Comida con Irene

Ayer me olvidé de mencionar el frío que hace por la mañana. Pequé de inocente, abrigándome poco, y me quedé helada. Así que hoy me he puesto el jersey más gordo que tengo. Y es que este mes es el más fresco de todos. Durante el día solemos estar a unos 18-20 grados y por la noche baja a unos 12. Ya sé que no es nada comparado con la que está cayendo en España. Pero aquí las casas no están acondicionadas. En concreto, la nuestra es un iglú, porque no le da el sol en todo el día.

Hoy por fin he logrado quedar con Irene. Estuvimos juntas en el colegio hasta los 12 años y, desde entonces, no nos habíamos vuelto a ver. Lo pequeño que es el mundo que hemos terminado las dos en Dubai. Gracias a las nuevas tecnologías, volvimos a estar en contacto. Llegó a Dubai hace casi un año pero hasta hoy no hemos conseguido vernos. Nos hemos puesto al día y prometido que no dejaremos pasar tanto tiempo hasta la siguiente.

Por las tardes ahora ya no bajamos al parquecito de casa, hace demasiado viento y frío. Así que cambiamos a un pasillo al lado del nuevo supermercado. Como es tan largo, Miriam feliz con su correpasillos arriba y abajo. Ya empieza a dar unos pasitos sola pero creo que le da miedo aún. Sólo se lanza si está distraída con un juguete en la mano. Y, con tanto paseo, cae aún más rendida en la cuna, un gusto.

A mí, me cuesta la misma vida ponerme el pijama, con el cuarto tan frío que tenemos. Además, como me quedo viendo la tele en el sofá con la mantita, pues más frío tengo aún. Me da pereza sólo pensarlo. Allá vamos.