sábado, 30 de agosto de 2008

La siesta española

Esta noche me he despertado muchas veces, no he dormido muy bien. A eso hay que sumar la construcción en la planta de arriba, que aún no sé qué están haciendo pero hacen un ruido tremendo.

Después de mucho marear en casa, me he acercado al mall a mirar la condenada mesa y un mantel estrecho para el mueble del salón. Pero no he encontrado nada. Así que me quedo con la de Ikea. A ver si esta semana, con eso del horario reducido, me acerco a comprarla.

Intentando aparcar en el mall, que hoy estaba llenísimo, he visto el coche de Dani. Ya se ve que aquí en Dubai, de intimidad poca, jajaja. Le he visto un ratín, que estaba con su amigo Víctor. Luego hemos quedado en cenar en Khan Murjan.

He comido algo rápido allí y, como me estaba entrando un sueño importante, me he vuelto a casa. Me he tirado en el sofá a dormir un ratillo, ese gran invento: la siesta española. Y eso que yo no soy de dormirla mucho por eso sienta tan bien, jeje.

Por la tarde, habíamos quedado en cenar pronto con Dani y Víctor, que ha estado esta semana en un curso aquí y se vuelve a Noruega. De vuelta a Khan Murjan. Creo que esta vez sí es la última. Allí he probado un zumo de tamarindos, típico en Ramadán. Pasaba un chico dando unos vasitos para probarlo. La verdad es que, aunque un poco dulce, estaba muy rico.

Y de ahí a casita a dormir prontito.

No hay comentarios: