lunes, 7 de julio de 2008

San Fermín

Anoche, cuando estaba a punto de alcanzar el quinto sueño, empecé a oír ruido en el pasillo, como un trompo. Alguien estaba cambiando una cerradura, vaya horas para hacer trabajitos de cerrajero.

Como está mandado, visto hoy de rojo y blanco, a lo sanferminero total. Hay que vivirlo se esté donde se esté, ¿verdad? Lo del pañuelico me ha parecido un poco fuerte. El encierro lo he visto en El Mundo, que ahora lo ponen íntegro, estupendo.

En la oficina, todos volvían a darme la enhorabuena por el triunfo de Nadal, como si yo hubiera hecho algo. Sólo uno, Didier, se atreve a decirme que no se merecía ganar, que el título debía ser para Federer. Tiene el valor de decir que Nadal es muy arrogante, ¡lo que faltaba por escuchar! Cuando es precisamente todo lo contrario.

Hemos perdido media mañana con una reunión absurda de Credit Suisse; dos horas leyendo un briefing que todos, excepto mi compañero, ya habíamos leído. Todo muy lento y cansino.

Hoy tocaba menú pantalla, que así adelanto y salgo pronto. Aún tengo que hacer unos recadillos antes de irme a mi querida patria.

De la oficina, al Mall a hacer esos recadillos. He estado comprando unas cosas de última hora y algo para desyunar estos tres días que me quedan, que no tengo ni un zumo por la mañana.

Al salir al parking, creía que me daba algo de la humedad que hacía, por favor. No se podía ni respirar. A los dos segundos de salir por la puerta, ya tenía las manos empapadas, como si las acabara de meter en agua, increíble. Los cristales del coche están totalmente empañados. Los de mi casa también. Es curioso porque parece que fuera está cayendo el diluvio universal cuando es todo lo contrario. Y que aún me digan que esto va a peor.

Aprovechando que he llegado pronto a casa, he estado hablando un buen rato con mis padres. Luego han llegado mis sobrinos, Merceditas e Íñigo, que está para comérselo de un bocado, ¡qué ganas tengo que veros a todos! Tanto que ya hasta he empezado a medio hacer la maleta, jajaja. Más que nada porque sé que estos días no voy a parar ni un segundo, mejor no ir con prisas.

Mañana más.

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