Dejo a Miriam en la guardería y
recojo a mi madre para ir a las oficinas
del Gobierno de Dubai a por el teléfono.
Creo que le he dado las gracias a Salama
unas mil veces; 500 en árabe y otras 500 en ingles, jeje. Estaba tan bien
envuelto que no lo he abierto hasta que me he montado en el ascensor. Cuando he
visto que era un iPhone 4-S, no me lo podía ni creer.
Con la euforia aún en el cuerpo, nos damos
un paseo por el zoco, que está al lado y así hacemos tiempo hasta la hora de
recoger a Miriam.
Hoy no nos da tiempo ni a comer, que
tengo consulta a las 14:00. Como hemos llegado con tiempo, pasamos por una
tienda de cosas de fiesta que hay al lado. Ahí le hemos echado un vistazo a
varias cosas para llevarnos a España en Navidad.
La consulta bien aunque quiere aguantarme
un par de semanas más. Y, la verdad, no estoy yo muy por la labor, que ya estoy
agotada.
Después del hospital, hemos ido a comer
al Irish Village, que estábamos muertas de hambre. Y de ahí a casa a ver el capítulo
de ayer de “Isabel”, que mi madre está enganchadísima y voy a terminar enganchándome
yo también.
No he abierto la caja del teléfono hasta
que ha llegado Osama. Y, por lo visto, como ha sido comprado en Estados Unidos,
viene con FaceTime instalado. Aquí está bloqueado, a ver si puedo llegar a
usarlo para charlar con mi hermano.
Mañana mismo tengo que ir a Etisalat, la compañía
telefónica para poder activarlo cuanto antes, que me muero de ganas.
1 comentario:
Algunas veces la suerte no nos creemos que existe, pero está ahi. Me alegro un monton. ¡¡Ah!! y enganchate a "Isabel" que esta fenomenal. Yo lo estoy. Que todo vaya del 10. Besos y dale un abrazo a tu madre.
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