Disfrutando del dia libre

Menuda tranquilidad esto de tener dos días libres antes de viajar, así no se hacen las cosas a última hora.

Para empezar, he disfrutado de mi camita, que me he levantado al as 9:45, a gusto. Al prepararme el desayuno he comprobado que la nevera sigue sin funcionar. El congelador enfría, pero como si fuera la nevera. Así que he bajado a la oficina y me han dado el teléfono del distribuidor, que aún sigue en garantía.

De ahí he ido un rato a la piscina de Osama, que en la mía no hay sol. He estado unas tres horitas. Se estaba muy bien pero el agua estaba caliente, así que no podía refrescarme mucho. Tampoco hacía excesivo calor, corría una brisilla muy agradable.

He ido a mi casa a comer y rumbo a Dewa, a ver si me arreglan las facturas y me devuelven el dinero que me han estado cobrando de más desde marzo.

Llegué a las 14:35 y he comprobado in situ que es un auténtico desastre. Por lo que me ha explicado un señor, que tenía el mismo problema que yo, el departamento que arregla este asunto sólo trabaja hasta las 14:30. Le han dicho que puede que vuelvan o puede que no, de risa. Yo le he soltado mi problema a uno que había en un cubículo. Ha prometido arreglármelo, eso espero. Sino, pues iré a la vuelta del viaje.

De allí he ido a Misa a la Iglesia que a mí me gusta. Sea el día que sea y la hora que sea está siempre llenísima, es un gusto.

Y el resto de la tarde he estado haciendo recados de última hora en tres diferentes malls.

Al llegar a casa, he terminado de hacer mi maleta. El pobre Osama está con mucho lío en la oficina así que mañana le haré la suya, aprovechado que estoy libre.

Antes de dormir, he sacado ya las tarjetas de embarque, ¡qué ilusión! Mañana pasaré por la oficina para imprimirlas.

¡Ya que da menos!