Hoy he amanecido con las obras de la planta de arriba. Yo no sé qué estarán haciendo pero les está costando lo suyo. Mientras hablaba con mi madre, no paraban de dar golpes, era desesperante.
La nevera sigue sin funcionar. Ya he llamado a los responsables y vendrán el 10 de noviembre a ver qué pasa. Aún está en garantía, menos mal.
Eso sí, he tenido que vaciarla y llevar las cosas a casa de Osama, al menos no tengo que tirar nada, que odio tirar comida.
Me he quedado un rato en la piscina pero no he aguantado mucho, dos horas sólo. Es que hoy hacía más calor que ayer y no quería achicharrarme, no es plan.
He comido allí mismo mientras le hacía la maleta a Osama
Por la tarde, no he parado: una última compra de última hora, pasar por la oficina a imprimir las tarjetas de embarque, manicura y a terminar la maleta de Osama.
¡Hasta la vuelta!
lunes, 2 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
¿He leido, no una sino dos veces, "haciéndole la maleta"? ... jejejeje
A Belen, Qué Hay de malo en "haciéndole la maleta"...qué pasa es que se acaba la colaboración entre la mujer y el hombre????
A Anónimo, ¿Qué pasa con el civilizado modo de hablar frente a frente, dando la cara? Mi comentario, con mi nombre, es para mi amiga María, que también da la cara, y ella es lo suficientemente inteligente como para entenderlo. En cambio tú has dejado bien claro que no me conoces ni un poquito. Saludos, Belén
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