Vaya mañanita que me he pegado, sin
parar. Empezando a las 9 en punto, he tenido 2 entrevistas, una reunión con
cliente, tres con proveedores y una interna. Casi nada. Vamos, que no he tenido
tiempo ni de parar a comer; he pillado un sándwich en la tienda de abajo.
Lo bueno es que se me ha pasado el día
volando. Sin darme ni cuenta eran las 4 y salía zumbando a recoger a los
playeros. Por lo visto, han pasado un día estupendo, con baños y todo. Qué
ganas de empezar la temporadita de playa.
Mientras mis padres se daban una ducha,
me he bajado con Miriam al patio. Ahora anda como loca con los escalones, sólo
quiere subir y bajar sin parar. Normal que termine tan reventada. El resto de
la tarde nos hemos quedado por abajo.
Después de la rutina diaria del baño y la
cena, hemos dejado a Miriam acostada para ir a cenar con los padres y hermanas
de Osama al Seville’s, un bar de tapas español. En principio, habíamos
reservado en la terraza pero nos habían puesto en un sitio incomodísimo así que
hemos terminado dentro. Hemos cenado en plan tapitas, muy rico, y a casa.
Mañana es ya el último día, qué pena.
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