jueves, 19 de noviembre de 2009

Uns consigue lo de Harvard

Ya estamos a jueves, gracias a Dios. Y eso que el fin de semana, por ser el unico tranquilo en Dubai, se plantea de lo más movidito; los típicos recados antes de Navidad.

En la oficina, ha sido un día bastante tranquilito. He terminado los informes pronto aunque hay un pequeño problema con la campaña de BMI en Arabia Saudí. En BBC se han olvidado de usar los nuevos tags. Pero bueno, nada que no se pueda resolver.

Claudine ha venido a informarme de que el próximo domingo comemos con Lise. Con lo que me ha dejado caer, me he puesto aún más nerviosa.

Por la tarde han llegado los ansiados pases para las rebajas privadas de Chanel, otro acontecimiento a sumar al fin de semana. Pero ahí sí que hay que ir, merece la pena.

Carlos ha estado a punto de pegarme, en sentido figurado claro, por creer que he colaborado en enviarle a una reunión sin previo aviso. Yo sólo he ayudado a que fuera bien vestido, jeje.

Justo antes de salir de la oficina me ha llamado Uns para darme la gran noticia de la semana: ¡ha conseguido lo de Harvard! Como ya puse el pasado sábado, no tenía ninguna duda. Pero como ella es tan humilde, creyó que no lo iba a conseguir.

He quedado por fin con Osama, que llegó anoche de Kuwait. Nos hemos ido directamente a Springs, donde habíamos quedado con Sue en ver la casa que nos quiere ofrecer. Mientras la esperamos, nos hemos tomado algo en un mini centro comercial que hay por la zona residencial.

La casa, en general, está muy bien pero no encaja con lo que estamos buscando. Está totalmente amueblada, no tiene lavadora, no hay mucho espacio para poner los pocos muebles que tenemos cada uno, etc. Vamos, que estamos más cerca del no que del sí, pero siempre es bueno pensarlo con calma.

De vuelta a mi casa, he hablado un rato con mis padres, para comentar la visita y también pedir consejo. También he chateado un ratillo con Marcos, que han tenido falsa alarma esta tarde. Se ve que el pequeño Jaime está a puntito asomar la cabeza.

Ahora a leer un ratillo y a dormir a pierna suelta.





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