martes, 16 de noviembre de 2010

Eid Mubarak

Pues hoy sí que se puede decir ya eso de "Eid Mubarak", que es la manera de felicitarse.

Nosotros, para celebrar, nos hemos ido a pasar el día al hotel de la misma cadena que está en la playa, a unos 10 minutos en coche. Pensábamos que el hotel en sí aún no estaba abierto, pero lo abrieron hace un mes. Si lo llegamos a saber antes, nos habríamos quedado en éste.

Hemos echado el día en la playita, tranquilitos y disfrutando del buen tiempo. Después de comer algo allí mismo, nos hemos vuelto a nuestro hotel, que teníamos cita en el SPA; a cuidarnos un poquito.

Tras el gran masaje, nos hemos vuelto a Dubai. Primero, pasamos a cenar a casa de los padres de Osama, para celebrar con ellos el día. Tenían a varios amigos, que habían ido a visitarles y también se han quedado a cenar. La tradición es que los familiares y amigos menores van a visitar a los mayores.

A eso de las 22:30 ya nos hemos ido a casa, que estábamos agotados y allí no parecía que la cosa iba a terminar pronto.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Escapadita

Esta semana se celebra la segunda gran festividad musulmana: el Eid al-Adha, o lo que es lo mismo, el sacrificio del cordero. Se conmemora el momento en que Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su propio hijo, Ismael, como prueba de lealtad a Dios. Al final, según está escrito, Dios paró su brazo y, como agradecimiento, Abraham mató un cordero para celebrar que su hijo seguía vivo. Es la fiesta más grande en el mundo musulmán. Como siempre, depende de la luna y, hasta el último momento no se sabe qué día se celebra exactamente.
Esta vez parece que el día grande será mañana. Algunas empresas han dado como días de vacaciones el martes, miércoles y jueves, para así unirlo con el fin de semana y tener un puente en condiciones. En el caso de Osama, tiene libres lunes, martes y miércoles.

El plan inicial era irnos a España a pasar estos días pero, claro, como no me dejan volar, pues nos quedamos de nuevo en tierra. Eso sí, Osama me ha preparado una sorpresa: nos vamos a un hotel que han abierto nuevo en mitad del desierto de Ras Al Khaima, uno de los emiratos vecinos. Nos vamos hoy para volver mañana, así pillaremos menos gente.

Nos ha costado un pelín llegar porque no hay indicaciones desde la carretera de Dubai. Se ve que es muy nuevo aún y no tienen previstas algunas cosas. Pero una vez allí, hemos estado muy bien, muy tranquilos y relajados, disfrutando de la soledad del desierto.

Por la noche hemos ido a cenar a un restaurante thailandés dentro del resort. Estaba todo riquísimo, nos hemos puesto como el quico vamos. Un paseíto hasta nuestra habitación para bajar la cena y a dormir prontito para aprovechar el día de mañana.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Se le escapa a Alonso

En Abu Dhabi aún no se creen la expectación que tiene su Gran Premio este año. Si el año pasado se vendieron todas las entradas, os podéis hacer una idea éste; creo que han terminado hasta con la reventa.

Yo he ido por la mañana a la oficina, a seguir poniendo al día a Mazen, el chico que se ha incorporado para substituirme.

Después de comer ya me he vuelto a casa. Estaba media oficina saliendo para ver el Gran Premio; los más afortunados iban a Abu Dhabi y el resto, a casita para verlo en la tele.

Lástima que se le haya escapado el título a Alonso. Sobre todo, de esa forma tan tonta. Claro que, siendo justos, también Wettel se lo merece, ¿no?
Como anécdota, el agua de rosas en el podio. Como mañana ya se celebra el Eid-al-Aha, pues esta noche es declarada "noche seca". Es decir, no se puede ni servir ni beber alcohol en ningún sitio. Así que los pilotos no han podido regarse con el tradicional champán. Por mucho que agitaran las botellas, ahí no salía nada de espuma, jajaja.

A ver si el año que viene hay más suerte.

martes, 9 de noviembre de 2010

Se van los invitados :-(

Llegó el día que menos gusta siempre, que se vayan los visitantes. Con lo bien que hemos estado, qué pena que todo llegue a su fin.


Estos últimos 3 días han sido muy tranquilos: visita al mall para hacer recados, almuerzo rico, playita, compra de telas, etc. El domingo se fueron a Abu Dhabi para ver la Mezquita y el Parque Temático de Ferrari. Luego vimos el GP de Brazil en casa, cenando unas salchichas muy ricas.


Y esta mañana madrugón para coger el vuelo. De vuelta a casa, yo me he vuelto a dormir otro rato.


El resto del día ha estado sin mucho jaleo. Ahora deseando que llegue el 6 de diciembre, que vienen Tere y Fede.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Maldita Jennifer

Hoy también tenemos anécdota, aunque no nos ha hecho tanta gracia como la de ayer.


El típico plan de Dubai un viernes es el Brunch. En la mayoría de los restaurantes y hoteles de la ciudad tienen un buffet muy amplio y a diferentes precios. Nosotros nos hemos decantado por el del Hotel Address en el Club de Golf de Montgomery, muy cerquita de casa.

A 200 metros de llegar al hotel tenemos la mala suerte de cruzarnos con Jennifer. Bueno, mejor dicho, de que esta inglesa se cruce con nosotros. En una de las rotondas, nos ha embestido por la izquierda. Gracias a que íbamos a unos 20 km/h, no ha pasado nada, sólo que nos ha abollado la puerta de atrás de mi golfito. Pero lo peor de todo, como siempre, ha sido su actitud. Estaba clarísimo que había sido culpa suya, pero ni siquiera ha querido pedir perdón sino que ha intentado echarnos el muerto a nosotros; todo fruto de su nerviosismo e inexperiencia. Nosotros, como íbamos recto, estábamos en el carril de la derecha. Pero ella, en su carril de la izquierda, quería girar a la derecha, nada lógico. Y, claro, nos ha dado. Eso sí, no paraba de decirnos que ella asumía que íbamos a la derecha. Pues que no asuma tanto y mire más.
El caso es que aquí en Dubai tenemos que esperar a la Policía, que es la que escribe el parte y determina quién tiene la culpa. Como el inglés del policía dejaba bastante que desear, no entendía bien lo que había pasado y nos empezó echando la culpa a nosotros. Menos mal que Osama se lo ha explicado en árabe y ha entendido que no teníamos culpa ninguna. Así que, tras esperar una hora, nos hemos ido con el parte de color verde, que nos da la razón. Mientras, la inglesita con su actitud arrogante se ha llevado el rosa.

Gracias a Dios, no ha sido nada, un simple choque. Pero no deja de ser un incordio el llevar el coche al taller para que lo arreglen. Además de estar al borde del mareo porque no habíamos desayunado nada y ya eran las 2 de la tarde.
Pero bueno, en el brunch ya nos hemos desquitado a gusto y, por supuesto, echado unas risas a costa de Jennifer. Eso sí, Marta y Marcos están conociendo el Dubai de verdad, jajaja.


Después de la comilona, a mí me han mandado a casa a descansar, que Marcos me asusta con las contracciones, jeje. Hemos dejado a los visitantes en la boca del metro para ir al Dubai Mall y nosotros a casa un ratillo.


Sobre las 20:00 nos reunimos con ellos en el mall, que está hasta la bandera, ¡qué barbaridad! Eso sí, las tiendas vacías. De camino al restaurante donde vamos a cenar, vemos el espectáculo de la fuente, que parecía que había un concierto de los Beatles gratis, ¡cuánta gente! Menos mal que desde la terraza del restaurante se ve divinamente y sin tanta aglomeración. Además de que cenamos de lujo.

Así que, a pesar del sustillo mañanero, hemos terminado el día divinamente.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Toma de contacto con la ciudad

Hoy es fundamental amanecer con despetar cristiano, como digo yo, cuando Dios quiera. Aunque yo he tenido que madrugar un pelín, pues tenía una llamada a las 9:15. Prefiero no dar detalles para no gafarlo; ya veremos qué pasa.

Obviamente, después de la llamada, me he vuelto a acostar hasta las 12:00.


Me he puesto a hacer el primer puchero de mi vida, que comemos en casa tranquilamente. La verdad es que, a pesar de no tener huesos de jamón aquí, no ha salido del todo malo.

Después de comer nos hemos ido a dar un paseo por la ciudad. En coche, claro, que ya sabemos cómo funciona Dubai. Primero a la Palmera, para enseñarles la urbanización artificial, de las más famosas del mundo.

Luego una paradita en el paseo de JBR, cerca de la playa, que se está de lujo. Y, después de enseñarles la zona residencial de Marina, que más bien parece Nueva York con tanta torre, nos vamos nuestro rincón favorito: el Royal Mirage.

Antes de cenar, nos tomamos una copilla en la terraza del Eau Zone, que se está la mar de bien. Allí hemos vivido la anécdota del día: en plena discusión por la cuenta, muy típico, a Marta se le ha caído mi móvil a la piscina del bar, un show. El problema es que han tardado mucho en sacarlo del agua. Al final ha terminado Marcos con los pantalones mojados hasta las rodillas, pobre.

Con la risa floja aún, nos hemos ido al patio de siempre a cenar unas tapillas. Pero está claro que los fines de semana no se puede ir; están a tope y el servicio no da a basto.

Y de ahí a casa, que ya mañana será otro día.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Llegan Marta y Marcos

Alegrón que me he llevado esta mañana. Resulta que mi prima Marta y su marido, Marcos, no llegan el jueves, como yo pensaba, sino hoy, miércoles. Así que he tenido un día sin parar.


Primero he ido a Carrefour a hacer la compra, que no tenía casi de nada ya. Y luego al Dubai Mall a por las cápsulas para la cafetera.

Ya en casa, he dejado las camas hechas para los nuevos invitados. ¡Qué bien que lleguen un día antes!

Por la tarde he estado haciendo magdalenas para el desayuno. Con algo me tengo que entretener ahora que no tengo trabajo fijo, ¿no?

Hemos cenado una tortilla de patatas, que ha salido muy rica. Pero creo que al personaje que llevo dentro no le ha debido gustar demasiado porque la he vomitado antes de salir para el aeropuerto. Lo que más rabia me da es que tengo que volver a cenar. Así que me he llevado un bocatín de pechuga de pavo para el camino.

En el aeropuerto había hoy mucha más gente que cuando llegaron mis padres, a pesar de ser entre semana. Pero, al salir, nos han confirmado que no ha habido mucha cola en el control de pasaportes, menos mal.

Camino de casa les íbamos dando un tour nocturno de Dubai, avisándoles de lo diferente que es la ciudad de día y de noche.

Antes de irnos a dormir, hemos estado un ratillo de charla y nos han dado el Belén que nos han traído, que es una preciosidad. Gracias a ellos vamos a tener una Navidad en condiciones, a pesar de estar tan lejos de la madre patria.

Mañana más.