domingo, 14 de febrero de 2010

Ahora sí que tenemos casa

Esta mañana ha venido Joe con un regalo para Salma y para mí, por San Valentín. Es un bolígrafo rojo con cascabeles, muy gracioso. Así hemos estado entretenidas toda la mañana.

Yo no he parado de coger el teléfono. Por una vez, los agentes me devolvían las llamadas. Osama también estaba llamando a gente. Además, anoche volvió a ver el anuncio del apartamento que visitamos el jueves. No entendemos muy bien a qué están jugando. Pero hemos quedado con él para verlo a las 13:00.

Mientras Osama quedaba con ellos, yo iba a ver otros dos pisos, que no me han gustado nada de nada. Luego me he reunido con ellos y, claro, ha flipado un poquito al verle. Ya nos ha contado la historia del viernes. Y, aunque él no haya tenido la culpa, le hemos hecho ver que no fue profesional su forma de tratarnos; nos tendría que haber llamado y explicado. Al final, todo arreglado, dueño convencido y depósito pagado. Mañana firmaremos el contrato, genial. Así que ¡ya tenemos casa! Dejo unas fotos de las vistas desde el salón.



De vuelta a la oficina, he pasado a por un sadwich, que estaba muerta de hambre.

Estaba aquí Fidaa, de Chanel. Como es San Valenín, ha venido con una camisa blanca con un corazoncito bordado en rojo. Tremendo.

He terminado una cosa para Evian y he salido pronto para ir a ver a Emilie. Hoy le han contestado que no de un trabajo que le apetecía mucho. No quiero ni pensar en lo que pasará en las próximas dos semanas. Ahora que vamos a ser vecinas de nuevo, se vuelve a París.

Esto es lo malo de Dubai. La gente viene y va, no es una ciudad para toda la vida.

Ya en mi casa, he charlado con mis padres para contarles del piso y de la sorpresa del fin de semana. Luego he estado chateando con mi prima Marta, aunque Jaime con sus lloros nos interrumpía de vez en cuando.

No hay comentarios: