lunes, 15 de septiembre de 2008

Chateando con Marta

Hoy mi adorable compañero ha venido de un humor muy raro, hasta las 12:30 aproximadamente no me ha dirigido la palabra. No sé muy bien qué mosca le habrá picado pero no es mi problema.

A las 11:00 han venido los de Ameinfo, un site local, para ver cómo se presentaba el último trimestre del año, etc. Jamie nos ha estado contando que el otro día fue al Atlantis a nadar con los delfines. Es el hotel que han abierto hace poco en el extremo de La Palmera y parece que es también de 7 estrellas. Hay habitaciones sub-acuáticas, en la que estás rodeado de mantas, tiburones pequeños y miles de peces. Incluso tiene su propio parque acuático. Eso sí, la habitación cuesta unos 5.600 euros. Otra pasada más de esta ciudad. Aquí dejo unas fotos.

¿Entiende ya la gente por qué me duele la boca de decir que no son moros sino árabes? Creo que la diferencia es abismal, ¿no?





Vuelta a la realidad. Después de que Jamie nos dejara con los dientes largos, he estado haciendo un par de cosas para Credit Suisse. Y a las 3 hemos tenido otra reunión, esta vez con un cliente: Pequignet. Pero antes me he pegado la gran charla con mi prima Marta, que ya tenía ganas. Me ha enviado unas fotos de mi ahijada que me la como.

Al salir de la oficina, he pasado a echar gasolina, que sigo alucinando con lo barata que es.

Luego tocaba investigar la terraza del hotel que han abierto hace poco al lado de mi oficina. Han puesto también una carpa de Ramadán y me habían dicho que estaba muy bien. Así que hemos estado allí unos cuantos: Sarvin, Camelia, Jeremy, Margarita, Osama y Maan. Dani tenía cena, Susana se había ido al gimnasio y con Omar no hemos conseguido hablar. Como hoy hacía muchísima humedad, empezamos dentro. Pero, después de un rato, la banda que tocaba en directo nos ha echado porque nos estaba doliendo la cabeza. El que cantaba gritaba de una manera que nos estaba volviendo locos.

Fuera estaba más agradable pero el calor era insoportable. Así que, en vista del panorama, nos hemos largado a casa sobre las 11:30. Ya repetiremos cuando mejore el tiempo.

Y ya tengo billete para Navidad, por fín. Eso sí, he pedido también un día suelto de vacaciones, para estar con mis padres cuando vengan, y me lo han dado por aquello de darme un favor. Al parecer, sólo podemos dividir los 35 días en tres etapas. Vaya norma más estúpida. Me he pillado un rabote de cuidado.

No hay comentarios: