domingo, 31 de agosto de 2008

Flipando en colores

Esta mañana, leyendo el correo en la oficina, he flipado en colores. Me ha escrito un chico que, al parecer, lee el blog con cierta frecuencia y me reconoció el otro día en el supermercado. Claro, me he quedado muda con la historia.

Hoy era el día de las reuniones. Tenía una a las 11:30 en L'Oreal y otra a las 3:00 en Saks, literalmente al otro extremo de la ciudad.

La primera me la han retrasado al martes, así que mejor porque no voy con tanto estrés. Además Joe no está y, claro, tampoco es plan de estar todo el día fuera de la oficina. Aunque la cosa está tranquila, la verdad.

He bajado a comer con Claudine y Angelica. Se ha unido Osama también. Muy gracioso porque las dos primeras solían comer todos los días en La Moda, el italiano de abajo. Pero hacía mucho que no iban. El encargado, al verla, se ha puesto contentísimo, jajaj. Vamos, que no hemos tenido ni que pedir bebidas, ya se acordaba perfectamente de lo que bebían: San Pellegrino sin hielo y con limón.

Yo me he tenido que ir corriendo porque tenía la reunión en Burjuman. Ha venido Azghar, el de Jumeirah, a recogerme. Así íbamos en un solo coche, que el aparcamiento está chungo por esa zona.

La reunión ha ido bien. Creo que le ha gustado el producto y ya iremos viendo si se decide o no.

Luego me ha dejado en la oficina, he terminado un par de cosas y, a las 6:15, me he ido a casa. He pasado por la gasolinera pero parecía que regalaban el combustible hoy. Aunque aquí es casi cierto, jeje. De hecho, la gasolina es más barata que el agua.

Ya en casa, he charlado con mis padres y mis tías, que estaban todos en El Puerto celebrando el cumpleaños del "pisha".

Cenita rápida en Wagamama y a dormir tempranito. Mañana empieza el Ramadan.

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