Se acabó enero

Ya hemos terminado con el primer mes del 2012. 

En la oficina hemos empezado el día con la revisión de Wissam. No ha terminado demasiado contento; yo lo achaco a su inmadurez, que no le deja ver ciertas cosas y pensar, sobre todo, en oportunidades de futuro. Pero poco a poco creo que lo terminará viendo. 

A mediodía nos hemos ido todos a comer al Lime Tree; nos encanta. Y es que esta semana tenemos aquí a Shariff, que es el nuevo planificador digital en Arabia Saudí. Le estamos poniendo al día de procesos de trabajo, clientes, etc. 

Al salir de la oficina, he ido directa a Carrefour a comprar un calentador para nuestro cuarto. Aunque el tiempo ya está mejorando, nuestra habitación sigue siendo una nevera. Además, por 10 euros tampoco me voy a arruinar; incluso si sólo lo usamos una semana. Ya lo tenemos guardado para el año que viene. 

De vuelta a casa me ha pillado todo el tráfico del mundo, así que no me ha dado tiempo a bajar al patio con Miriam. Pero sí que hemos estado en su cuarto jugando y luego hemos hablado con los abuelos un rato. Sigue dando sus tres pasitos pero no se atreve a nada más. Tampoco hay prisa. 

Osama está a tope en la oficina y ha llegado tarde. Lo que más pena le da al pobre es no ver a la terremoto despierta. Pero ya queda menos para el fin de semana. 

Vecina española

El lunes no se ha presentado demasiado positivo, qué le vamos a hacer. En general, el ambiente está un poco tenso porque llega el momento de las revisiones. Algunos tienen expectativas muy altas en cuando a subidas de salario. Veremos cómo terminan las cosas.

También hay que sumar que acabamos de ganar la cuenta de General Motors, buenísima noticia para todos, pero da pie a muchas especulaciones sobre si van a contratar gente, si nos tendremos que mudar, etc. Vamos, que está el patio estupendo.

Por el momento, yo sigo a lo mío, que es lanzar la nueva campaña de Avent y vamos muy a contra reloj. A ver si lo conseguimos.

A las 16:00 salgo corriendo para recoger a Miriam. Ahora, cuando termino de peinarla, empieza a decir adiós con la manita a Lakshmi. De hecho, si Lakshmi le echa los brazos, Miriam se los aparta con su mini mano, jajaja.

La semana pasada conocimos a Allegra, una vecina nuestra que es española. Está casada con un sudafricano y tienen dos niños monísimos. La conocía mucho de vista pero, al ver esos niños tan rubísimos, nunca pensé que era española. Hoy hemos vuelto a coincidir por abajo.

Me he hartado de reír con Miriam. Y no es porque sea nuestra hija, pero qué simpática es. Allá que iba con su correpasillos como una loca y, cuando ve a gente, se para y los saluda con su manita; sea quien sea. Así lo ha hecho con unos obreros, con uno del supermercado, y con el resto de niños que había por abajo.

Luego hemos conocido a una chica iraquí que tiene un niño de la misma edad que Miriam. Ya, poco a poco, va haciendo amigos. En cuanto empiece la guardería lo va a flipar, con lo contenta que se pone en cuanto ve a niños.

Después de la charla diaria con los abuelos y con tía Blanca, la hemos metido en el baño. Cuando la sacamos, como no le gusta, se pone a charlotear en su idioma como quejándose; a saber qué querrá decir.Últimamente, con tanta caminata por abajo, termina más reventada que nunca.

Nosotros hemos aprovechado para dormir pronto también que a mí me cuesta la misma vida levantarme tan temprano. 

GRANDE RAFA

Lo pongo con mayúsculas porque, a pesar de no ganar el partido, jugó como lo que es: un GRANDE. Yo lo he estado siguiendo un poco por internet desde la oficina y, por la tarde, desde el parque con Miriam. Creía que me iba a dar algo, qué estrés  de partido. Después de cenar, lo hemos visto, que lo habíamos grabado. Y entonces es cuando me ha dado más rabia aún verle sin el trofeo. Eso sí, nos quedamos con el partidazo que han jugado los dos, histórico.

