martes, 19 de agosto de 2008

De vuelta a la oficina

Vuelta a la normalidad, ya estoy otra vez en la oficina. Y me he encontrado un regalito estupendo esperando: tenía que terminar un plan para Credit Suisse antes de las 12 de la mañana. Mira que le pregunté veces a Didier si sólo era estrategia o también plan completo. Pues nada, aquí siempre se da lo mínimo. Por suerte, lo he terminado 10 minutos antes de la hora. Menos mal porque los de Londres tenían un mosqueo fino, y con razón.

Luego he estado haciendo el informe de la campaña de Air France, que está funcionando como un tiro. De momento, va muy bien, esperemos que no cambie el ritmo. La cliente, que es un encanto, estaba contentísima con los resultados.

Por la tarde hemos tenido reunión interna para ver los distintos conceptos e ideas del concurso de Apple. La verdad es que han salido cosas muy chulas, ahora hay que intentar ponerlas en práctica.

Y, antes de dejar la oficina, otra colleja de Londres porque Didier no ha enviado un plan que está pendiente desde el domingo. Esto de la integración on y off a veces acaba con la paciencia de cualquiera. Está muy bien visto desde fuera pero, claro, si mi parte está hecha para el plazo que pusieron, y la de MPG no lo está; la colleja me la llevo igual y no es justo. En fin, que sigue costando mucho trabajo esto de integrarse.

Me he ido directa a casa y he estado chateando un rato con mi tia Rosario, la más moderna de todas. También he charlado con mis padres.

Hoy me ha agregado a Facebook un compañero del colegio en el que estuve hasta los 11 años, porque lo cerraron. Como cada uno tiró por su lado, estamos intentando reencontrarnos todos en esta página, a ver si lo conseguimos.

Por la noche iba a quedar con Bego y una amiga suya que ha venido a verla. Al final se ha abortado el plan porque se iban a un bar a bailar salsa. Hoy no tengo yo la cabeza para meterme en un sitio cerrado con la música alta. Además estoy cansada. Así que a dormir prontito. Mañana será otro día.

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