Madrugón, madrugón. A las 7:15 me estaba esperando Osama abajo para ir a la embajada en Abu Dhabi. Me he sorprendido a mí misma porque iba con menos sueño del que esperaba.
Además de pedir los visados, nos hemos echado unas risas con Marga, como siempre.
Al llegar a la oficina, poco he hecho porque ya eran las 11:00 y a las 12:45 nos hemos ido al mall todos, a comer con Rana, que es su último día. Se vuelve a Líbano; una pena porque es la mejor con diferencia. A partir del 12 de abril estará trabajando en la oficina de Beirut.
Nos hemos puesto morados, como siempre que vamos a ese restaurante. Durante la comida, nos ha ido pidiendo a todos que le digamos algo bueno y algo malo sobre ella. Luego ha hecho ella lo mismo con cada uno de nosotros.
Hemos vuelto a las 3:30 y con menos ganas de trabajar que nunca. Lo único que de verdad apetecía era irse a dormir una buena siesta en la playa, que hace un tiempo estupendo. Espero que dure porque mi fin de semana se plantea 100% playero.
Yo he intentado terminar lo de Chanel, que la semana que viene creo que no voy a estar mucho por la oficina. A ver si consigo terminarlo mañana, que estaré solita en la oficina. Joe y Salma se lo han cogido de vacaciones.
Al salir, íbamos a quedar con Maan, Jafar y Omar. Como han quedado más tarde, sobre las 21:30, yo me he rajado porque estoy muerta. A las 22:00 estaba ya en la camita. Quería haber hablado con mis padres y mi hermano, que ya está en Jerez, pero deben de estar viendo al Prendimiento, afortunados ellos. Mañana a ver si les pillo antes de salir de penitentes.
miércoles, 31 de marzo de 2010
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