miércoles, 30 de diciembre de 2009

En la oficina tranquilita

Hoy tocaba incorporación a la oficina, aunque sólo por un día porque el 31 nos lo han dado libre, en un ataque de generosidad sin precedentes.

Al llegar, me ha dicho April, la recepcionista, que Joe se cogía el día libre así que le he llamado para ver si había algo pendiente. Por suerte, estaba la cosa tranquila.

De los 21 que somos, sólo estábamos 8; el resto está aún disfrutando de las vacaciones.

Yo he aprovechado la tranquilidad para leer todos los correos que tenía pendientes, 315 en concreto, echar un vistazo a las campañas que están activas y cerrar un par de facturas antes de terminar el año.

Aprovechando la tranquilidad, he estado hablando un ratillo con mi prima Lola.

Ha venido Emilie a comer conmigo, que está de vacaciones aún. Nos hemos bajado a La Moda a tomar una pasta y ponernos al día de estas dos semanas.

Por la tarde, Didier me tenía preparado un regalito: un plan de última hora para un nuevo cliente. Lo he dejado terminado y a las 17:45 estaba saliendo de la oficina.

Me ha recogido Osama en mi casa para ir a ver a sus padres y despedirnos de Uns, que se va a pasar Fin de Año en Egipto. Menudo añito le espera con tanto viaje.

Nos hemos vuelto prontito, que yo estoy ya venga a estornudar. Sigo con la sesión de chute diario para intentar frenarlo, aunque creo que será difícil.

De camino a Marina, hemos visto el Burj Dubai, el edificio más alto del mundo, lleno de luces intermitentes que suben y bajan. Deben estar preparando el espectáculo de inauguración, que es el día 4 de Enero. Supongo que será al más puro estilo Dubai, ni crisis ni leches.

Mañana a ver qué tal me levanto.

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