Del resto del día, poco tengo que comentar. Por la tarde hemos charlado con media familia por Skype. Mi súper sobrino Iñigo, que no sé cómo no me lo he comido aún, nos ha invitado muy orgulloso y con mucho interés a su Primera Comunión en mayo. Ojalá podamos ir.

Buenas “nadales” noches a todos J

Siesta matutina con Miriam

Hoy hemos amanecido a las 7:15, ¿dónde querrá ir tan pronto? Claro, dos horas después, no podía con su alma. Pero la muy cabezota no consiente dormirse. Aunque no es lo más aconsejable, decido llevármela al sofá e intentar que se duerma en brazos, cosa que no ocurre normalmente. Ha caído a los 5 minutos y, lo mejor, yo también. Así que hemos dormido las dos tan a gusto. Sinceramente, no me importa nada que se acostumbre a esto sólo los fines de semana y por la mañana. Me aprovecho y la disfruto, ¿no?

Después de una buena ducha y vestir a la enana, nos hemos ido al mall a comprar un par de cosas para la cocina. Entre ellas, ha caído una fondue, que teníamos muchas ganas desde hace tiempo. Ahora estamos deseando estrenarla.

Hoy nos hemos dormido todos una siestecita después de comer, qué bien sienta. Y luego nos hemos ido a Festival City a dar un paseíto por el puerto. Nos llevamos una sorpresa porque tienen como una mini-feria. Y es que no he comentado que ahora estamos en plenas rebajas, sólo que en Dubai lo llaman el Shopping Festival y se organizan cosas por toda la ciudad. Por ejemplo fuegos artificiales, atracciones en algunos sitios, etc. Hemos jugado  al clásico de tirar una pelota a un grupo de latas pero no las hemos tirado todas, una pena.

Ya en casa, hemos charlado con el padrino un rato, que hacía tiempo que no le veíamos por Skype. Ha visto a su ahijada dando tres pasitos solita.

Una vez acostada la enana de la casa, hemos cenado y visto el programa que tanto nos gusta, grabado de ayer. Con tan cutres en Dubai One (el canal de televisión que lo emite) que no retransmiten el programa entero sino que lo dividen en dos. Me imagino que, de esta forma, querrán alargar la emisión hasta verano.

Y, como seguimos con fresco, ahora a armarnos de valor para ponerme el pijama, jeje. 

The Voice

Los viernes siempre comemos con los padres y hermanas de Osama. Nos vamos alternando; una semana vienen ellos y otra semana vamos nosotros. Pues hoy toca en casa.

Yo tenía pensado hacer un risotto de champiñones y unas pechugas de pollo guisadas con ensalada. Pero Osama me ha cambiado el primer plato por unos pimientos rellenos de cuscus. Le apetecía explorar la receta. La verdad es que estaban buenísimos.  

Como viernes que es y estando yo en casa, pues la princesilla no ha querido dormir por la mañana. Le he tenido que adelantar la comida porque se caía de sueño.

Esta mañana ha sido el maratón en Dubai. Lo han organizado por el boulevard de alrededor de la torre más alta del mundo. Por eso nos hemos dado el paseo matinal por debajo de casa, no sabíamos cómo iba a estar el tráfico.

Uns ha participado en los 10 kilómetros. La pobre ha caído rota en el sofá después de comer, normal.

Después de dos horas y media de siesta, Miriam se ha levantado como una moto de carreras, dispuesta a correr por todos los pasillos. Así que, después de merendar, nos hemos ido a dar un paseo por nuestro antiguo barrio, que seguimos echando de menos. Habíamos quedado allí con Emilie y se han unido Michel y Stephanie.

