¡Ya estamos de vuelta!

Hola de nuevo a todos los que me leáis. Ya estamos de vuelta en Dubai y...¡casados! Después de un mes en Jerez, ultimando preparativos con mis padres y disfrutando de unas, creo yo, merecidas vacaciones, llegó el gran día de la boda. Y menuda boda. Al menos, para nosotros, fue una gran boda. Disfrutamos muchísimo y, aunque suene rematadamente cursi, nos sentimos muy queridos y afortunados de tener las familias y los amigos que tenemos. GRACIAS.
Ahora entiendo a mis primas y amigas cuando me decían: "Disfrútalo, que pasa muy rápido". Qué razón tienen, ojalá pudiéramos retroceder en el tiempo y vivirlo todo de nuevo. Pero no nos podemos quejar, que cada etapa tiene su encanto, ¿no?

El día después de la boda, nos fuimos ya de viaje. Primero, hicimios escala en Dubai para deshacer y volver a hacer maletas para tomar rumbo a Vietnam, Camboya y Maldivas; sin duda, un gran viaje, que, seguramente, no repetiremos en nuestras vidas.

Y, desde el miércoles, estamos de vuelta en el caluroso Dubai. Vimos perder a España contra Suiza en Barasti, que han puesto una carpa con todo lujo de detalles y, por supuesto, aire acondicionado. Y es que, señoras y señores, ya estamos a unos 45 grados de media. Sin ir más lejos, ayer se derritieron unas velas que teníamos en la terraza. Yo estoy ya como mi hermano: "¡Qué ganas de que llegue octubre!"

De momento, sigo disfrutando de la vida de ama de casa, aunque espero que sea por poco tiempo. El miércoles, de hecho, he quedado con Anna para una segunda entrevista, veremos qué pasa. Ya os contaré.

Hoy es el primer día que estoy solita, porque Osama no se incorporaba hasta ahora. Así que tampoco me ha dado tiempo a aburrirme.

Me he pasado a ver a mis antiguos compañeros. Hemos ido a comer al mall, a un italiano que se llama "La Piazza". Casualidades de la vida, Osama ha terminado comiendo en el mismo sitio con sus colegas. Anda que no habrá sitios en Dubai. Claro, las bromas estaban servidas: "que si ya empieza a controlarte, que mira cómo te tiene de cercada, etc"

Luego, he bajado a tomar café con Claudine y Angelica; un largo café de dos horas, todo un gustazo. Y, antes de irme a Misa, ha bajado Ángel a fumarse unos cigarrillos. Ahí hemos sudado la gota gorda, aunque nos hemos sentado en la entradita del edificio, para que nos diera el aire cuando se abrían las puertas automáticas. En Dubai se desarrollan técnicas inimaginables para aguantar el calor.

Después de Misa, que gracias a Dios no ha dado el italiano, he pasado por Barasti, que estaba Osama con unos amigos viendo el Italia-Nueva Zelanda. No es que yo entienda mucho de fútbol pero el portero neozelandés me ha parecido increíble, ¿no? Ha parado lo imparable. Y los seguidores italianos están desesperados y cabreados. Espero que a nosotros no nos pase lo mismo mañana. Entre parada y parada, Stephanie me contaba cómo terminó el viaje después de la boda. No ha estuvo nada mal pues ha vuelto comprometida.

Ya de vuelta en casita, hemos cenado algo ligerito y, después de charlar con mi amiga María y, luego, con mis padres, toca irse a dormir.

Buenas noches.