Flipando en colores

Esta mañana, leyendo el correo en la oficina, he flipado en colores. Me ha escrito un chico que, al parecer, lee el blog con cierta frecuencia y me reconoció el otro día en el supermercado. Claro, me he quedado muda con la historia.

Hoy era el día de las reuniones. Tenía una a las 11:30 en L'Oreal y otra a las 3:00 en Saks, literalmente al otro extremo de la ciudad.

La primera me la han retrasado al martes, así que mejor porque no voy con tanto estrés. Además Joe no está y, claro, tampoco es plan de estar todo el día fuera de la oficina. Aunque la cosa está tranquila, la verdad.

He bajado a comer con Claudine y Angelica. Se ha unido Osama también. Muy gracioso porque las dos primeras solían comer todos los días en La Moda, el italiano de abajo. Pero hacía mucho que no iban. El encargado, al verla, se ha puesto contentísimo, jajaj. Vamos, que no hemos tenido ni que pedir bebidas, ya se acordaba perfectamente de lo que bebían: San Pellegrino sin hielo y con limón.

Yo me he tenido que ir corriendo porque tenía la reunión en Burjuman. Ha venido Azghar, el de Jumeirah, a recogerme. Así íbamos en un solo coche, que el aparcamiento está chungo por esa zona.

La reunión ha ido bien. Creo que le ha gustado el producto y ya iremos viendo si se decide o no.

Luego me ha dejado en la oficina, he terminado un par de cosas y, a las 6:15, me he ido a casa. He pasado por la gasolinera pero parecía que regalaban el combustible hoy. Aunque aquí es casi cierto, jeje. De hecho, la gasolina es más barata que el agua.

Ya en casa, he charlado con mis padres y mis tías, que estaban todos en El Puerto celebrando el cumpleaños del "pisha".

Cenita rápida en Wagamama y a dormir tempranito. Mañana empieza el Ramadan.

La siesta española

Esta noche me he despertado muchas veces, no he dormido muy bien. A eso hay que sumar la construcción en la planta de arriba, que aún no sé qué están haciendo pero hacen un ruido tremendo.

Después de mucho marear en casa, me he acercado al mall a mirar la condenada mesa y un mantel estrecho para el mueble del salón. Pero no he encontrado nada. Así que me quedo con la de Ikea. A ver si esta semana, con eso del horario reducido, me acerco a comprarla.

Intentando aparcar en el mall, que hoy estaba llenísimo, he visto el coche de Dani. Ya se ve que aquí en Dubai, de intimidad poca, jajaja. Le he visto un ratín, que estaba con su amigo Víctor. Luego hemos quedado en cenar en Khan Murjan.

He comido algo rápido allí y, como me estaba entrando un sueño importante, me he vuelto a casa. Me he tirado en el sofá a dormir un ratillo, ese gran invento: la siesta española. Y eso que yo no soy de dormirla mucho por eso sienta tan bien, jeje.

Por la tarde, habíamos quedado en cenar pronto con Dani y Víctor, que ha estado esta semana en un curso aquí y se vuelve a Noruega. De vuelta a Khan Murjan. Creo que esta vez sí es la última. Allí he probado un zumo de tamarindos, típico en Ramadán. Pasaba un chico dando unos vasitos para probarlo. La verdad es que, aunque un poco dulce, estaba muy rico.

Y de ahí a casita a dormir prontito.

Quedando con Susana

Hoy ritual de viernes, aunque me he levantado más pronto, a las 9:30. Desayuno en el paseo de JBR. Hoy me ha gustado menos porque estaban muy lentos. Había mucha gente con atuendo playero, creo que aprovechando el último fin de semana antes de Ramadán.

Vuelta a casa y charlita con mis padres, que hacía varios días que no hablábamos y el resto del fin de semana van a estar fuera. También me he cruzado un par de frases con mi prima Lola, que está con depresión post-vacacional.

Luego he estado haciendo tiempo en casa, poniendo una lavadora y recogiendo cosas, antes de irme a Misa.

De ahí, he pasado por Ibn Battuta a comprar un par de cosas en el supermercado. Claro, luego me he acercado a H&M y he picado con un trajecito y una camisa. Es curioso porque la tienda de ese centro comercial tiene cosas más monas que no las venden en los otros.

En el parking me he encontrado con Íñigo y Tacho, dos españoles que hacía mucho que no veía. Casi me asfixio con la charlita, ¡qué humedad! No paraba de sudar. Hemos tenido que dejar la conversación por culpa del calor.

He salido rumbo a casa de Susana para verla, que ya tenía ganas. Nos hemos ido a la zona del Palace a tomar algo tranquilamente. No nos apetecía a ninguna de las dos plan de marcha. Después de ponernos al día, a eso de la 1, la he dejado en su casa y yo rumbo a la mía.

De reunión eterna

Hoy me he vuelto a dormir, otros 20 minutos tarde. Esto del final de la semana está acabando conmigo.

Como teníamos reunión a las 11:30 por donde vivía yo antes, no hemos podido tomar Manakhesh con el resto de la oficina. Pero hemos salido ganando porque Joe me ha llevado a un sitio libanés en el que lo hacen riquísimo. No creo que sea capaz de volver a comer el que encargamos en la oficina. El de este sitio es mucho más finita la masa, más ligero. Riquísimo.

Hemos enlazado con la reunión con el grupo de Hoteles de Intercontinental. Al principio ha ido muy bien porque estábamos con el director de marketing y la que se responsabiliza de medios, Stacey. Cuando ya nos han dejado solos con ella, ha sido un poco infierno. ¡Qué manera de charlar! Además de cosas que no tenían nada que ver con nosotros, sólo a modo de desahogarse con alguien.

Salimos de allí a la 1:30, con eso lo digo todo, jajaja. He bajado a La Moda a tomar una ensalada y vuelta a la oficina para terminar un par de cosas antes de empezar el fin de semana.

Me he despedido de Joe, que se va de vacaciones a Líbano unos 10 días. Así que esta primera semana de Ramadán no creo que pueda cumplir el estupendo horario de 8.30 a 16:00 que tenemos.

Por la noche no había ningún plan especial. Nos hemos acercado de nuevo al libanés de esta mañana, que Osama tenía curiosidad por probarlo y resulta que ya lo conocía. Intento de ir al cine pero estaba todo lleno, sólo quedaban entradas para una de miedo y como que no me apetecía mucho. Así que recogida temprano.

Yo quería hacer tiempo para ir a recoger a Susana al aeropuerto, que llega esta noche a las 2 de la mañana. Al final, me ha vencido el sueño y no he podido ir. Mañana iré a verla.

Cinema Paradiso

Esta mañana me he dormido. Cuando suena la alarma, de normal, le doy a que repita en 10 minutos. Pues hoy me he debido confundir de botón porque, cuando he abierto un ojo, eran las 8:20. He dado un brinco y he empezado a correr.

Saliendo de mi estudio, había un chico esperando al ascensor. Le he dicho "Hi, good morning" y me ha contestado "Hola, buenos días". Viendo mi cara de perplejidad, la siguiente frase ha sido: "Eres española, ¿verdad?" Total que resulta que nos hemos debido ver en alguna reunión de españoles. Se llama Alberto y trabaja en Adidas. Con la tontería, ya somos 3 españoles en la misma planta.

Cuando ha llegado Joe, me ha pasado una página web con ofertas de vacaciones para después de Ramadán. Así que nos hemos pegado una horita viajando por e mundo. Pinta muy bien el de Malaysia, a ver si consigo organizarme.