De vuelta a casa, Miriam iba totalmente relajada en el coche, del cansancio que tenía. Pero, cuando suena una de sus canciones favoritas (El señor D. Gato) se pone a dar saltitos de arriba abajo, jajaja.

Una vez acostada, hemos cenado una pizza y empezado a ver “El velo pintado”, de Edward Norton y  Naomi Watts. Aunque lo que de verdad queremos ver es “The Voice”, un programa musical que nos encanta. Es una especie de Operación triunfo pero en vez de tener a Nina de profesora, tienen a cantantes profesionales. Hay 4 equipos, cada uno con un profesional y 4 aspirantes. Van actuando, son eliminados y, al final, habrá un ganador. Se emite en Estados Unidos, que ya van a empezar la segunda temporada. Pero aquí vamos con retraso y estamos aún en la primera.
Una pena que no lo emitan en la madre patria para poder comentarlo con mi prima Lola, como hacíamos con Operación Triunfo. Lo veíamos pegadas al teléfono para comentar, yo en Madrid y ella en Barcelona. 

El caso es que es horrible la cantidad de anuncios que hay, así que lo dejamos grabando y seguimos con nuestra peli. Veremos el programa mañana. 

Comida con Irene

Ayer me olvidé de mencionar el frío que hace por la mañana. Pequé de inocente, abrigándome poco, y me quedé helada. Así que hoy me he puesto el jersey más gordo que tengo. Y es que este mes es el más fresco de todos. Durante el día solemos estar a unos 18-20 grados y por la noche baja a unos 12. Ya sé que no es nada comparado con la que está cayendo en España. Pero aquí las casas no están acondicionadas. En concreto, la nuestra es un iglú, porque no le da el sol en todo el día.

Hoy por fin he logrado quedar con Irene. Estuvimos juntas en el colegio hasta los 12 años y, desde entonces, no nos habíamos vuelto a ver. Lo pequeño que es el mundo que hemos terminado las dos en Dubai. Gracias a las nuevas tecnologías, volvimos a estar en contacto. Llegó a Dubai hace casi un año pero hasta hoy no hemos conseguido vernos. Nos hemos puesto al día y prometido que no dejaremos pasar tanto tiempo hasta la siguiente.

Por las tardes ahora ya no bajamos al parquecito de casa, hace demasiado viento y frío. Así que cambiamos a un pasillo al lado del nuevo supermercado. Como es tan largo, Miriam feliz con su correpasillos arriba y abajo. Ya empieza a dar unos pasitos sola pero creo que le da miedo aún. Sólo se lanza si está distraída con un juguete en la mano. Y, con tanto paseo, cae aún más rendida en la cuna, un gusto.

A mí, me cuesta la misma vida ponerme el pijama, con el cuarto tan frío que tenemos. Además, como me quedo viendo la tele en el sofá con la mantita, pues más frío tengo aún. Me da pereza sólo pensarlo. Allá vamos. 

A Grecia

Sí, es la noticia del día en lo que a trabajo se refiere. Resulta que tenemos reunión con un cliente, Mattel, que está en Atenas. En cualquier otro momento del anio, no me importaría, pero es que coincide con la llegada de mis padres y mi hermano. De hecho, vuelvo al día siguiente de que ellos lleguen, una faena. Sumemos también que el 18, día que llego de Atenas a las 9 de la noche, íbamos a celebrar el cumpleaños de Miriam, que es el 19. Lo que tengo claro es que domingo y lunes no pienso pisar la oficina.

Hoy hemos tenido a las chicas de Kellogg’s dándoles un curso sobre publicidad digital. Al parecer, se han ido muy contentas. La verdad es que con ellas dos da gusto, son un encanto.

El resto de la tarde, he ido al Mall con Miriam para hacer un par de recados. De vuelta a casa, hemos charlado con los ciber-abuelos, que hoy estaban en casa de tía Blanca. También estaba mi abuela que, cada vez que lo pienso, debe flipar con eso de poder vernos por la pantalla del ordenador; que tiene 94 años la señora.

