miércoles, 19 de diciembre de 2007

Khalas

Ahora sí que llegó la hora del temido adiós.

Como se canceló la reunión, he podido descansar y dormir tranquila. Aunque me ha interrumpido a las 8 el vigilante que está debajo de mi ventana, se ha puesto a charlar con alguien. Todo se arregla con una vuelta a la almohada y hasta las 11 otra vez.

Después de cerrar todas las maletas, que no ha sido fácil, empezaba la ronda de recados. Primero he ido con Susana y Álvaro a incluirles como conductores adicionales en el alquiler del coche. Así se lo quedan ellos hasta el 30 de diciembre, que acaba el contrato.

Luego a Madinat Jumeirah a comprar unos camellitos de souvenirs y unas camisetas para los sobrinos. He charlado con Marcos para ver si le conseguía un encargo, pero no ha habido suerte. Tras un paso fugaz por el Mall, me he acercado a Marina Walk para estar un rato con Laura, Dani, Bego e Ivan. Yo intentaba que no llegara el momento de la despedida pero, claro, es inevitable. Así que de nuevo a llorar.

He recogido a Susana en su oficina para ir a Karama. Nos hemos tenido que dar la vuelta a recoger el móvil de Sergio. Pero, gracias a eso, he podido ver las estupendas vistas que tienen desde la planta 26. Entre otras, se ven las dependencias del jeque. Vaya casita que tiene. Yo me conformaría con una de las cuadras para caballos, increíble. Tiene dos picaderos inmensos.

En Karama, hemos ido a hacerme el mendi en la mano, una sorpresita de vuelta. La verdad es que me lo han dejado bastante bien. Hemos estado ahí un rato, en una peluquería típica india. Venían tambien Emily y Silvy, que se ha animado también al mendi. Chicas, mantendremos el contacto y espero veros pronto.

De nuevo, tocaba despedirse. Esta vez, de los habitantes de la casa. Chicos, os voy a echar muchísimo de menos. Tomaros un lemon mint a mi salud de vez en cuando ;-)

Un paso fugaz por casa para ducharme, terminar de recoger todo, cambiarme y al aeropuerto. Ahí habiamos quedado con Saleh, que venía con nosotras. Me ha regalado un atril de madera precioso, me ha encantado. Menudo detallazo.

Antes de salir, llamada a Fer para felicitarle. Mone, que tengo muchas ganas de verte. Ánimo con el master, que ya queda menos.

Al final, no me he podido despedir de mis recepcionistas favoritos: Srini, Lamille y Renante. Les he dejado una nota en recepción, casi mejor. Ya se me saltaban las lágrimas con el que estaba, que sólo lleva un par de semanas. Me han tratado demasiado bien, les echaré mucho de menos.

Con la suma de las dos vacaciones, Eid y Navidad, el aeropuerto estaba llenísimo así que sólo dejaban entrar a los pasajeros. La despedida de Saleh y Susana prefiero ni contarla, demasiado duro. Aún lloraba en el mostrador de facturación, cuando he visto el mensaje de Susana, que me había dejado un regalo en la maleta, para tener siempre presente Dubai. Millones de gracias.

Por normativa del aeropuerto, no se pueden llevar mas de 32 kg en cada maleta. Como una de las mías pesaba 43, he tenido que salir al Duty Free a comprarme una. Allí me he encontrado con Tacho, esperando su vuelo también.

Total, que he tenido que quitar cosas de una y ponerlas en la nueva, un desastre. Y, por supuesto, he tenido que pagar exceso de equipaje. Además, el personal de los mostradores no es empleado de la compañía aérea, es personal del aeropuerto de Dubai.

Ya he cambiado los dirhams que me quedaban. Me ha hecho gracia volver a ver euros de nuevo, es raro. Sobre todo los billetes de 5 y 10, jajaja.

Impresionante la cantidad de gente que había en el aeropuerto, sobre todo en la zona del Duty Free, que es inmensa. Era interesante ver la variedad de nacionalidades, al más puro estilo Dubai. A pesar de la masificación, está todo muy bien organizado. En la puerta, te espera un equivalente a botones. Te saca las maletas del coche y te acopaña con el carrito hasta el mostrador de la linea aérea, increíble. A ver cómo lo hago en Madrid, jajaja.

En lugar de tanto paseo por la enorme terminal, he preferido irme a la sala de espera, aprovechando que vuelo en Business. Así cenaba un poco de pescado y estaba lista para planchar la oreja en el avión.

Mucho me temo que voy a perder la conexión, porque ya hemos salido con algo de retraso.

Esta vez he tenido mucha suerte con mi compañero de viaje, Richard. Es un canadiense que acaba de terminar su etapa en Muscat (Omán) y vuelve a casa después de 3 años y medio. Simpatiquísimo, hemos estado charlando un rato antes de despegar, contando cada uno su experiencia en el Medio Oriente. Muy gracioso, al despegar, me decía: "No llores al decir adiós a Dubai", jajaja.

No he hecho caso ni de la cena, directa a dormir.

martes, 18 de diciembre de 2007

Llorando a mares

Esta mañana me he sentido una pringada, venía sola por la carretera. Estos días es Eid al-Adhaa, fiesta musulmana que rememora el sacrificio del profeta Abraham. En la mayoría de las empresas, no se trabaja hasta el domingo. En la nuestra, empezamos mañana. Aunque Joe y yo ni siquiera eso porque nos han puesto una reunión a las 9 en Jebel Ali, literalmente en la otra punta de mi casa; muy gracioso el cliente.
Dios mío, qué día me espera. Ha venido Shadi a darme los buenos días, como todos los días, y ya me he puesto a llorar. Luego he estado todo el día cerrando cosas: el correo, teminando un par de presentaciones, plantillas, etc. Hemos tenido la última conference call con E-Trade.

He comido con Lise y Claudine, echándonos unas risas con anécdotas de Dubai. Lise nos ha contado la cena que tuvo anoche en el Burj Al Arab, oh, la la.
Gracias a ella, nos hemos enterado de que la reunión con L'Oreal mañana ha quedado suspendida. Dany, con su despiste, se le ha olvidado comentarlo. Anda que nos llegamos a plantar a las 9 de la mañana en Jebel Ali y lo matamos.


Después, paso fugaz por casa para semi-disfrazarme y a la cena de Navidad. Había que ir vestido de alguien famoso. Yo he pillado lo que tenía e intentaba ser un amago de Penélope, por la gracia de ser española; aunque aquí creen que es mexicana, jajaja. Lo gracioso es que la gente me reconocía. Había algunos disfraces muy currados; por ejemplo Youmna iba de Cruela, clavada. O Remi, de finanzas, que iba de Sheik Mohamed.
Ha estado muy divertida aunque, para mí, triste. Hoy era el cumpleaños de Dany, nadie en la oficina lo sabía, y le han sacado una tarta. Para no ser el centro de atención, ha pillado el micrófono para anunciar mi despedida y agradecerme estos tres meses. Como es normal, me han salido las lagrimillas, para que luego tenga yo fama de ser insensible :-( Me han regalado un separalibros muy bonito, para la estantería de casa me viene genial.










Y llegaba el temido momento: despedirme de todos los compañeros. Ya con el primero, que tampoco he tenido tanto trato, me he puesto a llorar. Cuando he llegado a Joe y Shadi, ya estaba desconsolada. Son dos de mis tres mosqueteros, al tercero lo tenemos de vacaciones en Líbano.








Tras la llorera, me he ido con Laura, Dani y Felipe al Barzaar, en Madinat Jumeirah, a tomar algo. Allí habíamos quedado con Susana, Saleh, Diego, Nico, Carlos y Emily. Y, ¡por fin he conocido a Javi! El amigo de mi primo Eduardo que, después de dos meses hablando por messenger o teléfono, nos hemos puesto cara. Tenía que ser el último día, hombre. Pero ya volveré, que me debes una carrera de caballos por el desierto.
Hemos estado un rato esperando a Bego, que estaba de cena de Navidad. Estábamos todos cansados, así que retirada a casa. Mañana quedamos tranquilamente a tomar un café antes de irme al aeropuerto.
Al llegar, yo he estado terminando las maletas para así tener el día libre y poder hacer los recaditos que me quedan.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Eina's en Villa 4

Si ayer me costó levantarme, os podéis imaginar hoy. Pero lo dicho, no voy a pasar mis últimos días en Dubai durmiendo.

Hemos tenido dos reuniones con soportes: Gulf News y Al Bawaba. Venían a contarnos las novedades y las nuevas tarifas para el 2008. Ya aprovechaba y me despedía de ellos.

En la oficina, dejando ya todo cerrado y en manos de Joe. Por la tarde, ha venido Dany a decirme algo que yo ya sabía: desde Madrid confirman que no hay extensión posible. No sé muy bien de dónde habían sacado las esperanzas, pero se han ido tal y como vinieron.

Estos días, Shadi me ha estado dando las chocolatinas de su calendario de adviento, qué majo. Todas las tardes, después de comer, venía con la dosis de turno. Para mañana, tiene reservada la del 24, que es la más grande de todas.

Por la tarde, he hecho un paso fugaz por el hotel donde están alojados Manolo, María y Álvaro para darle unas cosas que me van a llevar a España, menudo favor más grande me hacen.




Y luego, casi lo mejor de la semana: cena en Villa 4 a base de Eina's. Con tanto jaleo de estos últimos días, no me ha dado tiempo casi a ver a Susana y compañía. Hemos estado: Susana, Darío, Álvaro, Pablo, Saleh, Yolanda y yo. Disfrutando del Lemon Mint del Eina's, qué rico. Eso sí que lo llevo a España, que me fijé cómo lo hacía el indio para quedarme con la copla.
He aprovechado para copiarme las fotos de Sri Lanka, que con mi cámara hice pocas, al segundo día se me estaba acabando la batería.

Ahí hemos estado de charlita, muy agradable. Con partiditas de ping pong mientras yo le grababa música a Yolanda. Cuando ya estábamos a punto de quedarnos dormidos en el sofá, levantamos el campamento para irnos a casa. Menos mal que vivimos al lado, menuda pereza arrancar. Como ahora ya tengo mi iPod, me pongo la música más animada que tengo y así consigo no dormirme. Joe me dice que ya no me hace falta café, sabe la canción que tiene que ponerme para activarme, jajaja.

Hoy me despido citando al gran Darío: libélula en inglés se dice dragon fly. Me encanta la frase, jajaja

domingo, 16 de diciembre de 2007

De cenita

Esta mañana me ha costado la misma vida levantarme. Es extraña la sensación porque, duermo poco y tengo sueño pero los nervios me mantienen despierta. Además, con tantas cosas que quiero hacer, prefiero no desperdiciar mi tiempo durmiendo, ya habrá tiempo en el avión y en la semanita de relax absoluto que me espera en el campo.

En la oficina, Joe está ya al cargo de todo, me he vuelto un mueble, jaja. Le ayudo a algunas cosas y, sobre todo, estoy más pendiente de resolverle dudas. Pero no estoy metida en el día a día de las cuentas.

He bajado a comer con Joe y Shadi, el tercer mosquetero (Rayan) está de vacaciones en Líbano. Hoy tocaba el libanés de la segunda planta, que nunca había estado. Luego me ha tocado despedirme de Rana, una penita remenda. Como a ninguna de las dos nos gusta decir adiós, lo hemos dejado en "nos vemos el año que viene"

Por la tarde, he quedado en ir primero a casa de Felipe a "robarle" su música, ahora que ya se llegar a su casa. De hecho, incluso se dos caminos diferentes, estoy irreconocible, jaja.

Menudo parque tecnológico tiene montado en casa, es alucinante. Mientras se grababa la música, hemos estado jugando en la Xbox un rato. Muy divertido. Era una especie de SingStar pero, en este caso, había que tocar la guitarra al ritmo de la canción. Felipe domina sin ninguna duda la técnica. Subo las fotos que ha hecho Laura, que se ha quedado de mera espectadora. Luego, terapia con Laura para superar el bajón de la despedida. Esto no va a ser un adiós, me voy sólo de vacaciones, esa es la actitud. A ver si lo consigo.



Después de la partidita, hemos cruzado al barrio de los primos ricos, como dice Felipe, a cenar en el Palace. La verdad es que toda esa zona, que ahora está en plena construcción va a quedar chulísima. Es donde está el Burj Dubai, la torre más alta del mundo. Están terminando también un souk como el de Madinat Jumeirah, con laguitos por dentro, canales para pasear en barquito, etc. De momento, sólo se ven grúas y calles a medio hacer. Pero, en cuanto esté terminado, va a ser increíble, como todo Dubai. Ha sido listo el amigo Felipe.
Allí, en el hotel, habíamos quedado con Bego e Iván. Iba a venir Susana también pero se le ha hecho tarde. Hemos cenado la mar de bien, poniendo al día a Felipe de la España profunda, jajaja.



Después de cenar, nos hemos ido al karaoke de las Emirates Towers, era la opción más cercana. Omar se ha unido también, me ha encantado verle de nuevo, que nos habíamos despedido ayer. Lo dicho, no os vais a deshacer de mí tan pronto, jajaja.
No hemos durado mucho pues el bar estaba lleno de ingleses celebrando su cena de Navidad. Había un grupo de chicas, cantando emocionadas, que daban bastante pena. Más bien parecía que estaban pisando una docena de gatos.
La anécdota divertida de la noche ha sido cuando un inglés de unos 60 años ha confundido a Begoña con una chica que jugaba al golf en el mismo campo que él esa mañana. Lo gracioso era que Bego le seguía la corriente, hasta Omar se lo ha tragado. Luego, muy amable, nos ha querido invitar a una copa; así que, al menos, los chicos se han aprovechado de la situación y han sacado un par de cervezas gratis, jajaja.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Empezando a despedirme :-(

Nada más despertarme, me he puesto a organizar un poco las cosas en las maletas, que veo que no me va a dar tiempo. También he estado ordenando papeles que tenía acumulados. Sorpresa, en la cartera que solía usar en España me he encontrado 1.000 dhs, que son unos 190 euros, me nuda alegría me he llevado.

Luego, me he ido al centro comercial del City Centre, que estaba María allí. Se ha unido Susana también, que tenía que comprar unas cosillas. Esta vez hemos ido con la lista previa de las tiendas a las que queríamos ir, por eso ha sido más rápido.






Por la tarde, habíamos quedado en el 360. En teoría, para ver la puesta de sol, pero se nos ha hecho tarde. De hecho, nos ha pillado de camino, tampoco está mal. La foto la ha hecho Susana desde el coche. Allí hemos estado pasando un rato con Diego, Cristina, Álvaro, Saleh, Osama y Omar. Cómo nos hemos reído con Diego imitando al italiano. En la foto sale concentrado pero no podía parar de reírse. Luego han venido Bego, su hermano y Sarah.

Después, hemos cambiado al Roof Top, que venían Jota, Sergio, David y Rasmi a tomar algo. He estado un ratín con ellos y, luego, me he ido con Osama y Omar a otra mesa. Es alucinante la memoria de Osama y la facilidad para aprender las cosas. Le estamos “españolizando” poco a poco, jaja. Domina el tema de los refranes. Siempre con su móvil a mano para consultar rápidamente en Internet alguna palabra, jajaja. Me lo he pasado muy bien con ellos pero, a la vez, me da mucha pena haberles conocido justo antes de irme. Aunque, siguiendo con los refranes, “más vale tarde que nunca”.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Trilogy

Por fin tocaba no madrugar, dormir más de 6 horas seguidas, increíble. Nada más despertarme, rumbo a por María al hotel y… ¡a la playa! Allí hemos estado un rato con Nico. La verdad es que se estaba genial porque no hace nada de calor, un brisita muy agradable para estar de charla en la arena. Aprovechando que Manolo y Álvaro tenían un rato libre, se han venido a comer con nosotros. Eso sí, han paseado por medio Dubai. Nosotras estábamos esperándoles en Dubai Marine pero el chofer les ha llevado a Dubai Marina, al otro lado. Como dice Susana, en Dubai hay 5 palabras a combinar entre sí: Dubai, Jumeirah, Marina, Madinat y Buró. Todo se llama igual: Madinat Jumeirah, Burj Dubai, Burj Al Arab, Dubai Marina, Dubai Marine, Jumeirah Beach, que no tiene nada que ver con Jumeira Beach Redisence. Un jaleo, vamos.

Después de comer en otro libanés, han vuelto a la oficina y nosotras nos hemos ido a por Susana para ir a comprar telas. Yo me quiero llevar un par de cosas a España y resulta que María es una apasionada de las telas así que ha disfrutado como una enana.

Luego, a correr, como todos los viernes. He dejado a cada una en su casa y me quedaban 45 minutos para arreglarme pues habíamos quedado en Madinat Jumeirah a las 20:30 para poder pillar mesa para cenar. Tras pasar por lo que yo llamo “chapa y pintura”, he recogido a Susana en un taxi para irnos.




Hemos cenado en Toscana, una pizzería. En total, éramos 13: Bego Iván (su hermano), Laura, Dani, Felipe, Cristina, Fernando, Manolo, María, Álvaro, Diego, Susana y yo. Nos hemos reído mucho contándoles a los visitantes las anécdotas de Dubai. La gente ha ido llegando como en tres turnos, ha sido como el colegio, jajaja.
Y, luego, por fin al Trilogy. Es una de las discotecas más famosas de Dubai. Al parecer, lo mejor, como siempre, es la terraza. Pero, gran faena, han quitado la música por ley, tienen de fondo algo más calmadito. Se ha quedado como un sitio para tomar algo en plan tranquilo, sentado en los sofás, charlando tranquilamente, etc. Así que, como queríamos marcha, nos hemos ido a la parte de abajo. En la puerta, se han unido Omar y Osama. Como éramos 11, teníamos tarifa de “semi-grupo”: uno podía entrar gratis y, muy majos, han decidido que era yo por ser mi último viernes en Dubai; qué pena me da sólo de pensarlo :-(

Nos lo hemos pasado muy pero que muy bien; bailando y riéndonos sin parar, Felipe poniendo caras (la de pavo es genial), Diego presentándonos a un italiano tremendo (menudo personaje, Fer, digno de ti), muy divertido. Las fotos no reflejan ni la mitad, como siempre, jeje. Eso sí, le tengo totalmente pillado el tranquillo a las fotos desde el suelo.

A las 3, como todo en Dubai, cerraban. Felipe ha hecho un amago de organizar un after party en su casa, pero no ha habido quorum así que todos a casa, que mañana hay que aprovechar el día.








jueves, 13 de diciembre de 2007

De cena con Manolo

Esta mañana me he dejado el móvil en casa, típico mío, sí. Uno no se da cuenta de lo que dependemos de ese trasto hasta que se lo deja un día. Encima un jueves, organizando todos los planes para el fin de semana.

Joe lleva dos días bastante agobiado, el pobre, aunque en la foto salga sonriendo. Yo ya no estoy tan metida en el día a día de las cuentas y se va haciendo una idea de la que le viene. Creo que la semana que viene vamos a tener que dormir en la oficina. Como jueves que era, tocaba Manakesh, el último mío :-( Rayan, que se va esta noche de vacaciones, dice que me va a mandar zaatar para que lo pueda hacer yo misma en Madrid. Compañeros, preparaos, que voy a instaurar la tradición los viernes, jeje.



Por la tarde hemos tenido, de nuevo, a Gloria de fondo. Menos mal que, esta vez, ha durado poco. Lo de ayer fue insoportable. Subo unas fotos para que veais las vistas desde nuestra oficina y, a la vez, comprender el infierno de tener a Gloria cantando a esa distancia.
Luego hemos ido a la despedida de Carol, de Euro, que se va a Y&R. Yo iba sin saber muy bien a quien iba a despedir, aun me lío con los de la otra zona. Pero, cuando le he visto la cara, me ha sonado.
Me ha tocado despedirme de Rayan, qué penita. Se va maña a Líbano de vacaciones. Esta es la parte que nunca me ha gustado, tener que decir adiós :-(




Por la tarde, corriendo a casa a recuperar mi móvil y poder hablar con Manolo. Hemos quedado a cenar en un libanés que hay en el Creek con Susana, Saleh y su hija, Emily, Nico, Carlos y nosotros, muy divertido. A Manolo, María y Álvaro les ha encantado el sitio. Luego, ellos se han ido a dormir, estaban agotados; Nico y Carlos se iban al Peppermint así que Emily, Susana y yo nos hemos ido con Saleh a tomar algo al Park Hyatt. El sitio es chulísimo, con unos sofás comodísimos. Nos hemos quedado charlando hasta que nos han echado, a las 3. Yo estaba rota, era de los días que iba reptando hacia mi cama. Creo que me he quedado dormida de camino a la almohada.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Gloria Estefan

Menuda mañanita nos ha dado la cubana. En el parquecito de abajo debe haber un evento este fin de semana. La famosa cantante en cuestión se ha pegado toda la jornada ensayando y parecía que la teníamos sentada encima de la mesa. ¡Qué dolor de cabeza! Con lo cansina que es la salsa, al menos a mí me satura a la media hora. Hasta después de comer no se ha callado la condenada. No podíamos ni hablar por teléfono, imaginaos el sonido.

He bajado a comer con Joe y Shadi al Circle. Están de lo más melancólicos, sobre todo Shadi. Joe aún tiene la esperanza de que vuelva en enero, no sé en qué se fundamenta.

Por la tarde no he parado de estornudar, espero no estar pillando nada. Con esto del cambio de tiempo, es como otoño en España, ha refrescado bastante. Mientras está el sol fuera, se está muy bien, con manguita larga pero genial. Sin embargo, de noche, ya hay que ponerse una chaqueta o jersey.

Hoy era la cena de Navidad del Spanish Business Council. Yo no he ido porque prefería adelantar cosas y aprovechar para hacer recados. En principio, iba a quedar con Laura y Dani a cenar pero la pobre está pochilla con el estómago y lo hemos pospuesto para el lunes. Así que me he ido otra vez al centro comercial a comprar unos regalillos que tenía pendientes aún.

Al llegar a casa… ¡sorpresa! Han instalado un microondas en la cocina. Tampoco le voy a dar yo mucho uso pero es un adelanto.
También era la cena de Navidad en mis apartamentos. Han instalado un buffet enorme en la piscina, y los camareros iban con gorritos de Papá Noel, muy graciosos.

He intentado varias veces hablar con mis padres pero la red estaba de no y he perdido la paciencia. Belén, te he dejado a media conversación por lo mismo, iba a pedales y se desconectaba cada dos por tres. Sí que he podido ver un correo de Nono en el que me avisa que Manolo, otro amigo, aterriza esta noche en Dubai y va a estar hasta el domingo. Espero poder verle, ¡qué ilusión!

Aprovecharé el día tranquilo para dormir un poco más de lo normal esta semana y así recuperar fuerzas para mañana, se presenta el fin de semana de lo más activo, ¡qué ganas!

martes, 11 de diciembre de 2007

Control C y control V

Así hemos estado la mitad de la mañana, copiando los click commands en la plantilla de Google, un infierno porque hablamos de diez campañas con más de 1.800 palabras cada una. Para algunos, estaré hablando chino pero mis compañeros del equipo de Search me entenderán perfectamente.

Después, hemos tenido por fin el training de Dart Search, hora y media. Pero muy bien porque Joe ya lo va pillando y se va sientiendo más cómodo. Tras el intenso aprendizaje, nos hemos bajado a comer a Circle, un sitio en el que hacen unas ensaladas buenísimas, justo abajo de la oficina.

Esta tarde, me he tenido que tomar mi primer capuccino de sobre, estaba que me caía de sueño y se estaban organizando, vía mail, los planes para después, no es posible rajarse en la última semana. Como nunca tomo café ni Cocacola, pues me he puesto como una moto. Tanto que Joe me ha prohibido volver a tomar otro, jajaja. Dice que sólo me permite uno cada dos días :-)

Dany ha cerrado una reunión con L'Oreal para el 19. Joe estaba un poco mosqueado porque ese día no se trabaja aquí, es el segundo Eid (fiesta islámica) y, encima, es a las 9 de la mañana en Jebel Ali, a unos 15 km de nuestra oficina en dirección opuesta a donde vivimos.

He salido de la oficina corriendo hacia el Mall que quería comprarme el iPod para el que llevo ahorrando un mes. Ya lo tengo, contenta como un niño con zapatos nuevos. Además, contra todos los pronósticos de Susana y Begoña, no he comprado nada más. Bueno, miento, el regalo de mi amiga invisible: una pulsera y unos pendientes.


De nuevo, corriendo hacia Barasti, que ya iba tarde. Hemos estado Susana, Zoran, Ernesto y yo y, luego, nos hemos encontrado con Begoña, que estaba con unos amigos: Hugo y Omar (venezolanos ambos), Osama (de Iraq), Jeremy (francés) y Margarita, su novia, que no me acuerdo de dónde es. Todos simpatiquísimos, nos hemos reído mucho. Aquí cuelgo unas fotos.

A las 12.30-01.00, nos hemos recogido prudentemente a casa, que tocaba conducir los 25 km de vuelta al otro lado de la ciudad.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Limitaciones técnicas

Nada más llegar al aparcamiento, he buscado al chico que limpia los coches para que le de un buen fregado al mío. Es increíble, sólo cuesta 10 Dhs. (menos de 2 euros) y lo deja como una patena. Además lo limpian a mano.

Increíble pero cierto. Hoy hemos estado casi la mitad del día peleando con el departamento de tecnología para que nos dieran acceso a determinadas páginas web que no podemos ver. Algunas no son imprescindibles pero tiene narices que no podamos entrar en Artemis, nuestra herramienta de informes. La crisis ha surgido porque teníamos un cursillo online de Dart Search y, para poder seguir los pasos con el responsable en Londres, teníamos que entrar en una web y estaba bloqueada. Lo peor es que sólo Dany podía arreglarlo. Pero, claro, tiene mil cosas que hacer y, además, no estaba en la oficina. Cuando por fin ha llegado, se oían los gritos desde nuestro despacho. No tiene mucho sentido que, dedicándonos a planificación online, no podamos acceder a las páginas en las que tenemos publicidad de nuestros anunciantes. Lo importante es que se ha terminado arreglando. Eso sí, con el mosqueo del responsable de tecnología y advirtiéndole a Dany: “Vale, pero es tu responsabilidad si Joe visita sites porno”
De cualquier forma, el cursillo ha tenido que ser pospuesto a mañana.

Nos ha llegado un mail con más detalles sobre la cena de Navidad. Resulta que hay que ir disfrazado de alguien famoso, a ver qué me invento. Los del comité de Madrid, no pilléis ideas, ¿eh?

A media mañana, ha venido uno de la compañía de alquiler de coches; tenía que entregarle un papel para confirmar mi coche hasta finales de la semana que viene. Era de Pakistán, musulmán de los conservadores. Me ha estado contando que, a finales de mes, va a su país a casarse. Cómo no, me ha preguntado si tenía hijos, directamente. Al contestarle que no estaba casada, me ha dicho muy compungido: “Lo siento mucho”, dándome el pésame casi. No sé muy bien dónde me ha visto la pena.

Después de trabajar, he quedado con las chicas en el Roof Top del Royal Mirage. Hemos estado Begoña, Susana, Laura, Yolanda y yo. El único representante masculino ha sido Saleh, que ha llegado después. Como siempre, hemos estado charlando de la cultura árabe, el Islam y el Cristianismo. Al pobre le tenemos siempre resolviendo dudas, jajaja.

Ya en casa, le he grabado unos discos de música española a Saleh, así le terminamos de “españolizar”. He empezado a ordenar cosas porque lo de hacer las maletas va a ser más complicado de lo que parece; menuda me espera.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Vuelta a Dubai

De camino al aeropuerto hemos pasado otro control del ejército, ayer pasamos dos o tres de camino al hotel. Se ve que está bastante controlada la zona. El guía se ha despedido de nosotros diciendo que los españoles somos muy simpáticos, que espera que hayamos aprendido de su cultura, etc. Supongo que se lo dirá a todos.


En el mostrador de facturación hemos visto a muchísimos árabes vestidos de blanco. Los hombres iban con unas toallas blancas. Fitri, que es musulmana, nos ha explicado que van de peregrinación a La Meca; tienen que ir de blanco y sin costuras, por eso las toallas. Las mujeres llevan pegado en la espalda el nombre de la agencia con la que viajan, para no perderse.

Nosotros 10 y otros dos europeos éramos los únicos pasajeros que no íbamos de peregrinación.

En el duty free nos hemos gastado las rupias que quedaban.Yo lo he invertido en un cojín de esos para el cuello, tengo que dormir como sea en el avión. De hecho, así ha sido. He dormido como un auténtico angelito todo el viaje.

Tanto a Susana como a mí nos ha despertado la azafata anunciando que estábamos a punto de aterrizar en Muscat. Hemos parado a la primera que pasaba por el pasillo para preguntarle por qué aterrizábamos en la capital de Omán. La respuesta de Diego ha sido muy buena: "Ala, María, ya has estado en Omán", jaja. Al parecer, el aeropuerto de Sharjah estaba cerrado por niebla. Hemos tenido que esperar una hora dentro del avión y despegado de nuevo para llegar al destino.

Una vez en Sharjah, a Diego y a Néstor le faltaba la maleta pero, finalmente, han aparecido. Menos mal porque ambos tenían las llaves de sus casas dentro.

Aquí no acababa la aventura. Diego y yo nos hemos pillado un taxi y vaya tela con la taxista. Aunque esté tirando piedras sobre mi propio tejado, no debían dejarlas. Hemos tardado como una hora y cuarto en llegar a mi oficina. Es cierto que el tráfico era horrible pero, con un taxista hombre, estoy segura de que habríamos llegado antes.

El resto del día ha sido un sin parar. Claro, he llegado a la oficina a las 11:30. Implementando la campaña de YSL L'Homme. Por fin tenemos una controlada 100% por nosotros, en nuestra red de DFA.

Joe estaba sorprendido de lo despierta que estaba. Como, de normal, a veces ando bastante dormida; el pobre pensaba que hoy iba a venir reptando.

Por la tarde han venido Youmna y Pascuale, de Euro, a informarnos sobre la cena de Navidad. Es el martes que viene, 18, y han hecho el Secret Santa (amigo invisible) El presupuesto son 50 dirhams (unos 10 euros) y a mí me ha tocado Lama, del departamento de compra. Al menos la conozco, que no es poco.

A las 19:15 me he largado a casa, ya no podía con mi alma. Después de tres días, el coche estaba asqueroso. Casi no podía ni ver por los espejos, así que primero me ha tocado limpiarlo un poco por encima; al menos, para poder llegar a casa sana y salva.
He hecho un amago de quedar con Javi, el amigo de mi primo Eduardo, pero imposible. Él libra mañana, claro, unas ganas de juerga tremendas. Pero yo estaba que me dormía por las esquinas. Ni siquiera he tenido fuerzas para contarle a mis padres el viaje. Una parada rápida en el supermercado para comprar el único café que no me disgusta tanto, el capuccino de sobre, para poder hacer frente a la semana que me espera, jajaja.

Nada más llegar a casa, he puesto una lavadora, una ducha eterna y a la camita.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Kilómetros y kilómetros

Hoy tocaba otro madrugón pero, como bien dice Álvaro, no hemos venido a dormir a Sri Lanka, para eso ya tenemos Dubai. Desayunamos, unas fotitos al increíble paisaje y, al minibús, del que saldremos poco durante el día.



