viernes, 12 de septiembre de 2008

Karting

Ritual de todos los viernes: levantarse tarde, marear un rato en casa, limpiar el estudio y poner la lavadora. Chateando un ratín con mi hermano y mi prima Lola.

Luego me he hecho pasta para comer, con champiñones y atún, riquísimos. Hay que ver que, en vez de mushrooms, cuando quiero decirlo en inglés digo champions; me sale ahí un spanglish un poco raro, jajajaja.

Por la tarde, le he estado dando a la plancha por fín, que ya no tenía más opción. También he estado haciéndole un bizcocho a Javi, que esta tarde iba a verle. Me ha llamado para ir al Autódromo a correr en los karts.

A eso de las 19:30 nos hemos ido para alla con él, Silvia y Dani. Las chicas nos hemos quedado en la grada viendo cómo Javi dominaba el circuito. Lo más gracioso era ver cómo se salían todos en una de las curvas, sobre todo al principio. En las siguientes vueltas ya han ido controlando.

Luego han intentado correr de nuevo pero tenían que esperar una hora y cuarto, así que nos hemos ido al Club de Polo a tomar algo. Primero lo hemos intentado en la terraza pero no servían nada de alcohol fuera y los pilotos pedían cerveza a gritos, jajaja.

Ya a las 11, nos hemos vuelto cada uno a su casa. Yo he pasado a ver a Emilie. Hemos intentado ver Caramel, una película libanesa que tiene fama de buena. La verdad es que no sé dónde está la grandeza porque yo me he quedado frita a la media hora. Era lenta de narices. Menos mal que vive al lado de mi casa, cruzando la calle literalmente, porque con la modorra que tenía en lo alto, no estaba yo para mucho movimiento.

En resumen, que llevo dos días que me duermo por las esquinas, jajaja. A ver mañana dónde me toca. Me empiezo a parecer a mi amiga Belén.