¡A Malaysia!

Llegó el gran día de irse. Aunque primero toca trabajar, como una pringada porque no hay nadie por la calle. Lo bueno es que he aparcado en la puerta, problemas de aparcamiento no hay hoy, claro.

Se prometía tranquilo porque sólo teníamos que recibir el material de la maldita campaña de Hot Water, confirmar que estaban bien programados y enviarlos a Eyeblaster, en India, para que ellos se encarguen de subirla y que esté lista el martes a primera hora.


Como siempre, ha terminado siendo un día larguísimo porque los banners llegaban con errores y había que corregirlos continuamente.


A Salma le he dicho que se fuera porque la pobre no tenía nada que hacer y, además, es como hacernos trabajar a nosotros un 24 de diciembre.


Me he bajado a comer con Carlos y Ángel. Y, después, hemos estado viendo algunos vídeos de Los Morancos y de Luisma para echarnos unas risas y entretenernos con la espera.


Así hasta las ocho y media de la tarde, que han llegado por fín todas las correciones. Las he dejado enviadas y que sea lo que Dios quiera. Espero que no haya problemas.

He cerrado la oficina y pitando a casa a terminar la maleta, mientras Osama venía a buscarme.

Antes de ir al aeropuerto, hemos pasado a despedirnos de sus padres.

A ver qué nos depara Kuala Lumpur.