jueves, 29 de octubre de 2009

Concierto de Beyonce

Si ayer estaba sin respirar, esta mañana ya ha sido el remate. Aunque ayer lo dejé todo bien preparadito para no tener que estresarme hoy, como siempre, salta algo de última hora. En este caso, la campaña de Chanel que empieza el domingo. Al final, voy a tener que venir mañana viernes. Prefiero hacer las cosas con calma y bien, que hacerlo a toda prisa y tener errores.

Hoy ha sido el último día de Mustafá. Ha mandado un correo de lo más emotivo y...¡falso! Que había sido una experiencia maravillosa. Claro, no dar ni golpe y cobrar a fin de mes; eso es el sueño de cualquiera, jajaja.

A las 2:45 he salido flechada, que habíamos quedado en la oficina de Maan para ir todos juntos a Abu Dhabi. Para no variar, hemos terminado saliendo una hora tarde.

Allí habíamos quedado en un centro comercial cerca de Yas Island, donde está el circuito de Fórmula 1, con la chica que organizaba todo el cotarro. Hasta ha alquilado un autobús para ir más cómodos.

El concierto empezaba supuestamente a las 19:30 pero se ha retrasado hasta las 20:00. La organización, como cualquier evento nuevo que se precie, no era nada del otro mundo. Esperemos que mejoren dutante el fin de semana, se juegan mucho con este primer Gran Premio. Lo que sí llama mucho la atención es la cantidad de coches de policía que hay, todos pintados con las banderitas de cuadros negros y blancos, muy original.

Es impresionante lo que han hecho en la isla. Puede gustar más o menos pero es increíble el montaje para el Gran premio. Es una isla natural, en la que no había nada y están construyendo todo un mundo: el circuito, hoteles de 5 estrellas, un parque temático de Ferrari y, por supuesto, un centro comercial de dimensiones incalculabes.

El concierto ha estado muy bien. Esta mujer es espectacular, increíble como baila. Nos hemos encontrado con Karim, compañero de Osama, y su mujer. Como estábamos en la zona VIP, contactos que tiene uno, pues hemos estado muy tranquilos, sin aglomeraciones. Durante el concierto hemos comprobado que aún quedan buenas personas en el mundo, da gusto.

Al terminar, hemos tenido que esperar un ratillo a que llegara el chófer del autobús, que nos llevaba de vuelta al centro comercial. Algunos se quedaban en Abu Dhabi tomando algo pero Osama y yo nos hemos vuelto a Dubai, que mañana toca currar un ratillo.

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