Hemos tenido reunión con el que comercializa las webs internas de los hoteles Jumeirah, el Burj Al Arab, de 7 estrellas, entre ellos. En lugar de tener una revista en la mesa de la habitación, tienen una página web donde los que se hospedan en los hoteles pueden consultar restaurantes, centros comerciales, actividades, etc. Por supuesto, en el de 7 estrellas, tienes un portátil en cada habitación, faltaría más. Para mí, lo más increíble de todo, es que está siempre al 95% de ocupación, como mínimo. Este verano, que ha sido un poco bajo por lo visto, han estado al 92%. Y en España me preguntaban este verano si se estaba notando la crisis aquí. Creo que la respuesta es bastante clara.

El resto del día, muy tranquilo. He comido japonés, que hacía tiempo ya, y luego a seguir con el informe de Chanel.

Por la tarde, ha venido Rayan a echarse otra siestecita, que estaba reventado. Esta vez ha roncado y todo. No se lo creía cuando se lo hemos contado.

Después de trabajar, me he acercado al mall a mirar una cosa. Aún estoy con el jaleo de la mesa, a ver si lo dejo zanjado este fin de semana. Tengo que cerrar también el billete para Navidad. Que ya me dicen que el último trimestre del año pasa volando con las fiestas.

No tenía ningún plan especial esta noche así que me he quedado viendo Cinema Paradiso, que me la bajé hace tiempo. Era en italiano pero Osama me había puesto los subtítulos. Me ha encantado, es preciosa. Un poco triste pero muy bonita.

Y del sofá a la cama, da gusto vivir en un sitio tan pequeño :-)

Cenando con Dani

Hoy ya ha venido mi compañero. Tampoco es que esté bien del todo, pobre. Al principio, ha llegado bastante mosqueado, con la vida en general. Pero luego se le ha ido pasando.

La mañana ha pasado sin pena ni gloria. Bueno a mí, a eso de las 11, me ha entrado un hambre tremenda. Menos mal que, después de 30 minutos, se me ha pasado.

Cuando he vuelto de comer de Wagamama, me he encontrado a Joe enfadado de verdad con Dany. Al parecer, no quiere que nadie de MC asista a la presentación de Apple porque no hemos preparado nada. Esta vez Dany no tiene razón porque, primero, Euro ha sido el encargado de centralizar toda la presentación y gira únicamente en torno a concepto creativo y mensajes; no se habla nada de medios. Y, segundo, se han presentado varias ideas, 3 en concreto, que las dimos nosotros. Si se refiere a que no hemos preparado diapositivas de Power Point, es cierto, pero porque la presentación no era en ese formato.

Por la tarde, ha venido a nuestro despacho, creo que arrepentido, y nos ha contado que ha ido muy bien, que se han quedado muy contentos e, incluso, nos ha enseñado el documento final. Tanya, de MPG, también se ha enfadado con él porque no le ha dejado hablar. Total que hoy no era un buen día.

Y por la noche, a cenar con Dani, que llegó ayer. Laura e Ignacio se han quedado en España así que lo tenemos de "rodríguez". Hemos estado en el Noodles House de las Emirates. Nunca había ido y está muy bien. Lo mejor ha sido el postre: hemos arrasado con el bote de dátiles de la entrada, estaban buenísimos.

De vuelta a casa, he charlado con mi hermano y con mis padres. Éstos últimos a turnos porque mi madre había ido a ver Mamma Mía por tercera vez. Le van a dar el papel en la próxima reproducción, jajaja.

Reunión inútil en Abu Dhabi

Joe sigue enfermo. A media mañana ha venido a por el ordenador para trabajar desde su casa.

A eso de las 12:15 hemos salido para Abu Dhabi, a la famosa reunión con Al Qudra. He ido con Dany y Omar. Sorprendentemente, no nos hemos perdido, sino que llegamos directos. Eso sí, luego ha sido la reunión más inútil de toda mi vida. Primero, Dany se olvida las credenciales en Dubai, genial. Y, luego, el cliente sólo está interesado en agencia creativa, a pesar de que a mí me hablaron todo el tiempo de planificación de medios. Total que su objetivo es cambiar la imagen corporativa de la compañía, el logo, los folletos, etc. Para colmo, tienen una participación del 50% de una agencia de medios con lo que, en el caso de hacer campañas, las harían con ellos. Un desastre vamos. Que hemos perdido 3 horas para nada.

A la vuelta, de nuevo con el concurso de Apple, que me van a terminar volviendo loca. Dany diciéndome en el coche que estaba muy disgustado porque MC no había preparado nada y que iba a tener una de esas charlas serias y complicadas con Joe.

Me he sentado un rato con Banjo, de Euro, para ver qué podíamos aportar desde MC. El problema es que la presentación de mañana es sólo en cuanto a concepto creativo, no se va a hablar nada de medios. Siempre es muy fácil decir: "No, queremos que penséis en una idea para Internet" Ya pero aún no entienden que debe ir todo en la misma línea. En Internet, de repente, no podemos crear una idea que no se ajuste al resto de la comunicación; tendrá que ir hilado al resto, digo yo.

Total que está siendo una semanita fina.

Ya en casa, me he quedado charlando con mi hermano hasta casi las 12 de la noche. Mis padres esta vez estaban de cena, hemos hablado un poco por teléfono y mañana ya seguiremos.

A ver qué nos espera el martes.

Joe está enfermo

Ahora le toca a él. Me ha enviado un mensaje, que está con gripe. Sólo espero que sea sólo hoy porque mañana nos toca ir a Abu Dhabi.

A pesar de no estar, ha sido un día más o menos tranquilo. Yo no tenía demasiadas cosas pendientes y, por lo que se ve, él tampoco. Aunque, claro, la historia ha resultado ser diferente. El concurso de Apple se presenta el martes. Pensaba que él había hecho algo el jueves pues me dijo que se encargaba, que yo estaba muy liada con Credit Suisse. Pues, en su línea, no hay nada hecho. Y yo no sabía ni por dónde empezar.

Después de comer hemos tenido Dany y yo una reunión con OOX. Es una compañía que acaba de lanzar análisis de competencia en Internet. Es algo parecido al AdRelavancce, que usamos en España, pero mucho menos automático. Básicamente, tienen a personas entrando en los principales sites de forma diaria para ver qué anunciantes están online. Pero claro, ninguna métrica adicional; es decir, ni impresiones, ni periodicidad, ni inversión, etc. Dice que ahora están en la primera etapa, que irán a más. En fin, estilo Dubai.

Ya por la tarde, a eso de las 18:30, nos hemos reunido con los de Euro para hablar de la presentación de Apple. Allí ya me he quedado más tranquila porque no hay que presentar todo sino más bien una idea de por dónde enfocamos la estrategia. También he respirado porque Dany es consciente de que yo no estaba al tanto.

Por suerte, en cuanto dejo la oficina, cambio el chip con facilidad; es una gran ventaja. En Madrid no me pasaba lo mismo. También es verdad que aquí es más fácil. Siempre hay planes.

Hoy tocaba probar un par de sitios nuevos: Frankie's, un italiano al lado de Wagamama; y el Hotel Harbour. El restaurante no nos ha gustado especialmente, demasiado historiado. Y el bar del hotel está bien pero tampoco para tirar cohetes.

Yo me he retirado pronto a casa, a las 22:00, que mañana toca día completo.

Vuelta a Wagamama

Hoy más de lo mismo, día tranquilito también. La semana ya ha sido bastante movidita y la que viene pinta parecido, así que mejor relajarse durante el fin de semana.

Para comer, no tenía muchas ganas de cocinar, más que nada de ensuciar la cocina y cacharros, así que he pedido Wagamama, que hacía mucho tiempo que no lo comía.

Por la tarde, he recogido a Guiseppe para irnos a Misa a Jebel Ali. El pobre está flipando porque dice que no ve a ningún Europeo, que son todos filipinos, jajaja. La verdad es que, en la Iglesia del centro, es ese el ambiente.

Luego me he acercado a Ace, que es el equivalente a un Leroy Merlín, para ver si encontraba algún otro modelo de mesa de tijera. No tienen nada, sólo muebles de jardín.

Y poco más. Cena rapidita en Il Caffé di Roma con Ban y Osama y a casa. A dormir temprano para afrontar bien la semana.

Nada particular

Eso es básicamente lo que he hecho hoy: nada particular. Me he levantado a las 11:00, como está mandado en fin de semana.

Hemos quedado a desayunar en el paseo de JBR, el francés al que fui el otro día con Osama y Begoña. La verdad es que está muy bien. Al menos, desayuno mediterráneo. Yo no soy muy amiga de desayunos salados y complicados, con tortillas y esas cosas. A mí me va bien con un zumito de naranja y pan con mermelada, a la antigua usanza. Porque aquí lo del aceite de oliva como que no se lleva mucho.

Luego me he ido a casa a limpiar el estudio, como todos los fines de semana. Esta vez no he limpiado la terraza porque me ha dado pereza y hacía mucho calor.

Como he terminado cansadita, me he tumbado a ver una peli y me he quedado fritita una hora más o menos. ¡Viva la siesta española!

Después me he puesto a arreglar papeles y más cosas y, cuando me he dado cuenta, eran ya las 21:30. Entre que no hay mucha gente en Dubai y tampoco me apetecía salir mucho, me he quedado viendo "El Ilusionista" en casa. En cuanto ha terminado, a la camita a dormir.

Festival de la Cerveza

Hoy, como todos los jueves, hemos empezaado el día con el Manakhesh. Joe, que estaba hoy ecantador, ha pedido unas Spinach Fataya (como una especie de empanadillas de espinacas), que sabe que me encantan, un detallazo.

Todo el mundo me ha estado preguntando si tenía a alguien conocido en el vuelo de ayer, muy majos.

Ha sido la locura de Credit Suisse, casi termino volviéndome loca; pero no por el cliente, sino por la oficina de Londres. Entre todo lo que piden, a veces por duplicado y triplicado y, para colmo, el plan que envió ayer Didier estaba mal. Joe se metía con él diciéndole: "¿Qué pasa? ¿No sabes cortar y pegar en excel?" Pero bueno, al final, se han quedado contentos, que es lo importante.

La anécdota del día ha sido una llamada de teléfono. Era una empresa basante importante de Abu Dhabi. Me han llamado para ser nuestros clientes. No sé muy bien de dónde han sacado mi nombre. Yo, como no estoy tan familiarizada con las empresas de la zona, pensaba que era un cliente pequeño. Pues, cuando se lo he dicho a Dany, no daba crédito. Y eso que no he sido capaz ni de pronunciar bien el nombre, jajaja. El caso es que vamos el lunes a reuniornos con ellos a Abu Dhabi, de excursión.

Nada más salir de la oficina, he ido a casa de Laura y Dani para regar las plantass. Esta vez llevaba la llave, sí. He hablado con Laura, que está como una reina en Cádiz. Dani el pobre llega ya este lunes por la mañana. Y Susana el domingo de madrugada. Parece que se va animando esto.

De ahí, a Khan Murjan, que habíamos quedado unos cuantos para cenar. El sitio me gustaba mucho antes pero le estoy empezando a coger manía. El servicio es bastante malo y la comida tampoco tiene nada de especial, la encuentras igual o mejor en muchos otros sitios de Dubai.

Después, nos hemos pasado un rato por el Irish Village. Durante este fin de semana es el Festival de la Cerveza. Ponen una carpa enorme con aire acondicionado, fundamental en esta época. Allí puedes encontrar más de 200 tipos de cerveza. A mí no me ha gustado especialmente. Primero, no me gusta esa bebida; segundo, demasiado gente; y terecero, todo el mundo borrachísimo. Mi definición del evento: expatriados con la excusa perfecta para emborracharse y en búsqueda de alguien con quien ligar esa noche.

A eso de la 1:00 me he retirado a casa, que me esperaba un largo camino. Por cierto, sigo flipando con la manera de conducir de los taxistas. Se creen que van solos por la carretera.

Hasta mañana.

A contrarreloj

Hoy ha sido un día de no parar. Y yo que pensaba salir prontito hoy para ir a casa de Laura y Dani a regar las plantas.

Durante la mañana, he estado haciendo unos informes para Chanel y L'Oreal. También intentando dejar cerrada la próxima campaña de Creidt Suisse, que empieza en septiembre. ¡Qué infierno de cliente! Más que el cliente en sí, la oficina de Londres, que son de un pesadito...

Lo peor ha venido por la tarde. Para finales de la semana que viene tenemos que enviar otra mega presentación a los de Londres. Yo pensaba que Georges había adelantado algo antes de irse de vacaciones, pero no. Así que igual nos toca hasta currar el fin de semana. Hemos estado de reunión en el despacho de Dany para ver cómo lo enfocamos y nos repartimos el trabajo.

Total que nos han dado las 7:30 de la tarde allí, así que he dejado el paseo a casa de Dani y Laura para mañana.

Cuando ya estaba dejando la oficina, me ha llamado Didier para contarme lo del accidente en Barajas. Menuda tragedia.

Me he pasado por el mall a comprar unas cosas, que no tengo de nada en casa. No me he podido resistir y le he comprado a mi madre un salero y pimentero en forma de gallina, para el campo. No se lo he podido enseñar aún porque no estaba en casa cuando he hablado con mi padre.

Y luego a casa. Ha venido Bego, que hace un monón que no nos veíamos. Nos hemos ido a cenar al paseo de JBR; le estamos cogiendo gusto al sitio. Creo que, a partir de octubre, estamos abonados a esa zona. Se ha unido Osama, que acababa de salir de trabajar.

Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las 8.

De vuelta a la oficina

Vuelta a la normalidad, ya estoy otra vez en la oficina. Y me he encontrado un regalito estupendo esperando: tenía que terminar un plan para Credit Suisse antes de las 12 de la mañana. Mira que le pregunté veces a Didier si sólo era estrategia o también plan completo. Pues nada, aquí siempre se da lo mínimo. Por suerte, lo he terminado 10 minutos antes de la hora. Menos mal porque los de Londres tenían un mosqueo fino, y con razón.

Luego he estado haciendo el informe de la campaña de Air France, que está funcionando como un tiro. De momento, va muy bien, esperemos que no cambie el ritmo. La cliente, que es un encanto, estaba contentísima con los resultados.

Por la tarde hemos tenido reunión interna para ver los distintos conceptos e ideas del concurso de Apple. La verdad es que han salido cosas muy chulas, ahora hay que intentar ponerlas en práctica.

Y, antes de dejar la oficina, otra colleja de Londres porque Didier no ha enviado un plan que está pendiente desde el domingo. Esto de la integración on y off a veces acaba con la paciencia de cualquiera. Está muy bien visto desde fuera pero, claro, si mi parte está hecha para el plazo que pusieron, y la de MPG no lo está; la colleja me la llevo igual y no es justo. En fin, que sigue costando mucho trabajo esto de integrarse.

Me he ido directa a casa y he estado chateando un rato con mi tia Rosario, la más moderna de todas. También he charlado con mis padres.

Hoy me ha agregado a Facebook un compañero del colegio en el que estuve hasta los 11 años, porque lo cerraron. Como cada uno tiró por su lado, estamos intentando reencontrarnos todos en esta página, a ver si lo conseguimos.

Por la noche iba a quedar con Bego y una amiga suya que ha venido a verla. Al final se ha abortado el plan porque se iban a un bar a bailar salsa. Hoy no tengo yo la cabeza para meterme en un sitio cerrado con la música alta. Además estoy cansada. Así que a dormir prontito. Mañana será otro día.

Aburrida en casa

Esta mañana me he levantado con toda la intención de ir a trabajar pero, como no me encontraba del todo bien, he creído conveniente quedarme en casa. Me seguía doliendo la garganta y, como no cure bien, lo voy a pillar peor. Eso sí, me he acercado a las 8:15 a dejar la llave en recepción, sino tienen que esperar a que llegue Dany, a las 9:30.

Al llegar, me he tomado las medicinas con un zumito de naranja y he estado durmiendo un rato hasta las 11:00. Anoche dormí a ratos.

He estado hablando con mis padres y mi hermano, que volvía hoy a la mala vida de Madrid, pobrecito. Por la tarde con mi abuela, que había ido a comer a casa.

Y nada del otro mundo el resto del día. He trabajado algo, en un par de informes. También he estado descargando las fotos del bautizo de mi sobrina Eugenia, que me las ha enviado tia Merche. Son buenísimas, como siempre.

Como ya no tengo más que contar, dejo ahí un par de fotos graciosas que hice hace tiempo: las latas de refrescos con los nombres en árabe y el imperio Zara en ambos idiomas.

Hasta mañana.

Anginas

Esta mañana me he levantado con dolor de garganta, pero era soportable. Así que, tan normal, he ido a la oficina.

A lo largo del día me he ido encontrando peor. Especialmente, estaba muerta de frío en la oficina. Estos cambios de temperatura matan a cualquiera. Pasamos de 44 grados a, de repente, 18; y, claro, cualquiera no se pone malo.

He terminado la recomendación para Credit Suisse y me he venido a casa. Primero he pasado por la farmacia para que me dieran algo. Y a las 16:30 estaba tirada en el sofá.

Eso sí, he dejado la oficina cuando Nadal tenía casi colgada la medalla; estaba en el último set liderando 5-3, ya era pan comido. Y, según he leído, se han conseguido 3 medallas más. Gran día, ¿no?

En casa, he estado intentando conectar el ordenador de la oficina a Internet pero, tal y como preveía, no funciona. Así que he estado adelantando un informe desde el mío.

He intentado hablar con mis padres pero no estaban conectados. Ya hablaré con ellos mañana, que hoy me voy a la cama muy prontito. Me toca la medicina a las 9:00 y al sobre directa.

Espero librarme de esto pronto que soy muy mala enferma.

¡Qué cabecita la mía!

Esta mañana, como no tenía nada para desayunar, me he ido otra vez al paseo de JBR. Creo que, en cuanto mejore el tiempo, me voy a abonar al paseo, está genial. Tiene muchas tiendecitas, cafeterías y restaurantes. Y, sobre todo, es de los pocos sitios al aire libre para poder andar en Dubai.

Luego, a la clínica de depilación, que me toca otro chute de láser. ¡Qué ganas tengo de terminar!

De ahí, he ido a regar las plantas a casa de Laura y Dani. Como tengo la cabeza a las tres de la tarde, me he dejado las llaves en mi casa, muy práctico. Se me ha debido quedar una cara de imbécil de aquí te espero.

En vista de lo cual, he ido a Ikea, que tenía que comprar un par de cosas y mirar lo de la mesa plegable. Así no se me ha hecho tan inútil el viaje, que está a 37 kilómetros de mi casa, jajaja. He estado dando una vuelta por el centro comercial y, después, a casa. Mañana vendré otra vez para, de verdad, regarlas.

Una vez en casa, he esado viendo resutados del día: tenemos la tercera medalla y Djokovic se ha llevado el bronce. Y, cual sábado por la tarde, he estado planchando un rato y a dormir temprano. Como dice mi padre: "A preparar los libros para el colegio"

Mi primer brunch en Dubai

Como ayer terminé acostándome pronto, he amanecido a las 9:15. Aprovecho para poner la lavadora, limpiar el piso y ponerme al día de las Olimpiadas vía Internet.

A las 12:30 he ido al hotel Mina S'Alam, que Kim nos había invitado al cumpleaños de su marido. Primera experiencia de brunch en Dubai. La verdad es que ha estado muy bien; era un bufet con toda clase de comidas: árabe, japonesa, india, oriental.

Después a casa casi que a dormir un rato la siesta. He intentado ver el partido de Nadal pero lo han retrasado mucho. Así que, para no dormirme, he ido a mirar los hoteles para cuando vengan mis padres y mi hermano. Alucino con el estilo de Dubai. Van a tirar un hotel entero, el Oasis Beach Hotel, para hacer un edificio más alto, que ese se ha quedado muy antiguo y bajito para el vecindario. El hotel en cuestión tendrá unas 7 plantas y de viejo no tiene nada. Pero bueno, esto es Dubai y el resto del mundo está en recesión económica.

A las 19:00 he ido a Misa. Vaya leño ha soltado el sacerdote sobre la independencia India y Pakistaní. No sé muy bien qué tiene eso que ver con la Asunción de la Vírgen, así que he preferido desconectar.

De vuelta a casa, he seguido el final del partido de Nadal contra Djokovic a través de Internet, de infarto. Ha debido ser un partidazo. Pero ya tenemos medalla asegurada.

Por la noche, por fín, hemos hecho el plan de ayer: recibir a Giuseppe y empezar a presentarle gente. Cenamos en un mexicano en el paseo de JBR pero no nos ha gustado a ninguno. Después de cenar, le hemos llevado a ver la Palmera, dando una vuelta rápida en coche y, luego, a casa. No estaba yo para mucha juerga. No sé si el resto habrá ido al final a fumar shisha a algún sitio. Yo me retiro a mis aposentos.

Federer cae y Nadal ya es casi bronce.

Buenos días por la mañana. Ya es jueves y, sólo ese hecho, me pone de buen humor. Claro que, al final del día, han estado a punto de arruinarme el fin de semana, ¿quién? Pues el de siempre. Si tiene razón Belén; un día de estos termino a tortas.

La mañana ha pasado sin mayor historia. Yo trabajando en Credit Suisse y Joe con Al Aan TV. Por cierto que nos han enviado un regalo: una escultura para subrir las cajas de pañuelos. Está hecho a mano y sólo hay 350, así que bastante único.

En la llamada con la oficina de Londres, me han terminado poniendo un poco de los nervios. Les ha dado por pedirme un informe de una campaña que empieza el 7 de septiembre, manda narices. Seguro que se había confundido pensando que teníamos actividad en agosto y, en lugar de reconocer su error, mejor disimulan diciendo que es previsión.

Luego ha venido Dany conel problema del día. Carla, la de Saks, había pedido propuesta a otra agencia de medios y resulta que le han pasado tarifas más bajas que las nuestras. Lógicamente, ellos llevan más clientes y más tiempo en el mercado, es normal que tenga mejores negociaciones. Pues aún no sé porqué pero la culpa terminaba siendo mía, como siempre. Como aquí mi compañero no es capaz de asumir ningún error, pues el mochuelo me lo carga a mí. Yo ya paso de mosquearme, es que ni siquiera cambio el gesto. Simplemente sigo a mi ritmo, cumplo con mi trabajo y, eso sí, a empezar el fin de semana. He decidido, muy inteligentemente, que su humor no puede afectar a mi estado de ánimo. Mi jefe directo es Dany y, hasta donde sé, está contento conmigo. Si algún día tuviera agún problema, pues me lo diría directamente.

Así que me he ido a casa cual flecha para hablar con mi amiga, Ana. Me ha encantado verte. A ver si la próxima vez Skype funciona mejor y podemos charlar seguido, sin tener que llamar cada diez minutos, jeje.

También me he pegado una larga charla con mis padres. Estaban en mi casa Íñigo y mi prima Miriam. El sábado están de Bautizo de la enana de la casa. Mi sobrino estaba más pendiente de que empezara el partido de Nadal que de charlar conmigo. Se ha retrasado bastante por la lluvia pero, al final, he podido verlo. Va encaminado hacia el oro directo. Y Federer de vuelta a casa. Una pena porque debería ser la final. Mañana Nadal-Djokovic.

En principio, el plan era ir a cenar unos cuantos para introducir a Giuseppe en el grupo, que acaba de llegar de Roma y no conoce a nadie. Poco a poco se han ido rajando del plan: Omar tiene que trabajar mañana temprano, Sarvin estaba terminando de comprar unas cosas porque mañana se va de vacaciones, Bego currando en la oficina, Santi creo que se quedaba en casa y Osama está con gripe. Así que lo hemos pospuesto para mañana.

Después del partido, he leído un rato y a dormir temprano.

Siguiendo las Olimpiadas por Internet

De verdad, da gusto trabajar a este ritmo, más tiempo para hacer las cosas, sin tanto estrés que sólo lleva a cometer errores.

Hoy he estado todo el día con Air France y la futura campaña de Credit Suisse en Arabia Saudí, que tenemos que dejar enviado el documento el domingo. Prefiero terminarlo mañana y no estar ultimando hasta el final.

En un ratillo que he tenido libre, he estado haciendo el plan de visita para mis padres y mi hermano. Supongo que serán las ganas que tengo de que vengan.

He bajado a comer con Claudine y Angelica, que ya ha vuelto de vacaciones. Nos ha estado contando sus 4 semanas de relax, qué envidia. Y luego nos hemos reído mucho hablando de lo diferentes que son los rituales de bodas de un país a otro. Y, en general, la forma de vida y costumbres.

Por la tarde me ha llamado Giuseppe, un chico italiano que acaba de llegar a Dubai a trabajar y no conoce a nadie. Aún no sé muy bien de dónde sacó mi dirección de correo pero me escribió hace unas semanas. El pobre aún no conoce a nadie así que mañana le presentaremos a la pandilla.

Y, desde la oficina, siguiendo el partido de Nadal por Internet, que ya está en cuartos. No es que yo sea una fanática de las Olimpiadas pero sí me gusta ver varios deportes: tenis, gimnasia rítmica y deportiva, y natación. Pero bueno, a ver si el fin de semana puedo ver un poco.

Como he salido más tarde de la oficina, sólo he ido a hacer un par de recados. Bego sigue trabajando como una mula, pobre; no hay quien le vea el pelo. He aprovechado para limpiar un poco el estudio y a dormir prontito, se va notando el final de la semana.

Con mucho sueño

Hoy, además de reventada, me he levantado pensando que era miércoles, qué lástima. Lo gracioso es que a Joe le ha pasado lo mismo.

El día ha pasado sin demasiada historia, estaba demasiado dormida. Lo único nuevo es que hemos recibido un briefing de Credit Suisse para la campañan que van a hacer en octubre. Abren oficinas en Arabia Saudí.

El tema del tag de ayer seguía sin solucionarse. He tenido que pedirle ayuda a Mª Luz, de la oficina de Madrid. Por fin se solucionó y la campaña ha empezado hoy, todo en orden.

Omar viene de vez en cuando a nuestro despacho a charlar un rato. Se nota que hay poco trabajo, que está la cosa tranquila. Aprovechando, he podido seguir el partido de Nadal por Internet; se ha vetilado a Hewitt más rápido de lo que todo el mundo esperaba. Y no sabía que España tenía ya dos medallas, me quedé con la de oro.

Por la tarde, después de salir de la oficina, tampoco he hecho nada del otro mundo. Está claro que es un día de esos tontos. Me he puesto a planchar, que tenía bastantes cosas, mientras veía una película.

Luego he charlado un rato con mis padres, mi hermano y mi abuela, la familia al completo. Planeando ya el tema de los hoteles para cuando vengan. De verdad, que este fin de semana lo dejo cerrado.

Y a la cama prontito que me he estado acordando de la historia de anoche todo el día, ¡qué sueño!

Los absurdos de Dubai

Esta mañana hemos tenido reunión con la chica de Air France, Pardis; encantadora por cierto. Llegar hasta su oficina ha sido toda una aventura.

Primero, semi pelea con Joe porque quería que fuéramos en mi coche. Yo me negaba en rotundo por varias razones: la oficina está en Deira, que es una locura de tráfico y, además, nos iba a costar aparcar la misma vida. Como su coche está en plena revisión, conduce ahora el de un amigo y, no sé por qué razón, no quería llevarlo. Imagino que las mismas que yo pero, claro, con lo cabezón que es, no lo reconoce. Al final nos hemos ido en taxi, claro. Mientras, él iba desayunando los cereales de rigor, de cachondeo.

Total, llegamos al edificio donde están las oficinas de Air France. Preguntamos por Pardis y resulta que está en otro edificio diferente y ninguno de nosotros lo sabíamos, me refiero a MPG también. Lo peor es que Joe me hacía sentir estúpida, como si hubiera sido culpa mía. Ayer me dijo que ya sabía dónde era.

De vuelta a coger otro taxi para ir a la verdadera oficina. Por fin hemos estado con ella, contándole un poco más de Media Contacts y viendo la posibilidad de hacer campaña de buscadores, que están muy interesados.

Luego vuelta a la oficina a seguir con Al Aan TV. Me ha llamado el de Google, desde Dublín, para cerrar un par de cosas y darme una buena noticia: se viene a vivir a Dubai para empezar el negocio aquí. Nos va a venir de lujo porque ahora tenemos 3 horas de diferencia y un par de días inútiles: viernes, que nosotros no trabajamos, y domingos, que ellos no.

Por la tarde, Joe se ha ido a otra reunión, esta vez de Apple. Querían aclarar un par de dudas con respecto al briefing y preguntarle más cosas acerca de ambos productos. Por lo visto ha ido muy bien.

Me he estado volviendo loca con un tag para Yahoo. No hacían más que decirme que no funcionaba, debía haber algún error. Pues venga a mirar y mirar en DFA y que no encontraba dónde podía estar el fallo. Desesperada ya, le pregunto a Adil, de Brasil, que me echara una mano. Bueno, pues era el fallo más tonto de todos. De nuevo, estúpida perdida.

Ha llegado una buena noticia de la red: se ha ganado Hugo Boss. Al parecer, vienen con presupuesto para Internet y todo. Lo va a gestionar MPG Alemania.

He salido prontito para ... ¡ir al gimnasio! Más de una no se lo creerá pero es cierto, lo he conseguido. Ahora a intenter ir a menudo. Con el día tan estúpido que he tenido, necesitaba desfogar de alguna forma. Así que he hecho 10 km de bicicleta, 5 km corriendo y unos ejercicios con pesas. Para el primer día no está mal.

Luego una ducha de esas largas, charlar un ratito con mi padre y al aeropuerto a recoger a Jeremy, que el pobre llega con pocas ganas. Margarita se ha quedado en Grecia hasta finales de agosto, pobre.

Allí hemos vivido uno de los grandes absurdos de Dubai y prueba del clasismo galopante de esta ciudad. Mientras esperábamos a que Jeremy saliera, nos hemos sentado en Costa a tomar algo. Al levantarnos para ver los monitores, vemos que Osama se ha dejado el teléfono encima de la mesa, así que vamos a recuperarlo. Resulta que el supervisor de la cafetería lo había llevado a la Policía, sección de objetos perdidos. Total que vamos a recogerlo, pensando que era un trámite simple. Aquí nada es simple. Al parecer, Jeremy había llamado un par de veces y el chico contestó la llamada informándole que el teléfono al que llamaba estaba en la Policía. Pues, por lo visto, es ilegal contestar una llamada de un teléfono que no es tuyo; quería meter en la cárcel al pobre chaval, que lo único que había hecho era ser honrado. Osama intentando explicarles que, gracias a que respondió la llamada, supimos dónde estaba el móvil, etc. Entonces, de repente, salen con otra excusa: el chico llevaba el pase de trabajador del aeropuerto colgado en el pantalón pero metido en el bolsillo. Ahora cambiaron de tercio y le querían poner una multa de 260 Dhs, cuando el pobre sólo cobra 1,000 Dhs al mes. Conclusión: estaban aburridísimos y la tomaron con el pobre chaval porque era indio. Llega a haber sido un local o un europeo cualquiera y no pasa nada. Lo peor es que, cuando ya nos fuimos, el chico aún seguía allí.

A todo esto, Jeremy estaba ya fuera esperándonos, sin entender nada, jajaja. Viene con una cara de relax absoulta, moreno y, como es normal, con muy pocas ganas de trabajar. Mañana tiene que ir a hacerse un examen médico porque, al ser chef, se tienen que asegurar que no tiene nada contagioso.

Y zumbando a casa porque con la tontería nos han dado la 1 de la mañana. Pero yo no me quito al pobre chaval de la cabeza, ¿qué habrá pasado al final?

Inmensa niebla

Cuando ha sonado el despertador, no podía ni levantarme, un sueño horroroso. Aunque el vecino no se portó del todo mal anoche, duró como unos 20 minutos más.

En la oficina hemos recibido un briefing nuevo para Apple Middle East. En concreto son dos productos: Macbook Air y el iPod Classic. El formato ha sido lo más creativo que he visto nunca: en un iPod shuffle de 2GB. Hemos estado analizando los productos, las posibilidades, los públicos objetivos, etc. Vamos, una de esas reuniones largas en las que se aprende muchísimo.

Por la tarde, hemos ido a Al Aan TV para definir, junto con el cliente, la estructura de la campaña de buscadores. Bastante productiva también.

Después, nos hemos vuelto a reunir para el tema de Apple; cada uno exponía las ideas que se nos habían ocurrido. También hemos cerrado una reunión con el cliente mañana para resolver un par de dudas. Y otra con el equipo del Macbook Air para que nos expliquen bien el producto.

Al salir de la oficina, estaba totalmente nublado y con una niebla espesísima. Además, el cielo estaba blanco anaranjado; parecía que iba a caer un tormentón de un momento a otro, pero no creo que caiga esa breba. Ya nos gustaría. Claro, la humedad era trementa también.

Por fin he conseguido hablar con mis padres, que hacía bastantes días que no charlábamos. También he llamado a dos amigas mías, Ana y Loreto, pero sin éxito. Otra vez será.

Y hoy a dormir temprano, que estoy muerta.

Vuelta a Karama

Hoy, sin embargo, he amanecido muy temprano, a las 9. A ver qué se me habrá perdido a mí a esas horas. Con lo bien que se está en la camita.

Al menos he leído que ya tenemos la primera medalla de oro de los juegos olímpicos. Con esto de no tener tele, no he visto ni la ceremonia de inauguración.

En vista del panorama, he ido al departamento de tráfico a pagar la multa que me pusieron el otro día. Pues, por lo visto, aún no la han cargado en el sistema así que me he ido igual que había llegado. Me he partido de ligera, vamos.

Me he ido a desayunar al mall y a hacer un par de recados antes de recoger a Luis y María para seguir con la ruta turística.

Lo primero, hemos ido a comer a Lemongrass. Luis me comentó que le gustaba mucho la comida thailandesa y este tiene fama de ser el mejor de la ciudad. La verdad es que se come bien y los zumos son espectaculares. Lo mejor de todo es que he sabido llegar yo solita.

De ahí, hemos pasado por la zona de Burj Dubai, el edificio más alto del mundo. Les he enseñado el patio del hotel Al Manzil, que es muy agradable; el nuevo centro comercial en forma de zoco; y el hotel Palace, que es impresionante.

Luego, visita obligada a Karama para comprar algún regalo que les faltaba por llevar a España. Hemos estado una hora y media porque, claro, el regateo lleva su tiempo. Al final, no les han bajado el precio de unos relojes y han terminado dejándolos.

Para cenar, les he llevado a Khan Mur Jan, auténtico árabe. Increíble pero aún no habían probado la comida típica, con lo rica que está.

Después de ponernos hasta las manillas, les he dejado en el hotel y ya me he despedido de ellos, que se van mañana a las 9 de la mañana. Seguiremos en contacto por correo electrónico.

Y a ver qué horas me dan porque mi querido vecino tiene una buena juerga montada y están todos borrachos como cubas. Mañana sin falta me quejo en la oficina de la comunidad.

De excursión en Bab Al Shams

Empieza el fin de semana y, como está mandado, me levanto con calma, desayuno un zumito de frutas y unas galletitas, como una marquesa. Como no tenía aún ganas de arrancar, me he puesto a leer un rato y, claro, me he quedado medio dormida otra vez.

Después de tanta flojera me he puesto en marcha: ducha tranquila, a vestirme y he ido a casa de Laura y Dani a regar las plantas.

Estando allí, me ha llamado Javi, que conoció ayer a una pareja de españoles en un bar y se había ofrecido a hacerles de guía turístico. Se llaman Luis y María, son de Sevilla y han venido una semana de vacaciones. Como ya habían hecho todo lo posible, no sabían qué plan llevar los dos días que le quedan. Así que les hemos llevado de excursión por el extra radio.

Primero, hemos ido al sitio donde se celebran las carreras de caballos; no las de velocidad sino de resistencia. Javi les ha explicado cómo funciona el tema, las puntuaciones, los controles, el proceso que llevan para que el caballo baje de pulsaciones, etc.

De ahí, hemos ido a Bab Al Shams, un hotel en mitad del desierto, impresionante. Había oído hablar bastante pero nunca me había acercado y la verdad es que es alucinante. Está en medio de la nada y mantiene el estilo árabe antiguo, precioso. Hemos estado en la terraza de arriba tomando unos zumos y probando la shisha. Cuando ya hacía demasiado calor y, sobre todo, humedad, nos hemos vuelto a Dubai.

Como teníamos hambre, nos hemos pasado por nuestro sitio habitual: Wagamama. Nos hemos encontrado con Bego, que iba al Mai Tai.

Terminada la cena, les he acercado a su hotel y a casita a dormir. Mañana les recojo para llevarles a otros sitios y comer comida árabe.

Charlando con la rubia

Si ayer fue un día tranquilo y me pasé media mañana jugando a sudoku; hoy ha estado más animado. De hecho, no he parado en todo el día, sólo los 10 minutos de rigor para tomar el Manakhesh. Así mejor porque también se pasa más rápido el día.

Hemos tenido la confference call con la oficina de Londres, como todos los jueves. De momento, está tranquila la cuenta pero en breve empezaremos de nuevo el infierno porque hay que ir preparando el año que viene.

He recibido las creatividades de Air France para la campaña que empezamos la semana que viene y he estado traficándola en DFA y enviando ya los tags a los soportes.

Junto con Joe, hemos estado planteando de nuevo la planificación para Al Aan TV, ajustándolo al presupuesto que nos han definido. Sobre todo la duda está en la parte de gráfica porque buscadores está bastante cerrado.

Por la tarde, he llamado a Cristina, compañera de Madrid, para preguntarle un par de dudas y compartir con ella la estrategia que le estamos planteando. Siempre se queda una más tranquila sabiendo la opinión del experto. Aprovechando la llamada, también hemos charlado un ratín de la vida misma. Me ha contado el último acontecimiento de la oficina. Desde luego, qué mal se hacen las cosas de vez en cuando. He intentado que me pasara con Sampeter pero no estaba en su sitio. Otra vez será.

He salido de la oficina escopeteada. Tanto que luego me he acordado que no le he dicho ni adiós a Rayan, que se va esta noche de vacaciones 3 semanas; fatal por mi parte.

Me he ido directa al Mall para comprar una mesa. Cada vez que me quedo a comer o cenar en casa, tengo que usar la tabla de plancha y no es plan. He mirado en un par de tiendas de casa pero no había nada. Mañana me acercaré a Ikea.

Allí me he encontrado con Osama que iba a cortarse el pelo. He flipado con la velocidad a la que van. A éste lo han despachado en 10 minutos de reloj, en serio. En la silla de su lado, estaban afeitando a un hombre al estilo antiguo: con jabón, brocha y cuchilla. Como en la típica barbería de hace 30 años.

Como Emilie se va mañana, hemos pasado a despedirnos. La pobre tenía un lío con las maletas tremendo. Estaba haciendo lo imposible para no llevarse una grande pero, claro, con dos pequeñas no se apañaba ni de cachondeo. Creo que al final habrá tenido que ceder.

Un rato de charla ahí y, después a descansar. Hoy no está el día para mucho plan. Me he conectado y he visto a mi hermano online pero, cuando he ido a enviarle un mensaje, ya había desaparecido. Mañana por la mañana charlamos con calma.

Al Aan TV

Bueno, ya es miércoles, señores. Esta semana se me está haciendo un poco larga, con eso de estar más tranquilos en la oficina. De hecho, esta mañana había terminado un informe y no tenía nada urgente que hacer. He terminado jugando al sudoku en Internet, un caso.

A las 12 hemos tenido la esperada reunión con Al Aan TV y ha ido muy bien. La directora de marketing se ha quedado muy contenta, sobre todo, con la estrategia de buscadores. Hasta ahora, lo estaba llevando Mindshare y estaba muy descontenta con cómo están gestionando la campaña. En general, hemos salido muy contentos y, según nos ha anticipado, con la cuenta en el bolsillo.

He encargado una ensalada de pasta en Circle y me he unido a los chicos en el despacho de Rayan. Me están planeando un fin de semana en Beirut. La verdad es que tengo ganas de conocerlo; todo el mundo dice que es muy bonito.

Por la tarde le hemos dado una sorpresa a Alain, que mañana es su cumpleaños. En la mini sala de reunión nos hemos escondido todos con la tradicional tarta. No se lo esperaba para nada, se ha quedado mudo y rojo como un tomate.

El resto de la tarde, bastante poco productiva también. Estoy empezando la presentación del lunes para Air France. Entre una diapositiva y otra, chateo con Loreto y Marta. Y he recibido un correo de Mery Mery con noticias frescas, ¡qué ilusión! Ahora sólo falta que me digáis cuándo venís a verme.

Me he cruzado unos correos con Emilie, que está también deseando que llegue el viernes y, al igual que el resto, tampoco tiene demasiado trabajo.

Antes de irme ha llegado el mail confirmando que nos quedamos con la cuenta de Ahlan. Además para el año entero. Habrá que celebrarlo porque se la quitamos a dos agencias, jeje.

Por la noche, he pasado a darle el gazpacho a Emilie y que me dejara un montón de películas que tiene. Total, ella no va a estar.

Y de ahí a casa.

Plan tranquilo

Hoy no hay mucho que contar. Se ve que Dubai en agosto es como cualquier otra ciudad: tranquila, sin demasiado movimiento y comenzando a desplobarse. A eso añadimos que estos tres meses de verano es temporada baja de turismo, así que todo suma.

Me he cruzado un par de correos con Pedro Planas, de la oficina de Barcelona. Viene a Dubai la semana que viene de vacaciones 3 días. A ver si conseguimos vernos.

En la oficina es un lujo porque se puede trabajar de forma calmada, sin las prisas a las que estamos acostumbrados. También es verdad que nos volvemos un poco más vaguetes, nos rinde menos el día. A mí, al menos, me pasa que, cuantas menos cosas tengo que hacer, más lento voy.

Ha venido Carla, la cliente de Saks, a discutir el plan de medios de la nueva tienda de JBR con las chicas, Rana y Youmna. Como suele ocurrir, han terminado recortando la inversión en Internet. Esta campaña tiene que salir muy bien para despejar todas sus dudas sobre el medio. Es de las que está bastante pez en online.

Por la tarde cerrando la presentación de mañana, a ver qué tal se da. Lo importante es que vamos bien convencidos de lo que proponemos.

A la salida de la oficina, me he acercado a comprar un embudo y un par de cosas que me faltaban para cocinar unos muslos de pollo. Me he encontrado a Elodie, que trabajaba en MPG. Me ha contado que está encantada en el nuevo trabajo. La semana que viene vamos a quedar a comer un día.

Ya en casa, he charlado un rato con mis padres y mi hermano, aunque a éste lo he terminado dejando con la palabra en la boca. A la vez, estaba pendiente de que no se quemara la cena, jaja.

Hoy tocaba plan tranquilo en casa porque tampoco hay demasiadas opciones. Se ha unido Osama y hemos estado viendo "La vida es bella", una de mis películas favoritas. Ha bajado un programa de subtítulos y la hemos visto en versión original.

Y Susana ya está en España de vacaciones. También le habrá dado un sorpresón a sus padres.

Por último, felicidades a todas las Blanca de la familia.

Emilie se va de vacaciones

Esta mañana hemos tenido reunión co Dany para ver cómo iban los números y las previsiones para final de año. Al final, se han puesto a discutir Joe y él sobre el si debemos contratar o no a alguien, o si debemos salir a buscar nuevo negocio o no. En el fondo, Joe discute porque es un poco vaguete y, sobre todo, cabezón.

A mediodía he comido algo rápido y luego he visto a Claudine que me quería enseñar el famoso anillo. Por fin lo tiene porque le ha costado mucho encontrarlo. Claro, eso de buscar algo sencillo en Dubai es bastante difícil, con lo exagerados que son aquí para todo.

He enviado las órdenes de compra para una nueva campaña de Air France. Y cerrado un par de facturas de julio. La verdad es que la cosa está tranquila.

Este miércoles tendremos la reunión con Al Aan TV. A ver si sale el proyecto, que estamos los dos muy convencidos. El lunes tenemos otra con Air France. Esperemos que salga algo productivo de todo esto.

Por la tarde me ha estado enseñando Joe a sacar datos de TGI, que viene a ser como el EGM en España. Es bastante similar al Tom Micro, así que tampoco me ha costado mucho pillarlo.

Camino de casa, he parado en el Spinneys para comprar un par de cosas. Como nunca hay sitio, lo he dejado en un ladito con los intermitentes puestos. Mira que he estado 4 minutos mal contados, pues ¡zas! Me han puesto una multa. Además todo escrito en árabe, como si entendiera algo.

En casa, he charlado un ratín con mi padre. Tendría que haber planchado pero me ha dado mucha pereza. Yo miraba a la plancha y ella a mí, pero nada de nada. En vista de lo cual, me he entretenido haciendo un par de sudokus, que tampoco andaba yo muy sobrada de tiempo.

Hoy tocaba cena con Emilie en Wagamama, como no podía ser de otra manera. Se va el viernes de vacaciones y no la veremos en más de un mes. La camarera, cuando nos ve, ya nos dice directamente: "Hola, bienvenidos de nuevo".

De ahí hemos ido a tomar un té a casa de Osama. Hemos hablado con Susana, que está de enhorabuena: ha conseguido trabajo y empieza el 1 de septiembre.

Y a eso de las 11 a casita a descansar.

¡Qué sed!

Esta noche me he levantado unas 3 veces a beber agua, estaba seca. He pagado con creces la cena de anoche a base de surtido de ibéricos, jajaja.

Como el miércoles le di la llave a Georges, pues me ha tocado esperar en recepción unos 20 minutos. Y eso que he sido previsora y he venido un poco más tarde porque hasta las 9:15 no ha aparecido el primero.

Hoy ha vuelto Dany de vacaciones y lo primero que me ha dicho es: "Nadal ya es número uno, estás contenta, ¿no?" Y Claudine sigue flipando con el deporte español en los últimos meses. No es para menos.

Me he echado unas risas con las historias de Joe y sus peces. Tiene 17 en total pero uno de ellos es agresivo y no hace más que pelearse con el resto. En vista de lo cual, ha decidido castigarle, en un acuario separado de los otros.

Ha estado nublado casi todo el día por culpa de la humedad. Desde la oficina parece que va a hacer fresco fuera pero todo lo contrario, ya nos gustaría. No bajamos de los 42 grados y a mediodía aprieta un poco más.

Hoy no he parado ni para comer. Como aún tenía como pesadez de estómago por la cena, no he tenido hambre. Claro, al final de la jornada, lo he notado; estaba agotada.

Antes de irme de la oficina me he asegurado de tener la llave para mañana, que esto es un cachondeo.

Y, luego, poco plan porque estaba cansada. Así que a cenar un poco de pasta con tomatitos, un trozo de una peli ("El Fugitivo") y a dormir tempranito. No he hecho ni amago de conectarme a Internet para que no se me hiciera más tarde.

Primera visita programada

Otra mañana de maruja total. Esta vez, tocaba limpiar la terraza, que estaba hecha un asco. Casi me ahogo limpiándola, con los 45 grados que estaban cayendo y la humedad que hacía. Luego, al entrar en casa, era un lujo estar con el aire acondicionado.

He estado charlando un buen rato con mis padres, que me han dado una buenísima noticia: ya tienen los billetes para venir a verme, ¡qué ilusión! A finales de octubre se vendrán unos días con mi hermano. Tranquila, mamá, que te haré un plan detallado incluyendo la obligada visita a Karama, jajaja.

Luego ha venido Emilie a copiarse música antes de irse de vacaciones. Mientras ella grababa, yo planchaba, muy productivo, jeje.

De ahí, ya se nos ha echado la hora encima y me he ido a Misa de 17:30. La verdad es que no me he enterado de mucho con ese cura nuevo indio. A la salida, he visto a Luis, que está de "rodríguez" porque María José y los niños están ya en España de vacaciones.

He enlazado con Osama y sus amigos para tomar un café y, luego, a casa a hacer gazpacho. Ha venido Bego a cenar jamoncito y lomo. Ahí hemos estado un rato dándole a la "sin hueso". Hemos llamado a Laura, que estaba de lujo sentadita en una terraza tomando el fresco, quién pudiera.

También he hablado con mi hermano y mi sobrino Íñigo, que está de ocupa esta noche en mi cama de Jerez. Hoy estaba un poco cortado y no ha hablado mucho. A ver si otro día que esté más espabilado se anima.

Nadal ya es virtualmente número uno del mundo. ¡Qué máquina!

Y mañana vuelta a la oficina después de 3 días de pendoneo. Me da pereza sólo de pensarlo.

De recados

Anoche me tocó juerga otra vez con mi adorable vecino. A las 3 de la mañana tenía montado un sarado en su casa que no era ni medio normal. Así que yo, tan ricamente, me levanté a ponerme los tapones que te suelen dar en el avión y a seguir durmiendo. Paso de mosquearme en exceso y revelarme porque va a ser peor. El sábado pondré una queja en la oficina de la comunidad del edificio y punto.

A las 10:30 he amanecido como nueva, como si nada hubiera pasado. Hoy tocaba día de recados y a las 11:30 me he puesto manos a la obra.

Lo primero, pasar por la gasolinera para pagar el recibo de la luz. Sí, tiene delito el lugar de pago, pero así es Dubai.

De ahí, al mall, ¿dónde sino? A hacer compra en Carrefour que tengo la nevera que da pena. Con la lista en mano, cual maruja, he ido llenando el carro hasta tener todo lo necesario e ir a la caja a pagar. Como aún están en rebajas, no he podido evitar dar una vueltecita y, claro, picar comprando una camisa en Massimo Dutti. Lo peor es que ya era de la nueva temporada. Cómo saben los condenados, jajaja.

Después, he ido a regar las plantas a casa de Dani y Laura, que están de vacaciones en España y me dejaron la llave para que las pobres no se queden secas. Iba a acopañarme Emilie pero se iba a comer con una compañera, y eso que eran las 5 de la tarde, jajaja.

Qué raro se hace ir a casa de alguien cuando ellos no están ahí. Echaba de menos la cuna en el salón con Ignacio dentro. Cuando venga en octubre, no lo vamos a reconocer.

Estando allí, llamaba Osama para concretar el plan del resto del día: primero, ir a Deira City Centre a comprarse el disco duro multimedia que lleva buscando más de un mes. Y, luego, a cenar a Wagamama, a ver si esa vez no se pone malo.

Hemos estado: Omar, que fue su cumpleaños el pasado 21; Getto, que ha conseguido trabajo y empieza el domingo; Andrés, una nueva incorporación que lleva dos semanas en Dubai, recién aterrizadito; Osama; Uns, su hermana pequeña, y yo.

Terminando, se nos ha unido Emilie, para ir al Mai-Tai a tomar algo. Curioso porque es un sitio en el que tocan música latina en directo pero...¡no se puede bailar! De hecho, hay empleados de seguridad que se acercan a recordártelo cada vez que te ven semi-bailando, un horror. Total que hemos estado allí un rato riéndonos de la situación. Cada vez que veíamos a uno de nosotros moviéndose un poco, saltábamos: "Oye, oye, que no está permitido" Lo mismo con las chicas que cantaban en directo.

El otro motivo de cachondeo ha sido Osama. Ayer se rompió un diente y parece el cuñao de la tele. También la hemos estado tomando con él otro rato.

Y, una vez terminadas las risas, cada uno a su casa. Mañana será otro día. Y ya estamos en agosto, muy fuerte.