miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un año aquí

Hay que ver cómo pasa el tiempo, ya llevo un año aquí. El mismo día de la Vírgen de la Merced, patrona de Jerez. Muchas felicidades a todas las Mercedes.

En la oficina, un no parar hoy. Me han dado las 20:30 y porque la cabeza ya no me daba para más. Han llegado todas las creatividades de Credit Suisse y, por cada formato, hay tres diferentes, así que una locura.

Por la mañana ha venido Mark, de Al Bawaba, a hacernos una visita. También era casualidad porque Joe quería comentarle un problema con una web que redirige a un site en Israel. Parece una tontería pero aquí el bloqueo es una cosa muy seria. Por ejemplo, desde ningún país árabe se puede marcar el prefijo de Israel, no hay opción de llamar.

No me lo he terminado de creer pero, por fín, después de 20 mails y dos llamadas de teléfono a París, ha llegado el formato de YSL correcto. Hemos podido empezar la campaña.

La de Saks también está a punto. Si no fuera por el horario de Ramadan, estaría online hoy mismo.

Por la tarde, he estado con Credit Suisse al 100%. En pleno apogeo, ha venido Alain a mi oficina a charlar un ratillo. Resulta que se vuelve a Líbano a finales de Octubre. El pobre contándome lo que le había costado volver de vacaciones, que había roto con su novia de hacía 5 años, etc. Y yo, claro, agobiada porque quería terminar, que estaba agotada. Pero, claro, tampoco era plan de decirle al pobre chaval: "Oye, corta el rollo y déjame terminar" Jajaja. La verdad es que es un tío muy majo.

Pensaba irme directa a casa, estaba muerta de sueño. Pero luego he pensado que eso era lo que siempre hacía en Madrid y no conseguía desconectar. Me iba a dormir con las cosas de la oficina en la cabez y me levantaba la mañana siguiente exactamente igual. Así que me he ido al hotel Al Qasr, que estaban Jeremy, Margarita y Osama. Jeremy acababa de salir del Spa, estaba de lo más relajado. Hemos estado un rato en Kouba, un sitio muy agradable, y a eso de las 22:30 cada mochuelo a su olivo.

Llegando a casa, me he conectado para charlar con mis padres pero deben estar celebrando el Santo de una de mis tías Mercedes. Tampoco he hablado con Anita, que llevamos ya dos días de intento.

Y mañana jueves, ¡jueves!

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