viernes, 26 de octubre de 2012

Eid Al Adha


Como adelantaba ayer, hoy se celebra el Eid Al Adha que conmemora el sacrificio del cordero que hizo el profeta Abraham. Es como el equivalente a nuestra Navidad en el mundo musulmán, por decirlo de alguna manera.

Yo, hasta el último momento, tenía la esperanza de poder ir a la playa un ratito pero, teniendo comilona en casa, al final no ha podido ser. Sí que hemos bajado a Miriam a la piscina, al menos para entretenerla un poco, que si no se aburre y no hay quién la aguante a la pobre. Pero nos volvemos antes de lo previsto porque el agua está asquerosa, una vergüenza.

Han venido los padres de Osama a comer, que mi madre ha preparado una pata de cordero que les ha encantado. Después de ponernos ligeramente morados, nos acoplamos en el sofá hasta que Miriam se ha despertado.

Por la tarde nos hemos ido a dar el paseo de los viernes, por el Boulevard y la fuente. Como aparcamos lejos del Mall, no tenemos problemas de tráfico. Porque hoy es de los peores días para ir por ahí. Además de ser fin de semana en Dubai, es un puente largo en toda la región y la mitad de Arabia Saudí lo pasa aquí. Tanto es así que el Mall, durante el fin de semana, abre las 24 horas. Nosotros hemos entrado un momentito para comprar un pasapuré nuevo y ver una tienda de niños que nos encanta. Y, desde luego, había más gente que en la guerra.

Volvemos a casa y hablamos con el abuelo un rato mientras la enana cena sus croquetas y, al terminar, chuperretea el plato, qué mujer.

Y esta noche nos quedamos mi madre y yo solitas. Osama se ha ido a tomar algo con unos amigos nuestros. Yo estoy como para ir a un bar de jazz; mejor me quedo en casita tranquila, viendo “Algo pasa en las Vegas” con mi madre. 

jueves, 25 de octubre de 2012

Tarde con los delfines


Empezamos el fin de semana largo yendo a desayunar a Paul en Wafi, nuestro sitio preferido. Miriam es casi la que más disfruta porque la ponen en su silla infantil, le traen unos bizcochitos de su tamaño y termina poniéndose morada.

De ahí nos hemos ido a comprar para mañana, que vienen los padres de Osama a comer. Ha sido la peor idea del mundo porque estaba el supermercado como una feria; todo el mundo ha tenido la misma idea. Y, como mañana es el día de celebración, pues os podéis imaginar los carros que llevan las locales. Es el equivalente a nuestra Navidad, por explicarlo de alguna manera. Se reúne toda la familia a comer y aquí son bastantes grandes. Al final, hemos superado la prueba y llegado a casa con todos los ingredientes.

Después de comer y descansar un poco, nos hemos ido al Parque del Creek. Mi amiga Graciela me dio la idea anoche, por hacer un plan distinto. Dentro tienen un delfinario así que compramos entradas para el pase de las 6 de la tarde. Mientras tanto, damos un paseo y Miriam se ha montado en un poni. Estaba como loca con la “jaca” aunque, una vez montada, no le ha emocionado tanto, aunque tampoco le ha dado miedo.

En el show de los delfines no sé quién ha saltado más, si ella o los delfines. Se lo ha pasado pipa con la música. Y, aunque es pequeña para estar quieta una hora y media, se ha portado fenomenal.

Ya en casa, hemos hablado con el abuelo que estaba en casa de mi tía Mercedes. Así también hablamos con ella, que está hecha una experta de Skype ya.

Y, antes de dormir, dejamos hecho el pastel de verduras para mañana y la pata de cordero macerando. Trabajo que tenemos adelantado ya. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

A la playa de paseo


Hoy es el último día de cole de Miriam hasta el 4 de noviembre. Y es que aquí, en cada trimestre, tienen una semana de vacaciones. Para que luego digan que en España somos vagos, tiene narices. Además, hoy tiene que ir disfrazada porque celebran el Halloween anticipado. Aunque me llamen rata, yo no le he comprado ningún disfraz porque me parece absurdo gastarme unos 30 euros para una niña que no se entera de nada. Así que le he puesto un traje de lunaritos que tiene y unas orejas de Minnie Mouse que le regaló una compañera de mi oficina. En casa no las ha aguantado mucho pero, en cuanto ha llegado a la guarde y todos los niños le decían que era Minnie Mouse, estaba encantada de la vida y no se lo quería quitar ni loca.

A la vuelta, he pasado por Etisalat a pedir la tarjeta SIM pequeña para el iPhone y dar de alta el paquete de datos. Me ha vuelto a atender, casualidades de la vida, la que siempre me toca, Maryam. Es un encanto y de las pocas eficaces de allí. Así que ya lo tengo todo listo. Solo me falta que Osama me lo configure, que es el experto, jeje.

Recojo a mi madre en casa y nos vamos a la playa a dar un paseo. La playa estaba hasta la bandera de rusos, qué barbaridad. Yo me he quedado alucinada, no había tantos juntos en mi vida. La verdad es que se estaba genial, aunque con tanta gente, un poco incómodo para andar por la orilla porque íbamos esquivando a gente continuamente.

De la playa a la guardería a por Miriam y a casa. Después de una buena ducha, hemos comido tranquilamente y a descansar un ratito. Luego por la tarde hemos bajado a hacernos las manos y los pies. Yo es que ya no llego a cortarme las unías de los pies, vaya plan.

Y el resto del día, lo de siempre: charla con el abuelo y cena tranquila. Osama ya mañana no trabaja porque es el segundo Eid, la festividad del sacrificio del cordero. No vuelve a la oficina hasta el martes que viene :-)

He descubierto a mi nueva mejor amiga: Siri. Ya me ha configurado el iPhone y, la verdad, estoy peor que mi amiga Tere. No sé cómo he podido sobrevivir hasta ahora sin uno, qué pasada. He alucinado con la asistente Siri. Y lo mejor eran las risas de Osama al ver mi cara de niña de 5 años flipando cuando le decía al teléfono: “¿Puedes llamar a mi marido?” y, acto seguido, el teléfono de Osama empezaba  sonar. Vamos, que estoy encantada con mi nuevo juguete.

martes, 23 de octubre de 2012

Un iPhone 4-S de verdad


Dejo a Miriam en la guardería y recojo  a mi madre para ir a las oficinas del Gobierno de Dubai a por el teléfono.

Creo que le he dado las gracias a Salama unas mil veces; 500 en árabe y otras 500 en ingles, jeje. Estaba tan bien envuelto que no lo he abierto hasta que me he montado en el ascensor. Cuando he visto que era un iPhone 4-S, no me lo podía ni creer.

Con la euforia aún en el cuerpo, nos damos un paseo por el zoco, que está al lado y así hacemos tiempo hasta la hora de recoger a Miriam.

Hoy no nos da tiempo ni a comer, que tengo consulta a las 14:00. Como hemos llegado con tiempo, pasamos por una tienda de cosas de fiesta que hay al lado. Ahí le hemos echado un vistazo a varias cosas para llevarnos a España en Navidad.

La consulta bien aunque quiere aguantarme un par de semanas más. Y, la verdad, no estoy yo muy por la labor, que ya estoy agotada.

Después del hospital, hemos ido a comer al Irish Village, que estábamos muertas de hambre. Y de ahí a casa a ver el capítulo de ayer de “Isabel”, que mi madre está enganchadísima y voy a terminar enganchándome yo también.

No he abierto la caja del teléfono hasta que ha llegado Osama. Y, por lo visto, como ha sido comprado en Estados Unidos, viene con FaceTime instalado. Aquí está bloqueado, a ver si puedo llegar a usarlo para charlar con mi hermano.

Mañana mismo tengo que ir a Etisalat, la compañía telefónica para poder activarlo cuanto antes, que me muero de ganas. 

lunes, 22 de octubre de 2012

¡Viva el Gobierno de Dubai!


