lunes, 1 de septiembre de 2008

Ramadan Kareem

Pues eso, que hoy empezamos el mes de Ramadan y la forma de felicitarlo es esa: Ramadan Kareem. La verdad es que, aunque parezca extraño, he tenido la sensación de que era un día distinto, no sé muy bien porqué. Para empezar, estaba muy nublado y, de alguna manera, la ciudad estaba distinta.

En la oficina, ha sido un día muy movidito, no he parado un segundo. Comprando la campaña de Al Aan TV e intentando traficar una para Google, gracias a la ayuda de Mª Luz, de la oficina de Madrid. ¿Qué haría yo sin ella?

Hoy he recibido dos correos en el que me hablan de gente que llega a Dubai en breve y no conocen a nadie. En concreto, una de ellas, que me manda Pedro, ha llegado hace 5 días, así que la he llamado para acercarme a verla esta tarde.

Por la mañana hemos tenido reunión con Dany para terminar de cerrar una presentación para Credit Suisse. Al principio ha ido bien, íbamos concretando cosas pero, al final, ha vuelto a decir que no está del todo contento con cómo están funcionando las cosas. Principalmente se queja de que no tenemos datos para justificar bien los planes de medios. Es que en el mercado no hay ninguna empresa que lo audite y él no se fía de lo que envían los soportes. Aún no entiende que es una máquina la que lo mide, no es fácil inflar las audiencias. Pero bueno, seguiremos insistiendo en instalar algún modo de medición.

Por la tarde, lo dicho, he ido a ver a Alicia, casi recién aterrizada en Dubai. A su marido lo han trasladado a la oficina de aquí y, claro, se ha venido con él y con Martina, una niña monísima de año y medio. Es súper espabilda e inquieta pero la pobre aún no se ha hecho al horario, especialmente a la hora de dormir. Hemos estado un rato de charla, contándole por encima la vida en Dubai. Seguro que en menos de un mes está más hecha. También es que ha tenido mala suerte de aterrizar en pleno Ramadan.

En la oficina todos me han estado avisando de lo peligroso que se pone el tráfico a determinadas horas y en determinados trayectos. Sobre todo en la avenida principal, Sheikh Zayed Road, en dirección a Deira. Los que están ayunando, a eso de las 15:00-15:30 van volando a casa, muertos de hambre y sed, a dormir antes del Iftar, que es la comida con la que rompen el ayuno. Especialmente el primer día es bastante familiar. Algunos medios de comunicación organizan Iftars para sus clientespero siempre en el mundo de los expatriados. Para los árabes, el Iftar es una comida en familia. Es como para los católicos la cena de Navidad.

Ya en casa, he charlado un rato con mis padres, por partes porque mi madre estaba aún en la playa, ¡qué envidia! Y también chateando un rato con Tomás, Mer y Pedro, para informarle de que ya he hecho su encargo, jeje.

Poco más que contar hoy.

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