Dándole a la plancha

Hoy ha estado el día tranquilo, sin mucho que contar. He llamado al servicio de mantenimiento para que vinieran a arreglar el aire acondicionado, que está goteando en la cocina. Pretendían darme hora para dentro de dos semanas, están listos. Pero lo gracioso es que me han dicho que, si llamo mañana a las 8:30, me podrán atender el mismo día. Otro absurdo más en los sitemas de esta ciudad, que a veces no tienen sentido ninguno.

La mañana, como siempre, se me ha pasado volando. Entre la charlita con mis padres y el chateo con mi hermano, ya eran las 11:30. Me he ido corriendo a Ikea, que sino no me va a dar la vida. Tenía que comprar un par de cosillas básicas y una mesita auxiliar para poder poner parte del Home Cinema, que no cabe en ningún sitio.

Al llegar a casa, estaba que me moría de hambre, normal, eran ya casi las 3. Así que me he tomado un gazpachito y unas pechugas de pollo a la plancha, muy sano todo.

Luego he colocado las comprillas y a ver una peli mientras planchaba el resto de cosas pendientes. Las sábanas ya se las dejo a Mary con todo mi cariño.

Osama ha salido prontito y hemos estado viendo cómo Holanda se clasifica para cuartos de final. Nuestro "guiri" tiene que estar como loco de contento. A ver qué tal nosotros mañana.

Hemos cenado una cremita de calabaza, que me encanta. Y esto ha sido todo por hoy. Está aprovechado el lunes.