viernes, 30 de octubre de 2009

Trabajando en viernes

Aunque toque ir a la oficina, me lo he tomado con calma. Ha venido Osama a recogerme a las 11:00 para ir a desayunar tranquilamente, que hace mucho tiempo que no vamos fuera. En principio íbamos a Paul pero ha cambiado de opinión para llevarme a un sitio nuevo: un hotel que han abierto hace poco en un campo de golf cerca de mi casa. El sitio es precioso y en la terraza se estaba de vicio.

De allí, cada uno a su oficina a currar un ratillo. En la mía estaba Didier, pringando con Chanel también. He estado allí unas 4 horas, terminando todo lo pendiente. Así ya me puedo ir de vacaciones tranquila, ¡qué gusto!

Me he vuelto a casa dando un paseíto que, como estaba medio nublado, no hacía mucho calor. Ya en casa, he cogido el coche para ir a Marina Mall a comprarle el regalo a Amparo, que ayer fue su cumpleaños y hoy nos ha invitado a una fiesta en su casa para celebrarlo por todo lo alto, como debe ser.

Ha venido Emilie a casa, que venía de su revisión. Ya me ha dado el visto bueno del modelo para la boda de Lola. La tengo como estilista, jajaja.

Después de arreglarme y recoger a Osama, hemos ido a casa de Amparo. Nos ha costado lo suyo encontrarla porque es una urbanización como un poco a las afueras y no la controlamos nada de nada. Creo que le ha pasado lo mismo a media fiesta.

Para el gran acontecimiento, había contratado hasta un chef belga, que es magnífico. Nos ha hecho una degustación buenísima. La verdad es que nos lo hemos pasado muy bien, había mucha gente distinta, al estilo Dubai.
Muchas felicidades de nuevo a Amparo, por su 40 cumpleaños y por el fiestón que nos ha dado.

Sobre la 1 o así nos hemos venido de vuelta a nuestras casas, que a estábamos cansados. También era complicado salir de allí, suerte que el GPS de Osama nos lleva a cualquier lado.

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