De sábado recadero

Hoy sí que hacía buen día de playa pero no había hueco para ir. Menos mal que aún tengo dos días antes de volar a España.

Al ir a sacar algo del congelador para comer mañana, me he dado cuenta de que estaba todo a medio descongelar. No sé, la puerta no ha debido de cerrar bien o algo. La gracia es que he tenido que tirar un par de cosas que no olían nada bien. He estado chequeando y volvía a funcionar.

Hemos ido a comer a casa de los padres de Osama, que así nos despedíamos antes de irnos a la madre patria.

Después de comer, hemos ido con Uns a terminar de hacer dos camisetas para mis sobrinas, que el pasado verano no se las llevé. Nos ha costado un poco más de tiempo de lo que creíamos, pero ya están hechas.

Luego he pasado a comprar dátiles para llevar a la familia, que los de aquí están buenísimos.

Ya de vuelta a casa, he estado cocinando varias cosas que, sino, se me iban a podrir también y no está la cosa para tirar comida; yo lo odio. Mañana le diré a los de mantenimiento que le echen un ojo porque la nevera no está enfriando bien.

Iba a empezar a organizar la maleta pero he preferido ponerme a jugar a las cartas con Osama. Por cierto, me ha ganado, debe ser la suerte del principiante, jeje.

Voy a aprovechar a dormir prontito que mañana tengo que ir a arreglar un asunto en Dewa, el departamento de electricidad y agua de Dubai. Me están cobrando más de lo debido así que, aprovechando las vacaciones, iré a que me devuelvan mi dinero.

¡Qué poquito nos queda ya!