Reunión con Dany y Georges

Hoy tocaba otro día sin parar. Al final, la semana está siendo larga y lenta o, la menos, así me está pareciendo a mí.

Salma no ha venido hoy, que algo le había sentado mal a la pobre. Así que el vago del siglo, Mustafa, se ha tenido que quedar un poco más. Ni os imagináis las ganas que tengo de perderle de vista.

Hemos empezado con reunión interna de todos los directores de equipo. Georges tenía un par de cosas que comentar, bastante tontas, a mi modo de ver. Y Dany nos ha estado poniendo al día de la situación de la empresa y de cómo vamos con respecto a las objetivos. Como siempre, la peor parte nos la llevamos nosotros, los de digital. Siempre nos suben los objetivos porque, todos los años se espera un crecimiento abismal. Y eso que vamos en positivo con respecto al mismo periodo el año pasado.

He comido una ensalada rápida delante del ordenador, que tenía que seguir editando la nueva campaña de Chanel. Me ha animado la comida mi prima Marta, que sigue disfrutando de su baja en casita.

Por la tarde, Joe se ha ido a una reunión con Alico, me he quedado solita en la oficina. Casi mejor para poder currar tranquila.

A última hora, para no variar, me han caído un par de marrones de la oficina de Arabia Saudí; dos planes que tienen que estar enviados para esta noche. Lástima que no se puedan enviar cortes de manga por correo electrónico. Me he conformado con decirle que mañana por la mañana se lo intentaría enviar.

Me he largado a las 19:30, que había quedado con Graciela para tomar algo y explicarle cómo funcionan las rebajas de Chalhoub. Le faltaba babear a la pobre, jajaja. Esta vez me las pierdo, pero es por una muy buena causa.

Después del zumo de sandía, que estaba buenísimo, he pasado un ratillo a ver a Osama y luego a mi casa a dormir, que estoy muerta. Ni me he conectado a hablar con mis padres. A ver si llega ya el finde.