sábado, 9 de agosto de 2008

Vuelta a Karama

Hoy, sin embargo, he amanecido muy temprano, a las 9. A ver qué se me habrá perdido a mí a esas horas. Con lo bien que se está en la camita.

Al menos he leído que ya tenemos la primera medalla de oro de los juegos olímpicos. Con esto de no tener tele, no he visto ni la ceremonia de inauguración.

En vista del panorama, he ido al departamento de tráfico a pagar la multa que me pusieron el otro día. Pues, por lo visto, aún no la han cargado en el sistema así que me he ido igual que había llegado. Me he partido de ligera, vamos.

Me he ido a desayunar al mall y a hacer un par de recados antes de recoger a Luis y María para seguir con la ruta turística.

Lo primero, hemos ido a comer a Lemongrass. Luis me comentó que le gustaba mucho la comida thailandesa y este tiene fama de ser el mejor de la ciudad. La verdad es que se come bien y los zumos son espectaculares. Lo mejor de todo es que he sabido llegar yo solita.

De ahí, hemos pasado por la zona de Burj Dubai, el edificio más alto del mundo. Les he enseñado el patio del hotel Al Manzil, que es muy agradable; el nuevo centro comercial en forma de zoco; y el hotel Palace, que es impresionante.

Luego, visita obligada a Karama para comprar algún regalo que les faltaba por llevar a España. Hemos estado una hora y media porque, claro, el regateo lleva su tiempo. Al final, no les han bajado el precio de unos relojes y han terminado dejándolos.

Para cenar, les he llevado a Khan Mur Jan, auténtico árabe. Increíble pero aún no habían probado la comida típica, con lo rica que está.

Después de ponernos hasta las manillas, les he dejado en el hotel y ya me he despedido de ellos, que se van mañana a las 9 de la mañana. Seguiremos en contacto por correo electrónico.

Y a ver qué horas me dan porque mi querido vecino tiene una buena juerga montada y están todos borrachos como cubas. Mañana sin falta me quejo en la oficina de la comunidad.

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