Después de comer en otro libanés, han vuelto a la oficina y nosotras nos hemos ido a por Susana para ir a comprar telas. Yo me quiero llevar un par de cosas a España y resulta que María es una apasionada de las telas así que ha disfrutado como una enana.
Luego, a correr, como todos los viernes. He dejado a cada una en su casa y me quedaban 45 minutos para arreglarme pues habíamos quedado en Madinat Jumeirah a las 20:30 para poder pillar mesa para cenar. Tras pasar por lo que yo llamo “chapa y pintura”, he recogido a Susana en un taxi para irnos.
Hemos cenado en Toscana, una pizzería. En total, éramos 13: Bego Iván (su hermano), Laura, Dani, Felipe, Cristina, Fernando, Manolo, María, Álvaro, Diego, Susana y yo. Nos hemos reído mucho contándoles a los visitantes las anécdotas de Dubai. La gente ha ido llegando como en tres turnos, ha sido como el colegio, jajaja.
Y, luego, por fin al Trilogy. Es una de las discotecas más famosas de Dubai. Al parecer, lo mejor, como siempre, es la terraza. Pero, gran faena, han quitado la música por ley, tienen de fondo algo más calmadito. Se ha quedado como un sitio para tomar algo en plan tranquilo, sentado en los sofás, charlando tranquilamente, etc. Así que, como queríamos marcha, nos hemos ido a la parte de abajo. En la puerta, se han unido Omar y Osama. Como éramos 11, teníamos tarifa de “semi-grupo”: uno podía entrar gratis y, muy majos, han decidido que era yo por ser mi último viernes en Dubai; qué pena me da sólo de pensarlo :-(
Nos lo hemos pasado muy pero que muy bien; bailando y riéndonos sin parar, Felipe poniendo caras (la de pavo es genial), Diego presentándonos a un italiano tremendo (menudo personaje, Fer, digno de ti), muy divertido. Las fotos no reflejan ni la mitad, como siempre, jeje. Eso sí, le tengo totalmente pillado el tranquillo a las fotos desde el suelo.
A las 3, como todo en Dubai, cerraban. Felipe ha hecho un amago de organizar un after party en su casa, pero no ha habido quorum así que todos a casa, que mañana hay que aprovechar el día.
Nos lo hemos pasado muy pero que muy bien; bailando y riéndonos sin parar, Felipe poniendo caras (la de pavo es genial), Diego presentándonos a un italiano tremendo (menudo personaje, Fer, digno de ti), muy divertido. Las fotos no reflejan ni la mitad, como siempre, jeje. Eso sí, le tengo totalmente pillado el tranquillo a las fotos desde el suelo.
A las 3, como todo en Dubai, cerraban. Felipe ha hecho un amago de organizar un after party en su casa, pero no ha habido quorum así que todos a casa, que mañana hay que aprovechar el día.
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