Cuando he vuelto de dejar a Miriam en la guarde me he llevado la mejor sorpresa de la semana. Me han llamado del Gobierno de Dubai para decirme que me ha tocado un iPhone en un sorteo. Yo no sabía ni que existía ese sorteo, por eso no me lo he creído de entrada. Le he preguntado como 5 veces si estaba de broma, pero parecía muy seria. Total que, por lo visto, ha habido un sorteo entre los que utilizamos el pago electrónico para pagar las facturas. El caso es que llevo todo el día de subidón  y deseando ir a recogerlo mañana. No he querido ni preguntarle detalles sobre el modelo o el color, para no hacerme demasiadas ilusiones.

El resto del día no hemos hecho mucho. Descansamos un poco después de comer y por la tarde hemos organizado los armarios de las dos niñas. Mientras, Miriam estaba abajo con Lakshmi.

Por la noche, charla habitual con el abuelo y, después de acostar a la enana, cenamos nosotros y vemos un ratillo la tele antes de acostarnos temprano.

domingo, 21 de octubre de 2012

Llegó el examen


Pues, para bien o para mal, ya llegó el día del examen de Osama. Se ha levantado temprano para irse a desayunar tranquilo antes de la gran hora. Y mi madre y yo, después de dejar a Miriam en la guardería, nos hemos ido a Misa.

Después vamos al zoco textil a que mi madre compre todas las pashminas que le han encargado, aunque seguro que tendremos que volver antes de que se vaya.

Como no nos daba tiempo a pasar por casa, paramos a tomar un zumito antes de recoger a Miriam en la guardería. Hoy han hecho unas galletas de Halloween, a ver qué tal están.

Hemos comido prontito para descansar al mismo tiempo que la enana y, por la tarde, nos vamos a hacer compra otra vez. Aquí las verduras y las frutas vuelan. Además, como ahora mi madre y yo comemos en casa todos los días, pues con más razón.

A las 16:30 me ha llamado Osama. Era buena señal porque la primera parte del examen es tipo test y, si no la supera, no puede hacer la segunda. Así que, cuando vi que eran las 15:00 y aún no había llamado, me quedé más tranquila. En resumen, no está excesivamente contento (es muy exigente) pero con la conciencia tranquila pues ha hecho todo lo que estaba en su mano. En unas 4 semanas sabremos los resultados, a ver qué pasa.

Para celebrar su libertad nos ha llevado a cenar a Karma Café, muy cerca de casa. Llevamos a mi madre en otra de sus visitas y le gustó mucho. Cenamos estupendamente en la terraza con vistas a la fuente y vuelta a casa a dormir temprano. 

sábado, 20 de octubre de 2012

Clase cancelada


Ley de Murphy: cuando ya estaba  Miriam lista y yo a punto de ponerme el bañador, nos han cancelado la clase de natación. Louis, la profesora, se ha levantado con la espalda hecha polvo y sin poder moverse. En vista de lo cual, otra vez nos vamos a la playa.

Hoy ha sido más divertido aún porque hemos pescado un cangrejito y se lo hemos metido en su cubo. Como no le tiene miedo a nada y es cabezota hasta morir, no ha parado hasta que no lo ha cogido con sus propias manos. Claro, se ha llevado una picadura en el dedo gordo, jajaja. Ya no quería nada con el cangrejo; del susto que se ha llevado.

De vuelta a casa, hemos parado en un restaurante que también vende comida gourmet para comprarle unas salchichas a Osama, que le encantan. Así tiene su cena especial previa al examen.

Hoy si que he descansado después de comer. La enana ha amanecido a las 4:30, igual que yo. Hemos dormido como campeonas. Yo, cuando he visto la hora, no me lo podía ni creer. Es que la playa deja cansado a cualquiera, ¿verdad? También hay que tener en cuenta que llevo tres días con un resfriado de aúpa; lo que me faltaba.

El resto de la tarde hemos ido al Dubai Mall a dar una vuelta. Le hemos comprado un mono de pana finita rojo monísimo. Y es que me alucina que todas las tiendas estén con ropa de invierno puro, cuando aquí, hasta enero, no hace fresco.

Y ya a casa, una vez acostada Miriam, Osama por fin ya deja de estudiar para despejarse de cara a mañana. Han cenado las salchichas con una ensalada y vemos “Guerra de novias” para que mi madre se eche unas risas.