viernes, 9 de marzo de 2012

Adiós a Claudine y Graham


Como veis, estoy un poco vaga con el blog, no escribo tan a menudo como debería, lo sé. Y eso que esta semana no he tenido mucho que hacer. Así se me ha hecho tan eterna, que pensé que nunca llegaría el viernes.

Pero por fin llegó y hemos amanecido a las 9 de la mañana; histórico. Hemos ido a More Café, que habíamos quedado allí con nuestros amigos Claudine y Graham. Han decidido mudarse a Australia y éste es su último fin de semana en Dubai. Yo, que no soy una amante de las despedidas, prefiero decir sólo “hasta pronto” porque confío que nos volvamos a ver algún día, aunque sea a través de Skype J Y es que esta es una de las cosas que más odio de Dubai, que la gente viene y va. Pero bueno, me imagino que algún día nos tocará a nosotros.

Volvemos a casa a comer y descansar un poco. Por la tarde, han venido los padres de Osama y Uns a tomar té y luego fuimos a dar un paseo alrededor del Dubai Mall. Un plan que, como veréis, hacemos mucho porque está al lado de casa.

 De camino a la fuente, nos hemos encontrado con Nadine, compañera de Osama en su anterior trabajo. Tiene un niño de dos años y medio pero Miriam no le ha hecho ni caso. La verdad es que el chico tampoco era demasiado simpático. Ella se lo ha pasado en grande con dos turistas de Yemen, en sus candoras blancas, a los que no paraba de dar la mano y sonreír; en su línea. Luego, con la fuente, encantada de la vida, se queda embobada con el agua, o “ababa” como lo llama ella.

Y no me extraña que termine tan reventada, sí que es no es normal todo lo que anda y corre, no para un segundo. La hemos dejado con Lakshmi, que hoy nos vamos a cenar con nuestros vecinos.

Les prometimos a Allegra y Alan que iríamos un día al restaurante griego, Elia, que tanto nos gusta. Como Alan es el chef de uno de los mejores restaurantes de Dubai, Teatro, pues es bastante difícil elegir sitio donde llevarle a cenar. Pero hemos acertado, al parecer le ha gustado. Aunque ya se sabe que lo importante es la compañía, ¿no? Y, la verdad, lo hemos pasado muy bien, conociendo mejor a nuestros amigos vecinos.

Esto ha dado de sí el primer día del finde, no está mal. 

sábado, 3 de marzo de 2012

Hasta verano, papá y mamá


En general, no me gusta mucho madrugar pero aún menos si es para dejar a mis padres en el aeropuerto. Qué penita. Esperemos que pase el tiempo rápido y llegue el verano en un abrir y cerrar de ojos.

Después de  dejarlos en el aeropuerto, nos volvemos a casa a dormir un ratito más. En realidad, a cargar las pilas para hacer la compra en Carrefour. Me he ido sola porque con Miriam allí no terminamos nunca.

Al llegar a casa, mientras colocaba todas las cosas, Osama ha ido a devolver el carro abajo con Miriam. Al volver, no había forma de que la enana cruzara la puerta, se iba directa al ascensor, jajaja. Es demasiado temprano para quedarse en casa, ¡a la calle! Nos ha salido de lo más callejera la tía. Así que bajamos un rato al patio a pasar el resto de la mañana.

Comemos casi a la misma hora que ella para poder descansar un ratito en el sofá viendo una peli de esas de no pensar, que son las mejores para la siesta, ¿verdad?

Por la tarde, otro mosqueo porque, cuando ya estábamos bajando en el ascensor para ir de paseo, me confirmaba mi hermano que mis padres habían llegado e iban camino de su casa. Vuelta a subir para conectarnos a Skype. Ha sido cortita la charla pues Miriam estaba ya desesperada por salir.

Hemos ido darnos un paseo cerca de casa y, una vez de vuelta, la rutina del baño, cena y a la cama. Mañana empieza una nueva semana y con los 5 días completos, qué pereza. 

viernes, 2 de marzo de 2012

Último día :-(


Hoy sí que sí. El miércoles, después de la confusión, reservamos personalmente así que no hay posibilidad de error. A las 10:00 nos hacemos la manicura y la pedicura. Creo que estoy creando un monstruo y acostumbrando a mi madre a la buena vida. Entre el SPA y la sesión de hoy, se vuelve como nueva, jeje.

Después de dejarnos los pies y las manos como los de un bebé, nos hemos acercado de nuevo a la tienda del otro día, que mi madre se ha vuelto a comprar otra cosa.

Luego nos hemos dado un paseo por alrededor de la fuente para hacer tiempo. Miriam va como loca con el dedo como Colón hacia el “ababa ababa”, que es agua en su idioma. Miedo me da el momento que la llevemos a la playa o piscina, vamos a tener que andar con 20 pares de ojos.

Comemos en casa un pescado al horno muy rico y descansamos un ratito antes de que lleguen los Kattan a merendar.

Nos hemos marcado una founde de chocolate que no se la salta un galgo, qué rico. Con fresas, plátano, pera, manzana, naranja  y esponjitas. Hasta Miriam la ha probado, aunque parece que no le ha gustado demasiado el chocolate. Ya se arrepentirá, jeje.

Luego nos hemos bajado al patio un rato, a que Miriam hiciera de las suyas con los escalones. Allí hemos estado con Allegra, nuestra vecina española, y conocido a su marido, Alan, que es el chef de uno de los mejores restaurantes de Dubai, Teatro. Ya hemos quedado en cenar la semana que viene en nuestro griego favorito. Esperemos que le guste, que llevar a un chef tan reconocido como él es un poco arriesgado.

Después del baño y la cena, tocaba despedirse de mis padres antes de ir a dormir. Aunque obviamente ella no se entera de nada, los que sufrimos somos los demás.

Y nosotros también nos hemos ido a dormir pronto, que mañana toca madrugón para dejarles en el aeropuerto. 

jueves, 1 de marzo de 2012

Reunión tras reunión


Vaya mañanita que me he pegado, sin parar. Empezando a las 9 en punto, he tenido 2 entrevistas, una reunión con cliente, tres con proveedores y una interna. Casi nada. Vamos, que no he tenido tiempo ni de parar a comer; he pillado un sándwich en la tienda de abajo.

Lo bueno es que se me ha pasado el día volando. Sin darme ni cuenta eran las 4 y salía zumbando a recoger a los playeros. Por lo visto, han pasado un día estupendo, con baños y todo. Qué ganas de empezar la temporadita de playa.

Mientras mis padres se daban una ducha, me he bajado con Miriam al patio. Ahora anda como loca con los escalones, sólo quiere subir y bajar sin parar. Normal que termine tan reventada. El resto de la tarde nos hemos quedado por abajo.

Después de la rutina diaria del baño y la cena, hemos dejado a Miriam acostada para ir a cenar con los padres y hermanas de Osama al Seville’s, un bar de tapas español. En principio, habíamos reservado en la terraza pero nos habían puesto en un sitio incomodísimo así que hemos terminado dentro. Hemos cenado en plan tapitas, muy rico, y a casa. 

Mañana es ya el último día, qué pena.