Pero qué dura es la vida de madre y,
sobre todo, injusta. Esta mañana, antes de irme, he entrado en el cuarto de
Miriam, que ya estaba despierta canturreando. No me ha hecho demasiada fiesta,
es más, miraba a la puerta. Sabe que su padre es el que la lleva a la guardería
así que, cuando lo ha visto entrar, literalmente se le ha iluminado la cara. Ya
no existía nadie más en su habitación. De hecho, cuando le he echado los brazos
para sacarla de la cuna, me los ha movido muy educadamente para irse directa a
Osama.
Digo que es injusta porque, ¿quién se
levantaba a las 3 de la mañana porque tenía la nariz bloqueada? Y le he puesto
sus gotas, la acurruqué un poco y la volví a meter en la cuna. En fin, como
dice mi madre, así es la vida y sólo te lo agradecerá cuando tenga sus propios
hijos. No sé si con esta frase me estará soltando una indirecta, jeje.
En la oficina hemos seguido perfilando la
propuesta para la Airfryer. Después de comer tuvimos reunión con Avent, que
hacía tiempo que no nos veíamos.
Ya de vuelta, he terminado un par de
cosas rapidito para poder irme pronto. Que hoy llevo a Miriam a la playa, a ver
si se le van esos mocos de una vez.
No ha entendido muy bien dónde íbamos
cuando le nombraba la playa. A ella, en ese momento, lo que le importaba era
cruzar la puerta de la calle. Pero, cuando ya hemos llegado, estaba emocionada,
señalando el mar y diciendo como una cateta: “aaaaaba”. En cuanto le hemos
puesto el bañador, se ha ido directa al agua, sin pensarlo. Como aquí no hay
olas, la sentamos en la orilla y estaba entretenidísima echando arena y agua en
el cubo. Luego ha empezado a echarse arena en el pelo; tenía que liarla de
alguna manera. Aunque su momento estelar ha sido cuando, andando por la arena
seca, se ha caído y ha terminado con toda la cara llena de arena. Como la pobre
es tan buena, ni se quejaba.
Se ha unido al plan Nacho, un sevillano
recién llegado a Dubai. Es amigo de unos amigos de Jerez de toda la vida y,
después de charlar por teléfono durante mes y medio, hemos conseguido
conocernos por fin.
Después de la tarde playera, hemos
llegado a casa para hablar con mis padres y directas al baño. Como es normal,
ha caído rota en la cuna. Espero que esta noche no se despierte la pobre.
Osama sigue con lío en la oficina y ha
llegado justo para cenar. A ver si terminan pronto con los números, que el
pobre está agotado.
1 comentario:
Nada, no te preocupes que aunque sea "La niña de su padre" tu eres su madre y para otros momentos estamos nosotras. En el fondo es bueno que quieran a los padres, te imaginas que solo quisiera estar contigo? aunque es verdad que da pelusilla, pero una madre es una madre..........
Besos. CHARI
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