martes, 2 de febrero de 2010

Un día más

Hoy me he levantado que parecía que estaba en la plaza de un pueblo antiguo. En la obra de en frente de mi casa están tirando unos tubos de acero por el suelo y suena exactamente igual que un campanario de una Iglesia antigua.

En la oficina está la cosa mucho más entretenida, con bastantes proyectos por terminar. Se esperan unos días moviditos, la verdad.

Me ha llamado Pierre, el jefe global, para comentar mi salida de la compañía. La verdad es que ha estado encantador, dejándome la puerta abierta para cuando quiera volver.

He comido con Yves-Michel, que me ha contado cosas interesantes. Puede abrirse una oportunidad de trabajo ahí, a ver qué pasa. Hay que dar tiempo al tiempo.

La tarde ha estado bien movidita, terminando una cosa urgente para Mango y preparando una petición de material para Chanel. A este paso, me voy a plantar en el 30 de abril sin darme cuenta. No veo la hora de que llegue.

He salido de la oficina directa a la gasolinera, que ya estaba en reserva. Ahora han cambiado la medición de galones a litros, así que me entero más. Han entrado 51,11 litros en el depósito y me ha costado sólo 13 euros, de risa ¿no? Y eso que ha subido. Recuerdo que, cuando llegué, eran unos 9 euros.

En casa, he calentado una crema de calabacín para cenar, mientras recogía la casa para mi invitada, que la tengo un pelín descuidada. Mañana vendrá Lilly para darle un buen repaso.

Qué ganas de ver a la familia mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me alegro que te acompañen la familia(los tres mosqueteros)la que te espera besooooooos