Estas fotos de arriba son las vistas desde el hotel, una maravilla. Lástima no haber tenido más tiempo para disfrutarlo.
Primera parada del día: Jardín Botánico. Nos hemos dado un buen paseo pero el guía nos ha explicado bien poco, la verdad. Lo más gracioso de toda la visita ha sido el momento en el que un murciélago se ha cagado en la cabeza de Naia, pobre. Había miles de ellos colgados en los árboles.
Después, unas dos horas de coche y paramos en una plantación de té. Había varias mujeres recogiendo hojas de té, es impresionante a la velocidad que van y cómo saben las hojas que tienen que cortar, sólo las de arriba de la planta. Nos ha contado el guía que, como máximo ganan unas 500 rupias al día.
Por el camino, hemos ido viendo diferentes cascadas naturales, enormes por cierto. Luego paramos en un sitio para ver de cerca una de las más grandes. Aquí ha pasado algo curioso; estábamos todos listos para volver al minibús pero nuestro amigo, el guía, no aparecía por ningún sitio. Sergio vuelve al sitio de la cascada, que había que bajar una cuesta tremenda, y resulta que estaba comiendo, en un comedor separado. Sabíamos que le gusta mucho comer, no os hacéis una idea de los platos que se pone en los bufets, hace hasta tres rondas; pero hasta este punto nos parece excesivo. Lo mejor es que, al llegar, nos dice que estaba en el baño.

Seguimos la ruta hacia una fábrica de té donde nos han explicado el proceso de los diferentes tés, muy interesante. Eso sí, aquí lo de la normativa sanitaria no se da nada de nada; los empleados van todos descalzos, el té cae de las máquinas al suelo y lo recogen sin problemas.
Debía ser una cooperativa que proveerá a varias marcas. Como cualquier visita, termina en la tienda donde hemos comprado té para llevar a casa.

Comemos allí mismo, todos a la carta sin dudarlo. Esta vez, he pedido pescado, que no estaba mal del todo. Ahora siestecita hasta Nuwara Eliya.


Por fin llegamos a lo que se conoce como la "pequeña Inglaterra". Es un pequeño pueblecito que está entre montañas, cascadas y plantaciones de té. La verdad es que todo el paisaje es una preciosidad pero, el pueblo en sí me ha decepcionado, quizá por las ganas que tenía. Nos hemos dado un paseíto de media hora, más que suficiente. Vista rápida al mercado. Siempre que voy a algún sitio me encanta entrar, también en los supermercados pues creo que es donde verdaderamente se puede respirar la cultura del país. Luego hemos pasado por el hotel más lujoso de la zona, típico inglés, colonial, muy bonito.


Al volver al bus, nos ha dicho el guía que eran 5 horas de camino hasta llegar a Negombo, donde tenemos el hotel. Después de llevar casi todo el día en el coche, nos ha caído como una losa en la cabeza. A mí, desde luego, me ha dejado hecha polvo. Nos armamos de paciencia y cogemos postura para, al menos, intentar dormir.
Lo de la siesta ha sido IMPOSIBLE. La carretera estaba llena de curvas y baches, íbamos botando todo el rato. Así que, el único entretenimiento, ha sido reírnos con los adelantamientos extremos del chófer. Aún no había dicho que se conduce por la izquierda, lo conservan de los ingleses. Pues en una carretera de unos 3 metros de ancho es increíble ver cómo un autobús adelanta a otro mietras un tuc tuc pasa por medio y, además, circula gente por los arcenes. Simplemente, increíble. Menos mal que nos ha dado por reírnos. Gracias a nuestro conductor, alias Carlos Sainz desde la aventura, hemos llegado una hora antes al hotel.
Madre mía con el hotel. Susana ha estado discutiendo con el que nos ha organizado el viaje porque no había por dónde pillarlo. Las habitaciones eran cutres cutrísimas pero lo peor es que había una boda india en el jardín. En principio, el plan era llegar pronto, sobre las 19:30, para poder cenar algo, ducharnos y descansar un par de horas, pues tenemos que estar en el aeropuerto a las 2 de la mañana. Cenar hemos cenado muy bien, creemos que el menú de la boda: una sopa de tomate, pollo y helado de vainilla. La ducha ha sido más rápida de lo que pensábamos y, lo de intentar dormir, os lo imagináis; parecía que teníamos a la orquesta sentada en nuestra cama, jajaja. Sorprendentemente, será el cansancio acumulado, hemos dormido un par de horas. El resto de compañeros han optado por irse de copas, para anestesiarse antes del vuelo, jajaja.