martes, 31 de enero de 2012

Se acabó enero

Ya hemos terminado con el primer mes del 2012. 

En la oficina hemos empezado el día con la revisión de Wissam. No ha terminado demasiado contento; yo lo achaco a su inmadurez, que no le deja ver ciertas cosas y pensar, sobre todo, en oportunidades de futuro. Pero poco a poco creo que lo terminará viendo. 

A mediodía nos hemos ido todos a comer al Lime Tree; nos encanta. Y es que esta semana tenemos aquí a Shariff, que es el nuevo planificador digital en Arabia Saudí. Le estamos poniendo al día de procesos de trabajo, clientes, etc. 

Al salir de la oficina, he ido directa a Carrefour a comprar un calentador para nuestro cuarto. Aunque el tiempo ya está mejorando, nuestra habitación sigue siendo una nevera. Además, por 10 euros tampoco me voy a arruinar; incluso si sólo lo usamos una semana. Ya lo tenemos guardado para el año que viene. 

De vuelta a casa me ha pillado todo el tráfico del mundo, así que no me ha dado tiempo a bajar al patio con Miriam. Pero sí que hemos estado en su cuarto jugando y luego hemos hablado con los abuelos un rato. Sigue dando sus tres pasitos pero no se atreve a nada más. Tampoco hay prisa. 

Osama está a tope en la oficina y ha llegado tarde. Lo que más pena le da al pobre es no ver a la terremoto despierta. Pero ya queda menos para el fin de semana. 

No hay comentarios: