miércoles, 10 de septiembre de 2008

Terremoto

Estaba profundamente dormida e incluso soñando cuando ha sonado el despertador. De esos días que dices: ¿qué es ese ruido? Incluso ni sabía qué día de la semana era, una faena.

En la oficina ha bajado un poco el ritmo, pero no demasiado. He estado todo el día sin parar un minuto. Para colmo, a las 3, ha habido un terremoto y nos han tenido que desalojar. De repente, Joe y yo nos hemos mirado como diciendo, "¿tú estás moviendo la mesa?" Lo gracioso es que, cuando hemos llegado abajo, ya todo el mundo subía; habíamos sido los últimos.

Después del pequeño parón, de vuelta al tajo. La verdad es que hay poco más que contar de la oficina. Todos consultando las noticias y, al parecer, ha sido el rebote de un terremoto en Irán. Por lo que me comentaba Claudine, siempre que hay uno en ese país, afecta a Dubai.

Por la tarde-noche, he acompañado a Osama al dentista, que le tenían que hacer el implante. Mientras esperaba a que saliera he llamado a los de Salik, la empresa que gestiona los peajes de la autopista. Es todo automático, pones una pegatina en el coche y funciona con un sistema pre-pago. Yo lo había hecho a principios de junio pero me parecía raro que no se me hubiera agotado el saldo aún. Al parecer, mi cuenta no ha sido creada. Sólo espero que no se les ocurra multarme porque puedo arruinarme. Las multas funcionan de la siguiente manera: primera vez que pasas el peaje sin tener saldo son 100 dhs. (18 euros), la segunda ya son 200 dhs. (36 euros) pero, a partir de la tercera, son 400 dhs. cada vez (72 euros). Esperemos que todo vaya bien.

Esta mañana ha vuelto Emilie, ¡qué bien! Esta noche no hemos podido vernos porque había quedado ya con Silvie. Pero mañana sin falta quedamos largo y tendido.

Después de dejar a Osama en su casa, me he ido a la mía a dormir, que ya estaba reventada. Eso sí, he charlado un ratín con mis padres para ponernos al día.

Y mañana jueves por fín.

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