Cuando he vuelto de dejar a Miriam en la
guarde me he llevado la mejor sorpresa de la semana. Me han llamado del
Gobierno de Dubai para decirme que me ha tocado un iPhone en un sorteo. Yo no
sabía ni que existía ese sorteo, por eso no me lo he creído de entrada. Le he
preguntado como 5 veces si estaba de broma, pero parecía muy seria. Total que,
por lo visto, ha habido un sorteo entre los que utilizamos el pago electrónico
para pagar las facturas. El caso es que llevo todo el día de subidón y deseando ir a recogerlo mañana. No he
querido ni preguntarle detalles sobre el modelo o el color, para no hacerme
demasiadas ilusiones.
El resto del día no hemos hecho mucho. Descansamos
un poco después de comer y por la tarde hemos organizado los armarios de las
dos niñas. Mientras, Miriam estaba abajo con Lakshmi.
Por la noche, charla habitual con el
abuelo y, después de acostar a la enana, cenamos nosotros y vemos un ratillo la
tele antes de acostarnos temprano.
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