domingo, 16 de diciembre de 2007

De cenita

Esta mañana me ha costado la misma vida levantarme. Es extraña la sensación porque, duermo poco y tengo sueño pero los nervios me mantienen despierta. Además, con tantas cosas que quiero hacer, prefiero no desperdiciar mi tiempo durmiendo, ya habrá tiempo en el avión y en la semanita de relax absoluto que me espera en el campo.

En la oficina, Joe está ya al cargo de todo, me he vuelto un mueble, jaja. Le ayudo a algunas cosas y, sobre todo, estoy más pendiente de resolverle dudas. Pero no estoy metida en el día a día de las cuentas.

He bajado a comer con Joe y Shadi, el tercer mosquetero (Rayan) está de vacaciones en Líbano. Hoy tocaba el libanés de la segunda planta, que nunca había estado. Luego me ha tocado despedirme de Rana, una penita remenda. Como a ninguna de las dos nos gusta decir adiós, lo hemos dejado en "nos vemos el año que viene"

Por la tarde, he quedado en ir primero a casa de Felipe a "robarle" su música, ahora que ya se llegar a su casa. De hecho, incluso se dos caminos diferentes, estoy irreconocible, jaja.

Menudo parque tecnológico tiene montado en casa, es alucinante. Mientras se grababa la música, hemos estado jugando en la Xbox un rato. Muy divertido. Era una especie de SingStar pero, en este caso, había que tocar la guitarra al ritmo de la canción. Felipe domina sin ninguna duda la técnica. Subo las fotos que ha hecho Laura, que se ha quedado de mera espectadora. Luego, terapia con Laura para superar el bajón de la despedida. Esto no va a ser un adiós, me voy sólo de vacaciones, esa es la actitud. A ver si lo consigo.



Después de la partidita, hemos cruzado al barrio de los primos ricos, como dice Felipe, a cenar en el Palace. La verdad es que toda esa zona, que ahora está en plena construcción va a quedar chulísima. Es donde está el Burj Dubai, la torre más alta del mundo. Están terminando también un souk como el de Madinat Jumeirah, con laguitos por dentro, canales para pasear en barquito, etc. De momento, sólo se ven grúas y calles a medio hacer. Pero, en cuanto esté terminado, va a ser increíble, como todo Dubai. Ha sido listo el amigo Felipe.
Allí, en el hotel, habíamos quedado con Bego e Iván. Iba a venir Susana también pero se le ha hecho tarde. Hemos cenado la mar de bien, poniendo al día a Felipe de la España profunda, jajaja.



Después de cenar, nos hemos ido al karaoke de las Emirates Towers, era la opción más cercana. Omar se ha unido también, me ha encantado verle de nuevo, que nos habíamos despedido ayer. Lo dicho, no os vais a deshacer de mí tan pronto, jajaja.
No hemos durado mucho pues el bar estaba lleno de ingleses celebrando su cena de Navidad. Había un grupo de chicas, cantando emocionadas, que daban bastante pena. Más bien parecía que estaban pisando una docena de gatos.
La anécdota divertida de la noche ha sido cuando un inglés de unos 60 años ha confundido a Begoña con una chica que jugaba al golf en el mismo campo que él esa mañana. Lo gracioso era que Bego le seguía la corriente, hasta Omar se lo ha tragado. Luego, muy amable, nos ha querido invitar a una copa; así que, al menos, los chicos se han aprovechado de la situación y han sacado un par de cervezas gratis, jajaja.

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