viernes, 1 de agosto de 2008

De recados

Anoche me tocó juerga otra vez con mi adorable vecino. A las 3 de la mañana tenía montado un sarado en su casa que no era ni medio normal. Así que yo, tan ricamente, me levanté a ponerme los tapones que te suelen dar en el avión y a seguir durmiendo. Paso de mosquearme en exceso y revelarme porque va a ser peor. El sábado pondré una queja en la oficina de la comunidad del edificio y punto.

A las 10:30 he amanecido como nueva, como si nada hubiera pasado. Hoy tocaba día de recados y a las 11:30 me he puesto manos a la obra.

Lo primero, pasar por la gasolinera para pagar el recibo de la luz. Sí, tiene delito el lugar de pago, pero así es Dubai.

De ahí, al mall, ¿dónde sino? A hacer compra en Carrefour que tengo la nevera que da pena. Con la lista en mano, cual maruja, he ido llenando el carro hasta tener todo lo necesario e ir a la caja a pagar. Como aún están en rebajas, no he podido evitar dar una vueltecita y, claro, picar comprando una camisa en Massimo Dutti. Lo peor es que ya era de la nueva temporada. Cómo saben los condenados, jajaja.

Después, he ido a regar las plantas a casa de Dani y Laura, que están de vacaciones en España y me dejaron la llave para que las pobres no se queden secas. Iba a acopañarme Emilie pero se iba a comer con una compañera, y eso que eran las 5 de la tarde, jajaja.

Qué raro se hace ir a casa de alguien cuando ellos no están ahí. Echaba de menos la cuna en el salón con Ignacio dentro. Cuando venga en octubre, no lo vamos a reconocer.

Estando allí, llamaba Osama para concretar el plan del resto del día: primero, ir a Deira City Centre a comprarse el disco duro multimedia que lleva buscando más de un mes. Y, luego, a cenar a Wagamama, a ver si esa vez no se pone malo.

Hemos estado: Omar, que fue su cumpleaños el pasado 21; Getto, que ha conseguido trabajo y empieza el domingo; Andrés, una nueva incorporación que lleva dos semanas en Dubai, recién aterrizadito; Osama; Uns, su hermana pequeña, y yo.

Terminando, se nos ha unido Emilie, para ir al Mai-Tai a tomar algo. Curioso porque es un sitio en el que tocan música latina en directo pero...¡no se puede bailar! De hecho, hay empleados de seguridad que se acercan a recordártelo cada vez que te ven semi-bailando, un horror. Total que hemos estado allí un rato riéndonos de la situación. Cada vez que veíamos a uno de nosotros moviéndose un poco, saltábamos: "Oye, oye, que no está permitido" Lo mismo con las chicas que cantaban en directo.

El otro motivo de cachondeo ha sido Osama. Ayer se rompió un diente y parece el cuñao de la tele. También la hemos estado tomando con él otro rato.

Y, una vez terminadas las risas, cada uno a su casa. Mañana será otro día. Y ya estamos en agosto, muy fuerte.

No hay comentarios: