Primera entrevista

A las 8:30 ya estaba en planta, debían de ser los nervios. A las 10:30 había quedado con Anna, de Olgilvy, y Nabil, su jefe.

He ido prontito porque sabía que lo de aparcar en esa zona es complicadillo. De hecho, he tenido que aparcar a unos 500 metros. Menos mal que hoy hace bastante menos calor que ayer. Pero aún así, he tenido que entrar en la cafetería de abajo a tomarme un zumo bien fresquito.

La entrevista ha sido la más corta de mi vida: 18 minutos. Se notaba que Nabil no se había preparado nada de nada porque soltaba preguntas al aire, sin pensarlas mucho. Anna, como la anterior vez, un encanto. Al despedirse, me ha dejado caer que les encantaría tenerme y que a ver si podían ofrecerme algo bueno.

De ahí me he ido a cerrar por fin la cuenta de luz del anterior apartamento de Osama y a llevar la última factura al gestor del edificio, para que le devuelvan su depósito.

He quedado a comer con Angelica y Claudine, para contarles de la entrevista. Luego al café se ha unido otra amiga suya, muy simpática. Me ha dado un par de consejos sobre persianas y cabeceros. Ella acaba de terminar de arreglar su casa, así que habrá que seguir las pistas de la experta, me han venido genial.

Y ya de vuelta a casa, no he hecho mucho. Quería quedar con Sheikha para ir a algún sitio pero no he conseguido hablar con ella. Así que he estado arreglando varias cosas en casa, que no veo la hora de verlo todo organizado.

Osama ha llegado en pleno partido de Inglaterra y me decía que estaban las calles totalmente vacías, sin coche alguno. Claro, todos los ingleses encerraditos viendo el partido. Al final, han conseguido pasar.

Hemos cenado un sandwich tranquilos viendo la tele y, después de unos capítulos de Friends, a dormir.