lunes, 29 de marzo de 2010

Lunes Santo

En el ascensor, he bajado con los vecinos de al lado, que también se acaban de mudar. Es un matrimonio mayor, creo que son Australianos; encantadores los dos. Me han contado que su hija está enamorada de España; por lo visto estudió español en la Universidad.

De la oficina, no hay mucho que contar. Rana está ya a punto de irse al Líbano, una penita. El miércoles será su último día. Aunque no ve la hora de irse, luego serguro que echará sus lágrimas, que se le va la fuerza por la boca.

He bajado a comer con Claudine al parquecito, que aún se puede soportar. Me he tomado el arroz con pollo que hice anoche, que estaba buenísimo; un poco soso pero muy rico.

Las tardes las llevo fatal, menuda pereza volver a la oficina, con lo bien que se está fuera, en la playa. Bueno, ya me queda poquito. He estado chateando un rato con mi tía Blanca y mi hermano, al menos me echo unas risas.

Luego me he sentado con Houda para ver la estrategia del lanzamiento de Chanel. No veo la hora de decirle al cliente que me largo, menuda sensación más buena.

Me ha llamado Jacob para intentar adelantar una hora la clase, a las 19:00 en vez de a las 20:00 pero al final no hemos podido, los de las 19:00 han llegado, tarde, pero han llegado.

Hoy era la última clase. Ahora intentaremos ver si las damos por nuestra cuenta. Menos el saque, en el resto voy mejorando.

Ya en casa, hemos cenado la cremita de alcachofas, riquísima. Y antes de irse Osama, hemos mandado un par de correos a sus tíos. También he hablado con Fátima para confirmarle que no podemos ir a la boda, menuda pena me da; con la pinta de divertida que tiene. Las cosas de vivir tan lejos y no tener un vuelo directo aún.

He intentado hablar con mi amiga Loreto también pero no he conseguido pillarla.

Mañana más.

No hay comentarios: