jueves, 28 de agosto de 2008

De reunión eterna

Hoy me he vuelto a dormir, otros 20 minutos tarde. Esto del final de la semana está acabando conmigo.

Como teníamos reunión a las 11:30 por donde vivía yo antes, no hemos podido tomar Manakhesh con el resto de la oficina. Pero hemos salido ganando porque Joe me ha llevado a un sitio libanés en el que lo hacen riquísimo. No creo que sea capaz de volver a comer el que encargamos en la oficina. El de este sitio es mucho más finita la masa, más ligero. Riquísimo.

Hemos enlazado con la reunión con el grupo de Hoteles de Intercontinental. Al principio ha ido muy bien porque estábamos con el director de marketing y la que se responsabiliza de medios, Stacey. Cuando ya nos han dejado solos con ella, ha sido un poco infierno. ¡Qué manera de charlar! Además de cosas que no tenían nada que ver con nosotros, sólo a modo de desahogarse con alguien.

Salimos de allí a la 1:30, con eso lo digo todo, jajaja. He bajado a La Moda a tomar una ensalada y vuelta a la oficina para terminar un par de cosas antes de empezar el fin de semana.

Me he despedido de Joe, que se va de vacaciones a Líbano unos 10 días. Así que esta primera semana de Ramadán no creo que pueda cumplir el estupendo horario de 8.30 a 16:00 que tenemos.

Por la noche no había ningún plan especial. Nos hemos acercado de nuevo al libanés de esta mañana, que Osama tenía curiosidad por probarlo y resulta que ya lo conocía. Intento de ir al cine pero estaba todo lleno, sólo quedaban entradas para una de miedo y como que no me apetecía mucho. Así que recogida temprano.

Yo quería hacer tiempo para ir a recoger a Susana al aeropuerto, que llega esta noche a las 2 de la mañana. Al final, me ha vencido el sueño y no he podido ir. Mañana iré a verla.

No hay comentarios: