lunes, 1 de marzo de 2010

Entregando el estudio

Pero ¡qué bien se duerme en mi camita nueva! Da gusto. Y eso que aún no tengo cortinas, pero a mí no me molesta la luz, me duermo como sea.

La ropa que me iba a poner la tenía preparada de anoche, que aún no me ha dado tiempo a deshacer todas las cajas. Pero para encontrar el equipo de tenis, he tardado unos 20 minutos; estaba todo desperdigado por las cajas: los calcetines en un lado, los zapatos en otro, la camiseta en otro sitio, etc. Ha sido una aventura. Lo que no he podido encontrar son los pendientes, lo siento Belén.

Antes de ir a mi estudio para entregar las llaves y la tarjeta del parking, he pasado por Du para cancelar mi cuenta. Pero había un poco de cola y no me daba tiempo, ya volveré por la tarde.

He quedado en el estudio con Katrina, la mujer de Mohamed. Es tan encantadora como su marido. Ha echado un vistazo al piso, que todo estuviera en orden, limpio, etc. Y ya hemos quedado para la semana que viene, que ya tendré la factura final de la luz y la cancelación de Du, que lo necesita para devolverme la fianza.

Ya en la oficina, hemos estado comentando las aventuras de mi mudanza y el resto del fin de semana.

Por la tarde, he tenido reunión con Evian. En principio, sólo venía Enrique, pero al final se ha unido Khalil. No sé qué se traerán entre manos estos dos, pero a mí me importa poco, la verdad.

Durante el resto de la tarde, varios de la oficina han recibido mensajes avisando de un tornado y recomendando que nos quedáramos en casa toda la tarde. En los periódicos desmentían todo, menos mal. Sí es verdad que los compañeros que viven en Sharjah, les han dejado salir antes porque tardan unas 4 horas más de lo normal en llegar a casa. Emirates Road, una de las autopistas, está totalmente inundada, así que el tráfico es mortal de necesidad, claro.

He salido pitando para ir a Du, que lo cierran a las 20:00 y quiero cancelar la cuenta ya para no seguir pagando. Da gusto cuando te tienen que devolver dinero en vez de pagar tú, ¿verdad? Como se deja un depósito de 40 euros, pues han restado la última factura y me devuelven 11 euros, buenos son.

Paso rápido por la oficina de Osama, al menos para verle un ratillo. Esta semana está liadísimo, tiene un curso intensivo, con exámenes y todo, así que le espera una larga noche de estudio al pobre.

A lo tonto, me han dado las 20:30 y ahora toca ir a Carrefour a hacer la megacompra. Para asegurarme de que no me falta nada, he tenido que ir por todos los pasillos, así que he tardado hora y media. Menos mal que en la caja, había un chico metiendo las cosas en bolsas, eso es un lujo.

He llegado a casa a las 23:15, claro. Intento hablar con mi amiga Ana pero no habrá podido conectarse. Mientras colocaba las cosas, hablaba con mis padres.

Luego me he ido directa a la camita, que estaba muerta.

2 comentarios:

Belen dijo...

bueno, por esta vez te perdono, pero de hoy no pasa que encuentras o compras un par,aunque sean unas bolas blancas ;-)

Unknown dijo...

Bueno, al final nos traíamos poco entre manos, no ??