Playa cancelada

El plan de hoy era pasar el día en la playa, tomando el sol para estar morena para la boda del año. Al final se ha truncado por dos motivos: Osama tenía podólogo y no sabíamos si le iba a prohibir playa de nuevo; y, además, se ha empezado a medio nublar.

En el podólogo, todo bien. La berruga está eliminada y todo en orden, buenas noticias.

De ahí a recoger el traje de la boda. Me lo he probado allí mismo por si acaso, pero ya está todo arreglado. Otra cosa menos.

Hemos ido a comer con sus padres de nuevo y, por la tarde, tocaba cortarse el pelo, aunque a mí no se me nota en absoluto, jajaja. La chica no controlaba el inglés así que no ha entendido lo que yo quería. No me ha cortado de largo sino que me ha cortado un poco las capas.

De vuelta, hemos parado a hacer algo de compra, que yo no tengo agua en casa y esta semana estoy a fruta otra vez, jeje.

Por la tarde, hemos quedado en el patio del Royal Mirage con Maan, Jafar, Omar y Ben, un chico de padres españoles que se ha criado en Australia y está aquí un mes trabajando en un proyecto de Du. Se ha unido Emilie luego, que venía del 360. Ya hemos vuelto al mundo de las terrazas, ahora que ya se puede respirar.

Y después de este ratillo de charla y muchas risas, ha retirarse para empezar la semana. Da pereza pero anima mucho que ya es la última antes de irme de vacaciones.