jueves, 25 de septiembre de 2008

Il yoom al khamis

O lo que es lo mismo: hoy es jueves, en árabe

Esta mañana me ha dado un coraje horroroso despertarme. Estaba soñando con mi ahijada, Lola. La pobre estaba castigada en la terraza pero no paraba de charlar, contándome, sin ningún remordimiento, lo que había hecho.

En la oficina, Georges, para variar, ha estado metiéndose conmigo a cuenta del herpes. Es la broma fácil está claro.

De nuevo, sin parar en todo el día, pero de buena naga. Cuando, a pesar del trabajo, las cosas salen bien, no me importa estar más tiempo.

Hemos recibido un correo de felicitación por las últimas cuentas ganadas. Al menos, los jefes están un poco más contentos, eso siempre anima.

Me he venido directa a casa, a ver si pillaba por fín a Ana en Skype. He tenido suerte y hemos estado charlando un rato, poniéndonos al día. Es un lujo esto de las nuevas tecnologías, así echo menos en falta a la gente.

Luego he hablado con mis padres también, que mañana se van de nuevo a Madrid. Estaba mi tía Rosario, un poco preguntona como de costumbre, jajaja. Un pequeño chateo con Marcos, que no para de trabajar el pobre, y con mi hermano que está tres cuartos de lo mismo.

Y, después, para empezar el fin de semana, hemos quedado en el paseo de JBR a tomar algo en una terracita. Se ve que el tiempo está mejorando bastante porque empieza a haber mucha gente fuera ya. Aunque hoy hacía aún un poco de humedad. Por eso tampoco hemos durado demasiado. Bueno también que se nota el peso de la semana y estamos todos agotados. Ha habido incluso un amago de ir al cine pero, claramente, nos íbamos a dormir en medio de la sala.

En vista del panorama, nos hemos ido a casa, mañana será otro día.

No hay comentarios: