sábado, 17 de septiembre de 2011

Otra Ravinada sin poder ir

Buenos días por la mañana. Hoy vienen Geto, Leisma y Omar, al que no vemos desde hace medio siglo, a comer. Vamos a repetir la ensalada de ayer, que nos encantó, y haremos lasaña también.


Después de desayunar y dormir su siestecilla matutina, nos hemos llevado al terremoto a la piscina. Cada vez le gusta más el agua. Ahora, en su flotador, se aburre un poco porque no llega al agua. Lo que de verdad le gusta es chapotear con sus manos y llenarse la cara de agua. Desde allí, maravillas de la tecnología, hemos podido hablar por skype con mis padres y mi hermano, que se ponían en marcha para ir a Toledo. Este año, la reunión familiar es allí y, de nuevo, no podemos ir. Nos conformaremos con la esperanza de poder ir el año que viene.


Normalmente, después de comer su puré, va directa a la cuna y no tarda nada en dormirse. Pero lo de hoy ya ha sido de record, se ha quedado frita camino de la cuna, jajaja. Pobre, lo de la piscina la ha agotado. Bueno es saberlo :-)


El postre hoy corre por cuenta de Osama, que se está convirtiendo en un super-chef. Ha preparado unos higos con una salsa de frambuesa y coco buenísimos.


Antes de que llegaran los invitados me ha llamado Irene, una compañera del colegio en el que estudié. Lleva en Dubai 7 meses. Hemos quedado en vernos para tomar algo tranquilamente.


Como era de esperar, Miriam se ha despertado justo cuando empezábamos a comer. No ha dado demasiado la murga, menos mal. Luego iba feliz de brazo en brazo. Omar le ha traído un montón de cosas: una toalla, un bañador, un gorrito para cuando vayamos en Navidad a Jerez (D.M) y un flotador con el que podrá chapotear todo lo que quiera. Pero, como suele pasar, lo que más le ha gustado es la caja, se lo ha pasado pipa.


Maan se ha incorporado al café y nos ha contado de su próximo viaje a EE. UU, va a estar dos semanas por la costa Oeste.


El resto de la tarde ha estado tranquilo: un paseito por abajo y vuelta a casa para intentar hablar con la familia. Skype no ha funcionado esta vez así que no he podido ver a nadie pero sí hablar con varios. Me han contado que ha estado todo muy bien. Tenían una visita priva al Alcázar para recordar lo que vivió nuestro abuelo, que estuvo allí durante el asedio en la Guerra Civil. Mucha cosas del Museo han desaparecido debido a esta estúpida iniciativa del Gobierno sobre la Memoria Histórica. Por lo visto, nosotros no tenemos derecho a tener memoria sobre lo que nuestro abuelo pasó. Me revienta cuando las cosas sólo funcionan de un lado, no es justo. Cada día nos limitan más la libertad. Yo, ilusa, pensaba que la democracia era todo lo contrario. En fin.


A las 19:30 Osama se ha ido a una cena con sus padres y el antiguo jefe de su padre en Yemen, que está de visita en Dubai. Así que nos hemos quedado las chicas solitas. Como Miriam no ha consentido dormir ni un ratillo en toda la tarde, a medio biberón se estaba quedando frita. A duras penas he conseguido que siguiera pero nada de terminarlo; cuando quedaban unos 40ml ha caído ya redonda, totalmente inconsciente.


Después de la comilona de este finde, no he sido ni capaz de cenar. Me voy directa a la cama a leer hasta que me quede frita.

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