Después de la rutina diaria, nos hemos sentado a ver un ratito la tele y a dormir. 

Claudine and Graham

Lo sé, estoy hecha una vaga. Ya me lo recuerda mi madre todos los días. Y no hay excusas que valga. Lo que pasa es que, a veces, me por pensar que porqué sigo escribiendo; no estoy muy segura de que haya alguien al otro lado interesado en leer esto, pues es un poco aburrido. Pero al mismo tiempo creo que tiene su gracia tener una especie de diario. A veces me ayuda a viajar en el tiempo y ver qué hacía yo exactamente hace un par de años.  Así que esto último me anima a seguir.

Hoy, como viernes que es, hemos ido a casa de los padres de Osama a comer. Miriam, que se va haciendo mayor por días, ha decidido que, mientras yo esté en casa, no duerme por la mañana. Saben latín estos enanos. Durante la semana, con Lakshmi, es que ni pestañea cuando la deja en la cuna a dormir un ratito por la mañana. Conmigo, no hay forma. Eso sí, después de comer, ha caído redonda; estaba agotada.

Nos volvemos pronto porque si no, nos pilla un tráfico tremendo. Después de darle la fruta en casa, hemos ido a dar un paseo a festival city. Yo he entrado rápido en Ikea para comprar una almohada extra que nos hace falta; craso error. Se me olvida que los viernes no podemos ir a ningún mall, es horrible la cantidad de gente que hay, colas interminables en los ascensores (la gente, por alguna razón que desconozco, no usa las escaleras mecánicas; panda de vagos), etc. Así que nos hemos vuelto a casa pronto para jugar en su cuarto.

Una vez acostada, la hemos dejado con Lakshmi porque tenemos cena en casa de Claudine and Graham. Desgraciadamente para nosotros, se mudan a Australia en un mes, así que han organizado una gran cena de despedida. Ha sido súper agradable, nos lo hemos pasado genial. Sobre todo con Lise, que siempre nos hace reír a carcajadas. En resumen: íbamos a estar una hora (estábamos cansados) y hemos terminado los últimos, llegando a casa a las 3:30 de la mañana. Ahora a aprovechar este mes que les queda, porque les echaremos mucho de menos. Esto es lo malo de Dubai: gente que va y que viene constantemente.

Buenas noches. 

Vuelta a Dubai

Lo primero, muy feliz 2012 a todos. Espero que estas Navidades hayáis disfrutado. Nosotros, desde luego, lo hemos pasado genial. Disfrutando de la familia, que es lo que toca. Miriam es la que más ha disfrutado; jugando con sus primos, paseando sin parar, peleando con el perro de mis padres, etc. Para ella ha sido como un campamento, pues viene de un espabilado que asusta. Menos mal que, en el fondo, es buena y no está dando demasiada guerra.

La vuelta ha sido un poco más larga de lo que esperábamos pues nuestro vuelo fue aplazado al día siguiente por un problema técnico. Resulta que el personal del aeropuerto, al cargar las maletas, hizo un agujero en el avión; genial. Así que nos tuvieron que enviar otro avión desde Alemania. Aunque fue un incordio para todos los pasajeros, sobre todo los que tenían conexiones en Dubai; el personal de Emirates se portó de maravilla. Para empezar, no se movieron del mostrador en ningún momento, atendiendo con extrema educación todas las preguntas, quejas y comentarios de todos nosotros . Nos informaron con total sinceridad y puntualidad en todo momento. Y, al retrasar el vuelo al día siguiente, nos facilitaron almuerzo, hotel, cena y desayuno. Yo, desde luego, les doy un 10. Sobre todo porque tengo experiencia similar con otra compañía y, al considerar que no fue culpa de la aerolínea, no se hicieron cargo del problema, lo ignoraron completamente.

Lo bueno es que ya estamos en casa por fin. Lo malo es que yo he llegado con anginas, así que mañana trabajaré desde casa.