espera en recepción leyendo el periódico. En cuanto ha llegado la de recepción, me he propuesto hacer una copia esta misma tarde.

Tampoco he parado en todo el día. En parte viene bien porque la primera vez que he mirado el reloj eran la 1:30. Ha vuelto Georges de sus vacaciones. Parece que la oficina se va poblando. Ya sólo falta Alain y Houda. Ésta se pasó el jueves con su hijo para hacernos una visita. Aún le quedan 20 días de baja maternal.

Hoy DFA no funcionaba bien, no sé qué le pasaba. El caso es que tampoco he podido traficar la campaña de Al Aan. Esto parece el cuento de nunca acabar. Llevamos así desde el miércoles.

Por la mañana ha venido Rabah, con el que llevamos un cliente, para darme un briefing nuevo y pedirme unos cambios en un plan de medios. El iluso de él lo quería listo para cuando llegara a la oficina, en 15 minutos. De hecho, me ha llamado al llegar para decirme: "Ya estoy en mi oficina, esperando el plan" Me ha entrado hasta la risa, del absurdo.

A ese ritmo estoy trabajando esta última semana. Lo peor es que esta que acaba de empezar pinta parecido.

Aunque hoy he salido un poquito más pronto para intentar DFA desde casa, que tampoco ha funcionado.

He ido directa a Ibn Battuta que, hasta el mes pasado, hacían copias de llaves. Pero mi gozo en un pozo porque ya no las hacen. Lo peor es que ahora sí que no tengo ni idea de dónde puedo ir. Le preguntaré a los conductores de la oficina, que lo saben todo.

Por la tarde-noche, hemos quedado con Jeremy y Margarita para darles su regalo de cumpleaños. El de Jeremy fue hace justo un mes y el de Margarita el jueves, así matamos dos pájaros de un tiro. Hemos estado en el Radisson, donde suelo ir a ver los partidos de tenis. He intentado hacer tiempo para ver el de Nadal pero era muy tarde, a las 12.

A esa hora, ya estaba entrando yo en mi casa, cual Cenicienta. No es plan de empezar la semana arrastrándome por la oficina.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Próximo destino: Estambul

Me he levantado como nueva, totalmente descansada. Así que he aprovechado el tirón para irme a Ikea a por un par de cosas que me hacen falta. Como siempre, voy a por dos cosas y me traigo 20. Entre otras cosas, un molde de bizcocho, que me ha dado por hacer uno esta tarde.

Vuelta a casa, coloco todo, viene uno de los de seguridad para comprobar que el telefonillo funciona; 6 meses después de mudarme, no está mal. Me pongo manos a la obra con el bizcocho. En medio, me ha llamado Susana, que estamos cerrando el viaje para Eid, las mini-vacaciones después de Ramadan. Como no me daba tiempo a ponerlo en el horno porque me tenía que ir, he decidido meter el molde con la masa en la nevera. De repente, ¡zas!, se me ha abierto por abajo y se ha caido todo al suelo. Casi me da algo. Claro, no he parado de rajar y decir tacos, uno detrás de otro. ¡Qué coraje me ha dado!

Después de limpiarlo todo, corriendo a la agencia de viajes, que había quedado con Susana. Ya está todo cerrado, nos vamos 4 días a Estambul, del 1 al 4. ¡Qué ganas de que llegue! Por fin voy a viajar por la zona. A principios de diciembre viene otro puente interesante. Para ese tengo en la cabeza Malaysia.

Una vez cerrado, nos hemos ido de ruta a 3 Spas. El mes pasado fue el cumpleaños de Jeremy y, además de una foto estupenda de él con Margarita, le queremos regalar un masaje, que anda muy estresado el pobre. Además, pasa muchísimas horas de pie y le suele doler la espalda. Con tanta visita, nos han entrado unas ganas tremendas que quedarnos en uno, jajaja.

Ya en casa, he estado limpiando un poco, fregando todos los cacharros utilizados en el amago de bizcocho, cambiar las sábanas y planchar un poco.

He seguido un rato el partido de Nadal y, cuando más interesante estaba, lo alazan por lluvia hasta mañana. A ver si, al menos, puedo ver el final del partido.

A ver qué tal empieza la semana.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Tarde en el hospital

Esta mañana me he levantado relativamente temprano, a las 11:00, para hablar con mis padres, que últimamente estamos como el perro y el gato. Y así seguimos porque mi madre no estaba en casa y mi padre acababa de llegar. Pero al menos he chateado un rato con mi hermano y Marcos.

Me he ido al Mall a hacer compra, que ya no tenía de nada, ni en la nevera ni en la despensa. Eso sí, maldita la hora en que se me ha ocurrido la genial idea, estaba petadísimo. Las colas en Carrefour eran tremendas. Y yo pensando que iban a estar todos durmiendo para evitar el ayuno, ilusa de mí. Para la próxima vez ya sé que la mejor hora es cuando se ponga el sol, que están todos comiendo en casa.

He llegado, puesto la lavadora y colocado las cosas. Cuando terminaba, me ha llamado Osama que se encontraba fatal y tenía mucha fiebre, a ver si podía acercarle al hospital. Estos hombres, que no saben estar enfermos, jeje.

Así que allí que he ido a recogerle y hemos echado la tarde en el Emirates Hospital. Una vez más, compruebo que la sanidad aquí funciona estupendamente. Por ley, las empresas tienen que hacernos un seguro privado. Algunos, como el de Osama, incluyen hasta las medicinas. Yo el mío aún no lo he probado, gracias a Dios. Y toquemos madera.

Lo han despachado con un gotero de Paracetamol y unos análisis. Así que lo he dejado en su casa a descansar.

De vuelta a casa, he parado en el libanés al que me llevó Joe el otro día, que pillaba de camino. Me he comprado un par de Manakhes y a casa a cenar.

Una vez tumbada en el sofá, me ha dado pereza volver a moverme. Así que me he quedado viendo una peli en casa tranquilamente. Después de la semanita que me he pegado, me apetece relax absoluto.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Comiendo jamón en el Burj Al Arab

Llegó el jueves. Es lo único que me animaba a levantarme de la cama. No podía con mi alma. Sabía que me esperaba un día duro, pero empieza el fin de semana en cuanto salga de la oficina.

Primero la pesadilla de las creatividades para la campaña de Al Aan TV. Los click tags estaban mal implementados. Como yo no soy técnica, no sabía dónde estaba el error. Menos mal que MªLuz me ha vuelto a echar un cable.


Luego la presentación dichosa de Credit Suisse. Emma, de la oficina de Londres, me había enviado varias cosas pero, en realidad, tampoco eran de gran ayuda. Siguen faltando datos de la región, en cuanto a inversiones publicitarias, etc.

Pero el principal agobio ha sido con la campaña de buscadores de Al Aan. Todo el equipo de Google estaba en Grecia de convenció y no habían subido el presupuesto, así que no podía empezar la campaña. El cliente presionando, pero de buenas formas, menos mal. Yo llamando a Mer, de la oficina de Madrid, para ver si me podía echar un cable. Total que, al final, lo han arreglado desde Grecia, menos mal.

Ha sido un día de no parar también. Pero, antes de salir de la oficina, me llamó Javi. Resulta que, esta noche, se queda en el Burj Al Arab (el hotel de 7 estrellas), y me nos ha invitado a cenar a Dani, Sue, Osama y yo. Un lujazo.

Primero he pasado por casa para intentar charlar con mis padres. Se me ha hecho un poco tarde y sólo he podido hablar 5 minutos.

De ahí, corriendo al hotel, que ya iba tarde. Primero, el control de acceso a la carreterita que lleva a la isla donde está el hotel. Allí comprueban que tu nombre está en la lista y la matrícula del coche corresponde con la que tienen ellos registrada. Es increíble la seguridad. Entendible porque, claro, si pudiera entrar todo el mundo, no sería un hotel de 7 estrellas, sino un museo visitado por millones de turistas al día.

Lo primero que me llama la atención es que, por dentro, es un espacio abierto, sin techo. Se puede ver toda la estructura del hotel. Subiendo la escalera mecánica, se ve a ambos lados un acuario enorme lleno de peces.

La decoración, en general, bastante fea. Unos colores que chocan muchísimo, mucho azul oscuro y dorado. Cojo el ascensor al piso 20, donde estaba el marqués. A la entrada del pasillo de las habitaciones, otro control de seguridad en el que me piden un documento de identidad para quedarse con una fotocopia. Y, por supuesto, avisan al huésped de que voy camino de su habitación.

En cuanto abre la puerta, flipo con las dimensiones. Es un dúplex de 250 metros cuadrados, casi nada. En la entrada, un bar con todo tipo de zumos, una botella de Johnie Walker, cubitera con hielo, sofás, etc. Justo detrás del bar, el salón; enorme, con dos sofás amplios, una televisión de plasma por supuesto.

Al lado, el comedor, con sitio para 6 personas. Un baño de invitados, un cuarto para guardar las maletas, otro salón enorme con una mesa de billar completa y, al lado, una puerta que comunica con la cocina. Esa parte, como dice Javi, se la dejamos al mayordomo.

La parte de arriba tiene un despacho, con un portátil por supuesto, y otro saloncito. Al lado, la habitación, con un vestidor enorme y, claro, el baño con su jacuzzi.

Después de inspeccionar bien la habitación y esperar a que esuviéramos todos, nos hemos tomado un jamoncito ibérico de aperitivo. Eso no estaba incluído en el menú; lo he llevado yo, lo que me quedaba de lo que me traje de España.



Javi ha estado haciendo un truco de magia al del servicio de habitaciones, que se ha quedado de piedra, claro. Mientras tanto, nos ponían la mesa y servían la cena. Hemos picado varias cosas de aperitivo y luego dividido dos carnes entre todos. De postre, han traído una botella Magnum de champán con sus correspondientes fresas, mmmmmmmmmm.



Después de cenar, hemos estado jugando un rato al snooker. Yo he aprendido por primera vez cómo funciona el tema, las puntuaciones, los colores, etc.

Y a eso de las 3 nos hemos ido cada uno a su nido a descansar. El afortunado de Javi iba soñando con probar las 25 almohadas del menú, jajaja. La verdad es que, una vez vivida la experiencia, aunque sea a medias, he comprendido el concepto de 7 estrellas.



Este es el bar que nos encontramos nada más entrar, con su sofá y dos sillones.


Y esto es, para mí, lo que define un hotel de 7 estrellas. En lugar de las muestras de jabón y champú que encontramos en los hoteles normales, aquí te dejan un set de Hermes.
Qué lástima meterme ahora en mi estudio, se me va a hacer enano.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Nadal, Príncipe de Asturias de los Deportes

Con esta noticia, gracias a mi tía Pilar, me he ido a la cama. No me he podido ir más contenta. Desde luego, no había otro candidato mejor. Ha sido la buena noticia del día.

Un día que, al igual que ayer, ha sido infernal. Sin parar un minuto, poniendo en marcha dos campañas a la vez. La de Google, un horror, por el problema del árabe. Menos mal que, para algunas cosas, soy espabilada y he podido inventar un truquito para ir rápido.

Para colmo, hemos tenido confference call con la oficina de Londres y ha terminado de rematarnos a Didier y a mí. Has estado revisando una presentación para Credit Suisse y no nos han dejado en pie ni una diapositiva; de un total de 79. El pobre Didier estaba destrozado y, en cuanto ha colgado, se ha ido a casa. Mañana la terminaremos.

Yo no he corrido la misma suerte porque aún tenía varias cosas encima de la mesa. Pero, en cuanto las he terminado, a eso de las 6:15, me he ido también. La cabeza ya no me daba para más.

Además, me había invitado Osama al Iftar en su casa. Durante Ramadan, hay dos comidas: Iftar, que es con la que se rompe el ayuno, y Suhoor, antes de que amanezca. Entonces, durante este mes, hay muchos planes de Iftar, entre musulmanes y de todas religiones. Es parte de la cultura del país. Los hoteles organizan también bufets especiales para este mes.

Ayer me olvidé de contar que un soporte me ha invitado a Iftar también. Es una de estas cosas raras que me pasan a mí. Me ha llamado por teléfono para una duda de una de las campañas y, no sé aún como, me ha termimado invitando a su casa el domingo. Por supuesto, me voy a inventar una excusa porque a ver qué hago yo allí.

Después de cenar, hemos quedado unos cuantos para tomar algo en Il Cafe di Roma. La iniciativa ha sido de Jeremy y Margarita, así nos veíamos, que acaba de llegar de vacaciones. La pobre viene con depresión total. Claro, estar en las islas griegas, en casa con la familia, nos gusta a cualquiera, jeje. Ha venido Susana, que nos ha estado contando sus primeros días en la empresa nueva. Y Maan, que acaba de llegar de su mes de ruta por Estados Unidos. Se lo ha pasado pipa y no es para menos. Me ha traído un llavero del Empire State de Nueva York, cómo me conoce, jajaja.

Y a las 11 a casa, que estoy reventada otra vez. No veo la hora de que llegue el ansiado jueves. Bueno, si es que no me toca trabajar el viernes, claro.